Babygym, conozco mi cuerpo
El desarrollo motor en el primer año del niño es muy importante. El control corporal y de los movimientos hace que el bebé pueda conocer el mundo que le rodea de manera más o menos atractiva. El educador debe crear un clima agradable que facilite la motivación para realizar las actividades, prestando ayuda siempre que sea necesario y presentando continuamente refuerzos, halagos y muestras de afecto que ayuden al bebé a sentirse querido y disfrutar más aún de la actividad. Es vital que los niños disfruten de las actividades y nunca se sientan obligados a realizar la actividad o les suponga miedo o rechazo.
Así, con este taller, los niños aprenden a controlar su cuerpo en actividades sencillas y rutinarias a lo largo de la semana, estableciendo cuatro fijas y varias alternativas que se trabajaran aleatoriamente, durante la semana, para no perder la motivación y expectación en las actividades. Las familias son un pilar fundamental, manteniendo la implicación y estando continuamente informadas de la evolución de sus hijos, participando también en alguna de las sesiones.
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Objetivos conseguidos
- Conocer su cuerpo y sus posibilidades motrices, iniciándose en el movimiento y desplazamiento en el aula.
- Fortalecer la musculatura e iniciar el desarrollo motor grueso y fino.
- Descubrir el mundo, percibiendo y relacionando estímulos entre sí, que favorezcan su desarrollo cognitivo.
- Implicación de las familias en el centro y la realización de actividades.
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Actividades de movimiento
Para la realización del taller tenemos una programación trimestral, incluida en nuestra programación rutinaria.
También, semanalmente, organizamos la realización de actividades, señalando las alternativas diarias que vamos a trabajar, además de las cuatro que son fijas para el nivel, que, en este caso es de 0 a 1 año. El momento de realizar las actividades es tras el descanso de media mañana en el aula y son las siguientes:
• Gateo/pregateo. Aprenden a mantener el cuerpo sobre manos y rodillas.
• Rodada. Volteamos al bebé sobre su propio cuerpo. Empezamos boca arriba, con brazos y piernas estiradas, para volver a la posición inicial tras la rodada.
• Arrastre. El niño tumbado en el suelo boca abajo, va avanzando su cuerpo impulsado por la presión de sus manos y sus piernas contra el suelo.
• Balancín. Sentados por parejas, rodillas dobladas y pies apoyados en el suelo, se cogen de las manos y les ayudamos a hacer un movimiento de balanceo hasta que uno quede tirado en el suelo.
En cuanto a las actividades alternativas trabajadas durante el proyecto, estas son algunas de ellas:
• Mi primera pelota. Con el bebé sobre una pelota de 50 cm de diámetro, apoyando su pecho sobre ella y sujetándolo por su espalda, se le empuja suavemente, moviendo la pelota, adelante-atrás, izquierda-derecha, rotaciones…
• Moviéndose en libertad. Colocado en el centro de una colchoneta, boca abajo y sin perderlo de vista, él ya tiene la capacidad de arrastre, así que se le deja que se mueva con libertad y disfrute de su cuerpo a la vez que adquiere dominio.
• Arquear tronco y cabeza. Colocado boca abajo, acariciar la espalda para que enderece cabeza y tronco.
• Giro de cabeza. Tumbado boca arriba, rozarle suavemente la mejilla para que gire su cabeza hacia esa dirección.
• Rozar con un cepillo. Se le rozará con un cepillo de cerdas suaves sus labios para que mueva la boca, el mismo sistema para los pies.
• Juego de piernas. Levantar las piernas del bebé, juntas y extendidas; devolverlas a su posición inicial, y alternar el movimiento con cada pierna.
• Incorporarse. Con el bebé boca arriba, cogerlo de los antebrazos y sentarlo lentamente mientras dices “arriba” y vigilando que su cabeza no se quede atrás.
• Seguir movimientos. Tumbado boca arriba, agitamos juguetes con ruido para que siga el movimiento y dejar que los coja, si lo intenta.
• Aprehensión y sujeción. Tumbado boca arriba, ofrecerle los dedos pulgares para que los agarre, sujetarlo firmemente y levantarlo suavemente.
El balance, tras la realización del proyecto, es muy positivo. Las familias se involucran mucho al ver los avances de los alumnos y a estos les encanta realizar las actividades, puesto que se hacen de forma dinámica y divertida. Además, se han conseguido todos los objetivos propuestos en el programa.
CRISTINA RODRÍGUEZ PASCUAL
Centro de Educación Infantil “Almeragua”, Roquetas de Mar, Almería