La digitalización del sistema educativo como consecuencia del Covid-19
La digitalización se ha posicionado como solución para que millones de estudiantes hayan podido continuar con su actividad docente. © FEODORA
Las estrategias relacionadas con el confnamiento de la población para hacer frente a las consecuencias del Covid-19 están siendo globales. Desde un punto de vista social, el confinamiento y las medidas adoptadas para evitar el contagio han transformado drásticamente nuestros hábitos y costumbres. Tras meses de confinamiento, nuestras formas de trabajar, interactuar y comunicarnos han cambiado para adaptarse a esta nueva realidad.
Desde un punto de vista tecnológico, la adaptación social a este panorama se ha traducido en un aumento exponencial en el consumo de internet, la utilización del e-commerce o el empleo de plataformas virtuales de videoconferencia y chat. De este modo, la digitalización se ha mostrado como una solución real e inmediata para hacer frente a esta necesidad de adaptación.
El objetivo de la digitalización de la sociedad y del ámbito profesional ha pasado de ser un objetivo alcanzable a medio plazo a convertirse en una necesidad inmediata para hacer frente a los problemas y a las medidas de seguridad derivadas del confinamiento.
Aunque se ha planteado una reactivación económica y social escalonada, en la que los diferentes sectores laborales y sociales retoman la actividad habitual de forma espaciada en el tiempo y siempre bajo las medidas de seguridad necesarias, en el caso de la Educación existen muchas dudas a la hora de fijar una fecha de retorno a la actividad docente presencial.
De hecho, a día de hoy únicamente se ha planteado el retorno a la actividad docente presencial voluntariamente para los alumnos de 0 a 6 años, los que se encuentran en el final de una etapa educativa o los alumnos con necesidad de apoyo educativo.
El Covid-19 ha supuesto una transformación abrupta del paradigma educativo, pasando de una actividad presencial a otra virtual
"Ante este panorama, la digitalización se ha posicionado de nuevo como única solución para que millones de estudiantes hayan podido continuar con su actividad docente de forma virtual. El Covid-19 ha supuesto una transformación abrupta del paradigma educativo, pasando de una actividad docente basada principalmente en la presencia en el mismo espacio y tiempo de los principales actores involucrados –alumnos y docentes–, a una actividad docente virtual, en la que no es necesario que estos actores concurran en el mismo espacio y tiempo.
Sin embargo, pese a la gran cantidad de recursos disponibles e invertidos en los últimos meses y a la voluntad de docentes y alumnos, este cambio abrupto del paradigma educativo está sacando a relucir una realidad del sistema educativo anterior al Covid-19: las deficiencias digitales del sistema y la necesidad de renovación del rol del docente ante la digitalización de la Educación.
Antes del Covid-19 la digitalización de la Educación estaba justificada por los cambios originados con la digitalización de la sociedad y las consecuencias de la implantación de la industria 4.0. La sociedad delegaba en el sistema educativo la responsabilidad de formar futuros ciudadanos con las habilidades técnicas y sociales necesarias para desarrollarse en un entorno cada vez más digitalizado.
Diferentes datos reflejan esta necesidad de cambio del paradigma educativo:
- El 70% de los puestos de trabajo del futuro no existen aún, lo cual significa que en un futuro próximo tres de cada cuatro titulaciones universitarias o de estudios de Formación Profesional deberán adaptar las competencias adquiridas por sus estudiantes para que estos puedan integrarse en un mercado laboral digitalizado.
- El 50% de los nuevos puestos de trabajo quedan sin cubrir por no encontrar profesionales con las habilidades digitales necesarias.
- Y, por último, entre el 50% y el 80% de los alumnos de la Unión Europea no utilizan métodos didácticos digitales, como libros de texto interactivos, realidad virtual, podcasts, simulaciones o gamificaciones a lo largo de su etapa educativa.
En la actualidad, el Covid-19 se ha sumado a estos argumentos para justificar el cambio del paradigma educativo tradicional hacia la Educación virtual y ha reducido drásticamente el plazo para conseguirlo. Para conseguir ahora este objetivo es necesario desarrollar una serie de acciones orientadas en dos principios fundamentales:
- La digitalización del sistema educativo: el sistema educativo necesita aumentar el número de recursos técnicos disponibles para los docentes y el personal educativo (dispositivos informáticos, software educativo específico, sistemas de gestión de aprendizaje on line, desarrollo de proyectos de transformación digital…), fomentando así la gestión y digitalización del futuro sistema educativo.
- La renovación del rol del docente: ante este escenario, el docente necesita profundizar en el conocimiento y aplicación de las nuevas tecnologías para integrarlas de forma gradual en su actividad. El docente debe romper con los hábitos adquiridos al usar habitualmente enfoques metodológicos basados en la clase presencial, y adaptarse a una nueva situación con clases virtuales en las que desarrolle una competencia digital que le permita generar contenido, innovar, avanzar y motivar a un alumnado sometido a un cambio radical en su entorno.
A consecuencia del Covid-19, la sociedad se encuentra ante un mundo que ha cambiado drásticamente de forma imprevisible y en el que no existe capacidad para interpretar con firmeza lo que ha ocurrido u ocurrirá, ni tampoco para prever las posibles consecuencias.
En esta situación de incertidumbre, para que millones de alumnos pudieran continuar con sus diferentes actividades educativas, ha sido necesario transformar el paradigma educativo hacia una Educación digital.
Para lograr esta transformación del paradigma educativo es necesario desarrollar una serie de acciones orientadas hacia la digitalización del sistema educativo y la renovación del rol del docente. Ante la incertidumbre sobre el retorno de la actividad docente presencial o ante un nuevo rebrote del virus en los próximos meses, es necesario seguir desarrollando acciones orientadas en estas líneas para asegurar la viabilidad del sistema educativo virtual.
Desde un enfoque más optimista, ante un futuro escenario libre de Covid-19, el esfuerzo desarrollado a lo largo de estos meses, implantando soluciones para hacer viable el sistema educativo, se debería seguir aprovechando para alcanzar un equilibrio de sistema educativo híbrido, que facilite la flexibilización metodológica de las diferentes etapas educativas y permita sacar partido de las ventajas tanto del sistema educativo presencial como del virtual.
Pablo Fernández Arias y Diego Vergara Rodríguez. Universidad Católica de Ávila.
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