AFAPNA pide que ni se plantee una vuelta normal en septiembre en Navarra

«Los rebrotes están siendo una tónica general y es preciso poner en marcha cualquier medida para salvaguardar la salud tanto del alumnado como de todos los profesionales que habitan los centros escolares», plantea el sindicato AFAPNA en un comunicado, en el que anima a amoldar el plan de contingencia del Departamento de Educación a la situación sanitaria actual.

El próximo curso 2020-21 «en ningún caso» debe iniciarse en una fase 1 de normalidad, insisten en la nota, en la que reiteran la misma posición que durante el pasado mes de julio trasladaron al departamento de Carlos Gimeno.

Para AFAPNA, lo más sensato sería iniciar el curso en la fase 3, lo que conllevaría una bajada de ratios a 15 o 20 alumnos por aula. El mes de agosto se dedicaría a acondicionar los espacios y con esta medida se podría evitar el posterior cierre de centros. «Aún estamos a tiempo de hacer bien las cosas y evitar daños mayores», proclama el sindicato.

El sindicato insiste en que la bajada de ratios supondría contratar a más profesorado, «lo que repercute en una mayor calidad docente y seguridad sanitaria».

El consejero Carlos Gimeno presentó el miércoles 5 de agosto el Protocolo de Prevención y Organización ante el Covid-19 en los centros de primer ciclo de Educación Infantil para el curso 2020-21, elaborado por el equipo técnico de Educación, con la participación de distintos profesionales de Educación Infantil y ratificado por el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra. Un «documento vivo», según el consejero, que «tendrá que ser concretado por el centro educativo», con la directora de la escuela infantil como persona de referencia.

En él se contemplan también cuatro posibles escenarios, en función de lo que determinen las autoridades sanitarias.

• Situación 1 o «nueva normalidad», con un riesgo de contagio relativamente bajo y una alta capacidad de control. Es a la que se aspira en el curso 2020-21, en que las prioridades del Departamento son, por este orden: evitar los contagios, detectar precozmente y aislar los posibles casos que se puedan producir, priorizar la educación presencial, facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral de las familias, garantizando la adecuada educación y atención de los niños y niñas en los centros, y mantener «en la medida de lo posible» el empleo en el sector de las escuelas infantiles. Los niños se organizan en «grupos estables de convivencia» para acotar al máximo tanto las personas como los espacios con los que entran en contacto. Los grupos serán de 8 niños por unidad para menores de 1 año, 12 de 1 a 2 años y 16 de 2 a 3 años.
• Situación 2: Bloqueo de espacios comunes ante un brote de Covid.
• Situación 3: Creación de nuevas unidades, adecuación de ratios y establecimiento de nuevos espacios.
• Situación 4: Cierre total de centros.