USIE ve "decepcionante" la extrema tardanza y "preocupante" la falta de liderazgo del Ministerio
Se prevé que la reunión, entre los 17 consejeros de Educación, los 17 de Sanidad, el ministro Illa, la ministra Celaá y la ministra Darias sea telemática. MEFP
«Tenemos el mayor problema educativo de los últimos 40 años», asevera el sindicato profesional de inspectores USIE en un comunicado, en el que critica que la Conferencia Sectorial del 27 de agosto y la Conferencia de Presidentes anunciada para «finales de mes o inicios de septiembre» para preparar el inicio de curso 2020-21 son dos ejemplos de que «la Educación en España no es un asunto de Estado».
Y lo es, para USIE, porque el sistema educativo «fue apartado de los trabajos de la Comisión para la reconstrucción nacional del Congreso de los Diputados, al no ser considerado un servicio esencial», pero también porque todo se ha organizado «extremadamente tarde», con «falta de realismo, compromiso y liderazgo» del Ministerio de Educación, sin «decisiones relevantes concretas» y sin coordinación de las políticas territoriales».
A continuación Usie pide criterios educativos y sanitarios claros y una mayor dotación de medios materiales y humanos para garantizar la reapertura segura de los centros educativos, mientras la «ola de rebrotes se extiende por todo el país». Al mismo tiempo reclama una mayor inversión que los 2.000 millones anunciados por el Gobierno para incrementar los recursos humanos, disminuir las ratios, adaptar espacios y potenciar los medios tecnológicos y la capacidad digital de los docentes.
El sindicato constata que la convivencia es esencial y reclama unos servicios mínimos de presencialidad en los centros y anima a fijarse en cómo están volviendo a las aulas los países del entorno, pero también le reclama al Ministerio las conclusiones y propuestas del grupo de expertos creado para evaluar el último trimestre del curso pasado.
«La reapertura escolar requiere una oferta de modelos individualizados y flexibles acordes a la realidad de cada centro educativo. No vale una talla única para todos. Pero, al mismo tiempo, se tienen que proporcionar criterios prioritarios, comunes y homologados que eviten agrandar desigualdades, y ahí juega un papel imprescindible el Ministerio de Educación. Algunos criterios prioritarios para la presencialidad pueden ser, por este orden: vulnerabilidad económica de las familias, necesidad de conciliación por las características del trabajo de los progenitores, alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo y grupos de menor edad (Infantil y Primaria)», plantea el sindicato de profesores, para el que «los planes de inspección deben simplificarse al máximo para que se pueda atender lo realmente necesario e importante, por lo que reclamamos no grandes palabras sino medidas concretas y evaluables».