Los 500.000 ordenadores del Gobierno no llegarán a los centros antes de dos meses

La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha estimado en torno al 1% la incidencia del coronavirus en los centros educativos, lo que significa que las medidas adoptadas frente al Covid «están funcionado», y ha considerado «posible» la vuelta a la presencialidad total después del invierno.

En declaraciones a RNE, Celaá se ha referido también al real decreto que permite flexibilizar, durante la pandemia, el número de asignaturas aprobadas para pasar de curso y titular en ESO y Bachillerato, al que se oponen algunas comunidades autónomas, y ha asegurado que la lectura que hacen algunos del mismo es «incorrecta». Así, ha precisado que «no quiere decir que los alumnos con suspensos tengan que pasar de curso», sino que la decisión se debe adoptar de manera colegiada por el conjunto del profesorado que conoce al estudiante.

«Lo que proponemos es que ustedes que son profesionales evalúen de manera global el itinerario académico del alumno y no solamente canten una nota», ha dicho Celaá, quien ha considerado que el trabajo colegiado tiene «muchas más garantías de no equivocarse que cuando se hace en solitario».

Celaá ha insistido en que el objetivo prioritario es la Educación cien por cien presencial, que ya se está haciendo hasta 1º de la ESO, y ha precisado que el objetivo es que lo sea también para los 2º de la ESO y Bachillerato, pero que hay que «ser prudentes» e «ir a paso de buey».

No obstante, ha asegurado que es «posible» el regreso a las aulas de esos estudiantes después del invierno, ya que la idea es ir aumentando progresivamente la presencialidad en el momento en que se aplane la curva y haya menos transmisión del virus.

La titular de Educación ha subrayado que su mayor preocupación en estos momentos es que aquellos niños que estén en cuarentena por haberse detectado un caso positivo en su grupo burbuja puedan «seguir perfectamente» la actividad educativa. «La enseñanza on line tiene que funcionar», ha asegurado Celaá, quien ha señalado que hay «suficiente equipamiento» en los centros para ello. A este respecto, ha informado de que los 500.000 dispositivos electrónicos en los que el Gobierno ha invertido 230 millones de euros llegarán en el momento que se termine la licitación, lo que ha calculado en «unos dos meses».

En cuanto a las pintadas realizadas en el muro exterior de su domicilio en Getxo (Bizkaia) pidiendo su dimisión, Celaá ha dicho que lo ha denunciado y ha asegurado que «conocemos quiénes son los autores, vamos a decir, intelectuales y ahí me voy a quedar». La ministra ha lamentado el suceso que para la gente del País Vasco «nos trae unos recuerdos que no queremos evocar». «Sabemos cómo empieza, empieza con una cacerolada, pintadas y lo tercero ¿qué?», ha advertido.