Objeción a una ley ideológica inexplicable
Visto lo visto, es más que seguro que las hijas de la señora Celaá, ministra de Educación, dejaron atrás su vida escolar hace ya un montón de años. Porque si no, no se entiende su empeño por sacar adelante una nueva ley de Educación sin contar con el parecer de la comunidad educativa, de los sindicatos y de las diferentes asociaciones de los centros educativos y de las familias.
Nuestra ministra de Educación vive fuera de la realidad y se ha propuesto como primer objetivo imponer la ideología de un Gobierno que denomina progreso al retroceso progresivo en los derechos fundamentales de la ciudadanía. Y todo porque ignora cuál es el día a día de los centros educativos y de las familias de los discentes en estos tiempos de pandemia: el uso de la mascarilla, la distancia de seguridad, la limpieza de manos, de sillas y mesas, barandillas, aseos y de todo utensilio que haya sido tocado por alguien, la habilitación de aulas en lugares inverosímiles, la impartición de clases surrealistas y sin poder centrarse en lo importante porque urge evitar el contagio.
Nuestra ministra de Educación vive fuera de la realidad y se ha propuesto como primer objetivo imponer la ideología de un Gobierno que denomina progreso al retroceso
Un servidor, maestro de Religión en la escuela pública, no puede sacar a sus alumnos del aula y ha de compartir habitáculo con el tutor y los alumnos de la asignatura de Valores. Y ahí, arrinconado al final de la clase, con la ayuda de una pizarra del tamaño de una libreta grande y de un ordenador portátil, compitiendo a voces con el otro profesor y la pizarra digital, vigilando el correcto uso de la mascarilla y la distancia social, he de captar la atención de mis alumnos, no la de los alumnos de la asignatura de Valores, y desarrollar y evaluar los objetivos, contenidos y las actividades previstas en la programación que la actual ley nos exige.
Y ahora va y viene la señora Celaá a decirnos que para el próximo curso nos va a cargar con una nueva responsabilidad en esta época de incertidumbre: la de poner en práctica una nueva ley educativa. ¿De verdad cree que con una nueva ley va a mejorar el panorama educativo español? ¿Acaso nos quiere hacer creer que la prioridad primera de su Ministerio ha de ser derogar la Lomce del señor Rajoy y obviar la actual realidad de pandemia? Si esto es así, es porque priorizan imponer su ideología sobre los intereses y el bienestar de todos los españoles.