Ossorio dice que la semipresencialidad es un éxito y el PSOE lo cuestiona

A pesar de las dificultades generadas por la pandemia de la Covid-19, un mes y medio después del comienzo del curso 2020-21, «no hay incidencias graves y todo está funcionando muy favorablemente, también en la semipresencialidad», ha señalado el consejero de Educación en respuesta a una pregunta del grupo socialista en el pleno de la Asamblea de Madrid.

En las instrucciones de inicio de curso, la Consejería de Educación planteó que los alumnos de 3º y 4º de la ESO, de Formación Profesional y de Bachillerato debían tener un mínimo de entre una tercera parte y la mitad del horario semanal de educación presencial. Algunos centros, aplicando su autonomía, han optado por dos turnos en franjas horarias distintas, otros han optado por días alternos y otros han implantado mayores grados de presencialidad, ha explicado Ossorio.

En aquellos centros, cuyas circunstancias sanitarias lo permiten, hay una mayor presencialidad, algo que «no depende de que sean públicos o concertados», sino que es «un problema de las posibilidades» que tiene cada centro, ha indicado el consejero.

Las fórmulas que han utilizado los distintos centros educativos han sido variadas: unos están con cursos creados en las aulas virtuales, otros están con clases en streaming y otros están con aulas inversas.

«Hemos hecho una apuesta sin precedentes por la digitalización de las aulas y la tecnología», ha asegurado el consejero, quien ha precisado que se ha mejorado la plataforma EducaMadrid, que es necesaria para la educación semipresencial, dotándola una velocidad diez veces superior a la que tenía. Además, ha agregado, se ha creado un nuevo sistema de aulas virtuales, se ha puesto en marcha un currículum digital, se ha creado una plataforma de lectura que se llama Madrid sin límites y pronto llegarán a las aulas 100.000 ordenadores.

«Hemos tenido éxito con la semipresencialidad», ha subrayado Ossorio antes de precisar que, en febrero, 172 centros utilizaban las aulas virtuales, mientras que ahora las utilizan 310 de Secundaria, que son prácticamente todos. En febrero, había 30.000 cursos creados en las aulas virtuales, en tanto que ahora hay 82.000, con lo que se han incrementado el 272 por ciento. En febrero, solo 4.000 profesores utilizaban las aulas virtuales y ahora las usan 14.000. «Ésta es la realidad de la semipresencialidad y estamos satisfechos de cómo está funcionando», ha afirmado el consejero.

Por su parte, la diputada socialista Marta Bernardo le ha dicho que «no puede estar siempre cacareando lo bien que lo hace basándose en la irrealidad» y le ha pedido que deje de «marear la perdiz» con las «promesas incumplidas» de «ordenadores, cámaras, profesores, internet o adaptación de espacios» cuando «su objetivo es desprestigiar a la Educación pública».

Para Bernardo, «la enseñanza presencial es la única manera de poder garantizar la igualdad de oportunidades», mientras que «la enseñanza semipresencial cercena el derecho a la educación, evidencia la desigualdad entre los más privilegiados y los más vulnerables, genera incertidumbre entre padres y docentes, acentúa la brecha social y no permite una Educación de calidad». A su juicio, el problema viene de lejos: los espacios educativos son pequeños, están saturados y mal diseñados, las ratios están disparadas desde hace años, hay problemas de planificación para contratar al profesorado y faltan recursos, dispositivos, cámaras y acceso a internet.

La parlamentaria socialista ha reconocido que la situación es «complicada», pero ha opinado que la Consejería de Educación tendría que haber hecho un esfuerzo para que la Educación fuera totalmente presencial con las medidas de seguridad adecuadas mucho antes.