Nuevos retos: la formación y las empresas se reciclan

La Consejería de Ciencia, Universidades e Innovación de la Comunidad de Madrid impulsó la jornada Re-ThinkingLearning, la cual fue organizada por la Fundación Universidad-Empresa (FUE) con el apoyo de la Cámara de Comercio de Madrid.

En esta cita, se analizaron las demandas de nuevos perfiles por parte del mercado laboral y se destacó la importancia del vínculo entre la universidad y la empresa. Con el fin de profundizar en esta nueva realidad, desde MAGISTERIO hablamos con Carmen Palomino, Chief Operating Officer (COO), de FUE. 

Una de las conclusiones extraídas de la jornada tiene que ver con la brecha entre el mercado laboral y la formación universitaria que, con todo lo que ha supuesto el Covid-19, ha aumentado, sobre todo, en los temas digitales.  

De este modo, la urgencia en la toma de medidas de seguridad sanitaria ha propiciado que el teletrabajo sea una realidad, el cual está modificando el perfil que demandan las empresas, lo que tiene consecuencias directas en la formación.

En este sentido, Palomino señaló que más del 40% de las competencias básicas van a cambiar. Además, en el último informe del Foro Económico Mundial se recoge que el 54% de los profesionales van a necesitar pasar por un proceso de recycling, es decir, tendrán que recapacitarse y reciclarse, en los próximos años, como consecuencia de la digitalización y de la adaptación a la tecnología.

“Lo que está claro es que el teletrabajo no es pasar de una oficina a tu casa, ya que hace falta una serie de competencias muy diferentes, es decir, se requieren las nuevas competencias digitales”. 

Dicho esto, la experta indicó que no solo varía la forma de trabajar, sino también el liderazgo, puesto que los profesionales tendrán que tener capacidad de medir para saber si lo que están haciendo funciona o no funciona. “Hay que tener en cuenta que, si ya no estamos en una oficina, las formas de trabajar son diferentes, por lo tanto, las competencias que se necesitan también lo son”.

Por otro lado, Palomino expresó que la digitalización trae consigo grandes facultades al facilitar el trabajar e interactuar con personas que están en cualquier parte del mundo. “Eso nos aporta unas posibilidades infinitas y, por lo tanto, aquella persona adaptada a este mundo, a esta nueva realidad, tendrá más opciones. De igual modo, las empresas que implementen mejores y más eficientes personas a sus equipos, también mejorarán”.

Para los expertos, en estos momentos, con la reactivación económica y con la recuperación de una senda sostenida de crecimiento, es necesario construir un nuevo modelo productivo. Esta premisa también es defendida por Palomino, la cual manifestó que hay que trabajar en un modelo más resiliente, más competitivo y más diverso. 

“Esto solo será posible si se cuenta también con un sólido marco de colaboración entre la universidad que, al final, es la generadora de nuevos conocimientos y de nuevos profesionales, y las empresas como receptoras de ese talento formado en las aulas, pero también como creadoras de nuevos conocimientos”.

Y, en este sentido, aseveró: “El valor de los recursos es el talento y, cuanto más talento tengamos y mejor formado, más preparados estaremos para el nuevo futuro del país. Por ello, hace falta que la universidad y la empresa vayan de la mano, es decir, se necesita la solidez de la universidad, pero también la actitud emprendedora e innovadora de las empresas”.

Así, Palomino hizo hincapié en la simbiosis entre las dos instituciones, ya que, a su parecer, una sin la otra no tiene sentido. “Hay que colaborar y ayudarnos porque, al final, las universidades forman a las personas, pero las empresas constituyen ese espacio en el cual se desarrollan como profesionales. De ahí la importancia de que ambas entidades estén ligadas y se retroalimenten mutuamente”.

Durante la jornada Re-ThinkingLearning, los expertos coincidieron en que las capacidades blandas o soft skills son un elemento que apoyan desde las empresas y un tipo de competencia que se está demandado.

En su intervención, Nikolaus Von Hesler, director de Recursos Humanos de Siemens, señaló: “Saber relacionarse, hacerse entender o automotivarse, son habilidades que todas las empresas necesitan en sus equipos y es una forma de ir creciendo y avanzando”. 

Por su parte, Palomino expresó que las soft skills tienen que ver con todo aquello que cualquier profesional, provenga de la titulación que provenga, necesita. “Son todas esas competencias que tienen que ver mucho con el día a día. La universidad está muy centrada en todo lo que son las hard skills, es decir, los conocimientos y los conceptos técnicos, pero también es muy importante trabajar esas habilidades de comunicación, de trabajo en equipo, de liderazgo”.

“Por ejemplo –continuó–, un ingeniero puede ser técnicamente inmejorable, pero si carece de esas habilidades blandas porque nunca las ha trabajado, a lo mejor, no es tan eficiente en un equipo porque no sabe trabajar en conjunto”.

Para la experta, las soft skills van a ser fundamentales en un futuro, algo que considera que la pandemia del Covid-19 ha enseñado a la sociedad. “La colaboración es primordial, sobre todo, en equipos multidisciplinares donde hay que aprender a colaborar con personas de diferentes áreas”. Por último, Palomino quiso señalar que las empresas y las universidades están muy concienciadas con la importancia de la colaboración entre ambas instituciones. Y aseveró: “Tenemos que seguir ahí, en esa labor de ayuda mutua”.

• Martha Alles, en Desarrollo del Talento Humano: Basado en competencias, une a los conceptos de talento y competencias como sinónimos. De esta forma, demostrar talento para una determinada ocupación implica la posibilidad de desglosarlo en competencias que pueden ser medidas y desarrolladas.   
• En otro de sus trabajos titulado Dirección Estratégica de Recursos Humanos: Gestión por competencias, Allen establece que las competencias pueden ser clasificadas como blandas, es decir, aquellas características de la personalidad, difíciles de desarrollar y de amplio alcance, y duras, es decir, conocimientos técnicos, prácticos, mecánicos, específicos para una tarea o actividad. En inglés se conocen como soft y hard skills, respectivamente.
• De igual modo, en el estudio Manpowergroup sobre escasez de talento en el mercado, se afirma que una de las principales dificultades para encontrar candidatos es la falta de habilidades de empleabilidad o blandas, es decir, de las soft skills.