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Ortega vuelve a París

Manuel Carmona
Profesor universitario
23 de noviembre de 2020
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No pudimos disfrutar del café humeante ni de los croissants con que el equipo de profesores y profesionales del Instituto Superior de Comunicación (ISCOM) de París dan la bienvenida a los docentes e investigadores que cada año participamos en sus Días Internacionales. Se trata de un evento que pretende acercar a los jóvenes universitarios franceses y de otros países que cursan sus estudios en esta prestigiosa institución a las filosofías educativas, a las prácticas profesionales de otras latitudes y universidades y al abordaje de temas clásicos y de nuestro tiempo.

ISCOM cuenta con ocho sedes en el hermano país francés: Paris, Lille, Lyon, Montpellier, Rouen, Strasbourg, Toulouse, Bordeaux. A finales de septiembre, el competente grupo de profesionales encabezado por Shahzard Coudert, Cristina Miramontes y Adriana Congiu, nos comunicó que por la pandemia del Covid 19, celebraríamos estas jornadas y estos cursos por la teleplataforma de Team.

No fue posible estos días pasear por los puentes del Sena ni surcarlo en su célebre bateau mouche. No pudimos contemplar las vistas de París desde ese mirador rompedor e icónico que creó Gustave Eiffel. No callejeamos por el Barrio Latino para adentrarnos en sus callejuelas y sentarnos a saborear las delicias de sus Bistrot, ni nos paramos a recorrer las estanterías de la histórica librería Shakespeare and Company por donde transitaron hace un siglo F. Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway o James Joyce, entre otros.

Sin embargo, con la ayuda de la amable y magnífica traductora Cristina Miramontes, dada la dificultad y profundidad del curso que les impartí durante la semana pasada, fue posible hacerles ver la actualidad de La rebelión de las masas a estos estudiantes. Han podido conocer no solo los principales temas abordados en este ensayo clásico sino también plantearse las consecuencias que para nuestras vidas tienen fenómenos como: hablar mucho y no escuchar al otro; creerse una autoridad en un tema cuando en realidad se ignora el mismo; el peligro de los nacionalismos y de los movimientos dictatoriales como el comunismo, el fascismo y el nazismo y sus epígonos hoy en día; o la importancia del Derecho Internacional y sus orígenes en el Ius Gentium que crearon Suárez y Vitoria para proteger los derechos de los pueblos indígenas americanos.

París, que es una ciudad muy cinematográfica por su belleza, por las incontables creaciones audiovisuales que la vienen mostrando desde hace más de un siglo, o por la entrega de los prestigiosos Premios César, estuvo en todo momento presente en nuestro curso como también lo estuvieron Madrid, Londres, Berlín, Roma, Moscú, Lisboa o sus equivalentes urbes y pueblos americanos. Porque como les hice ver a los universitarios, en La rebelión de las masas lo que está latiendo son los problemas y las circunstancias de la persona de cualquier generación en aquel tiempo y en nuestra época.

Porque como les hice ver a los universitarios, en La rebelión de las masas lo que está latiendo son los problemas y las circunstancias de la persona de cualquier generación en aquel tiempo y en nuestra época

Gracias a la genialidad reflexiva de Ortega y Gasset, y a su seductora palabra, viajamos desde el siglo XI cuando van confluyendo los usos, las costumbres, las normas y las formas que dan origen a la sociedad europea siempre añadiendo el toque peculiar o injerto que cada sociedad de cualquier país de Europa y América aporta a esa cultura y filosofía de vida común. Pudimos dar el salto hasta el otro lado del charco para entender porqué los viajes al continente americano desde finales del siglo XV hasta hoy son trayectos de ida y vuelta. Son rutas que están continuamente influyendo las unas sobre las otras a través de las decisiones y proyectos personales e intergeneracionales, y también de las entidades públicas y privadas que hay en Occidente. Lo estamos viviendo una vez más en estos meses y semanas: una empresa alemana Biotech junto a su socio estadounidense Pfizer unidas en la carrera por la creación de la vacuna contra el Covid 19 (como otras instituciones); o el interés con que la opinión pública europea ha seguido el proceso electoral y su desenlace a la presidencia de los Estados Unidos. Les presenté al gran estadista, John Adams y a su sabia mujer Abigail, figuras clave en la fundación de aquel país, y en la ayuda que recibió la nación norteamericana de Francia y España frente al absolutismo de la Corona británica. Y como estos, pudiéramos poner infinidad de asuntos que nos afectaron o afectan a cualquiera.

Como ocurre con los alumnos de España o de Turquía, observo detalles que se reiteran y otros que varían en función de los hábitos que cada escuela tiene establecidos en su funcionamiento diario. Tienden muchos a no encender las cámaras de sus ordenadores, pero al mensaje conciliador y claro de Miramontes o de Coudert, los chicos y chicas ipso facto pasan a estar visibles a través de la plataforma. Cotejo una realidad indiscutible de la sociedad occidental de los últimos seis siglos cuando menos: somos diversos por la variedad de nuestras etnias de origen, pero compartimos unas lenguas comunes algunas de ellas con más peso y tradición internacional para usarlas para nuestra comunicación.

Reaccionan a los estímulos que les trato de infundir con comportamientos diferentes. Percibo en sus movimientos corporales el grado de interés que les genera el curso, en especial cuando o bien tienden a mover sus bustos hacia la pantalla del ordenador, siendo la postura habitual durante toda la clase; o bien hacen gestos faciales que denotan hasta qué punto están siguiendo mi discurso. Varios de ellos toman notan en sus folios y cuadernos. Y me llevo una gran alegría cuando dos de ellos, Timothe Chiknagi y Charlotte Hannon me realizan sendas cuestiones y reflexiones, pasamos a interactuar y nos comentan a todos que se van a hacer con un ejemplar de La rebelión de las masas. Ortega vuelve a París o quizá no se fue. Me despido de ellos en mi torpe francés, gracias a la ayuda previa de mi amiga Marga Revenga.

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