Atención personalizada: la clave para el éxito educativo
Es a partir de los 2 años cuando se denotan las características principales del proceso de desarrollo individual del niño. © IULIIA_N
En un momento en que la comunidad educativa pone el foco en el alumno, se demandan nuevos métodos y herramientas que contribuyan a su atención integral y personalizada. En este contexto, el Grupo Edelvives, fruto de un acuerdo de colaboración con Dide, pone a disposición de padres, docentes, educadores y profesionales de la salud, una innovadora plataforma para identificar necesidades educativas en niños y adolescentes de entre 2 y 18 años.
La editorial se ha convertido así en distribuidor oficial exclusivo de una herramienta que, en palabras de su fundador y CEO del Grupo VS, Alberto Ramírez, representa una metodología de prevención que ayuda a conocer mejor al niño: “Dide facilita una visión global de su perfil para detectar precozmente sus fortalezas, dificultades y necesidades”. Basada en el método de la observación, la plataforma ha sido creada por profesionales de la orientación educativa y, además de las situaciones relacionadas con el aprendizaje, evalúa las emociones, el comportamiento, la nutrición, la autoestima o el uso de las nuevas tecnologías, hasta alcanzar un total de 35 indicadores.
Dide democratiza el acceso de todos los niños a una valoración 360º, todos pueden ser evaluados de forma ágil y deslocalizada
"Una de sus características más reseñables es que comienza a evaluar a los menores a los dos años. En este sentido, el neuropediatra y director del Instituto Andaluz de Neurología Pediátrica (Inanp), Manuel Antonio Fernández, explica que es en los primeros años cuando el sistema nervioso tiene un mayor potencial de desarrollo y capacidad de compensar las posibles dificultades: “Una detección precoz permite limitar las repercusiones y, en determinados casos, incluso normalizar el desarrollo. Por esta razón, resulta fundamental para el buen porvenir de los niños con dificultades”.
La plataforma, que no requiere de conocimientos específicos y es completamente online, presenta un funcionamiento sencillo. Después del registro, el usuario inicia un estudio, selecciona la edad del niño y los indicadores a observar. Posteriormente, el sistema propone el cuestionario e invita a responder a los participantes. Cuando se reciben las respuestas, se descarga el informe de resultados, así como las pautas de orientación. Este informe proporciona a padres y educadores un análisis integral del desarrollo y el aprendizaje del niño. Se trata de lo que Ramírez define como “un análisis 360º”: “Consiste en poner en el eje central al menor y obtener información sobre aspectos significativos de su aprendizaje, desarrollo, relaciones sociales y comportamiento. Todo ello, desde distintos puntos de vista: desde el de los padres y docentes hasta el de los profesores de apoyo”.
Por su parte, Fernández subraya que “aunque a partir del año ya pueden apreciarse rasgos generales del desarrollo infantil, es a partir de los 2 cuando se denotan las características principales del proceso de desarrollo individual”. Al respecto, recuerda que, a estas edades, habitualmente son los padres los primeros en detectar las anomalías iniciales: “En ese preciso momento es cuando los profesionales deberíamos estar alerta para tomar en serio la percepción de las familias”. En este sentido, lamenta que “con demasiada frecuencia se ven casos en los que las sospechas de los padres no fueron atendidas y acabaron sin la atención necesaria para ayudar a los chicos”.
Fernández explica que Dide permite estandarizar un proceso de detección precoz mediante el análisis y la observación estructurada, basada en la información aportada por padres, educadores y terapeutas. Con estos datos, se crea un perfil de desarrollo integral que nos muestra las potencialidades y debilidades de cada niño, así como de grupos definidos. Ramírez añade que la obtención de ese “mapa de características” desde los 2 años va a facilitar la intervención temprana y prevenir problemas educativos en el menor, incluso antes de que se hagan evidentes y manifiestos. En este sentido, Alejandro Cebrián, director de operaciones del Grupo Edelvives, concluye que “con Dide se democratiza el acceso de todos los niños a una valoración 360º; todos pueden ser evaluados de forma ágil y deslocalizada”.
Cebrián, además, pone de relieve la importancia de las emociones: “Cuando hablamos de Educación, parece que solo se piensa en los contenidos curriculares y se desatienden otros aspectos como las habilidades, las capacidades o las emociones, que no deben pasar a un segundo plano”.
Por otra parte, alerta de que en este momento hay un gran número de niños a los que no se les atiende. Por esta razón, subraya, “Edelvives ha apostado por esta herramienta, donde la valoración de las necesidades está al alcance de todos los niños; ninguno queda excluido gracias a que se puede acceder a ella desde cualquier lugar y a la rapidez de la evaluación”. La recogida de datos es útil para las escuelas. Al conocer el mapa de necesidades de los alumnos de un centro, se pueden personalizar los recursos pedagógicos y establecer las estrategias en función de sus propias necesidades.
La finalidad del acuerdo entre Edelvives y Dide se centra en mejorar el aprendizaje en las aulas para lograr así el éxito educativo, al mismo tiempo que se consigue el bienestar de alumnos y sus familias. Alejandro Cebrián recuerda que la alianza responde en parte a la misión de la editorial: “Atender a personas que transformen el mundo”.