Cuentos que acompañan al duelo
Es a través del duelo donde se llega a aceptar e integrar la pérdida, de ahí la necesidad de acompañar a los niños y las niñas en este proceso. De hecho, los cuentos son un recurso excepcional para acompañarles en la pérdida de sus seres queridos.
A continuación, os muestro una selección de cuentos que os pueden servir en esos momentos tristes.
¡Deseo que os ayuden!
Cuando la pérdida es de un abuelo
–«¿Dónde está el abuelo?» Mar Cortina. Amparo Peguero. Ediciones Tàndem
Los abuelos, las abuelas y otras personas que queremos, mueren y nos dejan. La muerte acompaña la vida, forma parte de ella. Educar para vivir reclama también, como dicen los expertos, contemplar serenamente la idea de la muerte. Un texto delicioso sobre una vivencia difícil, ilustrado con una sensibilidad serena.
–«Nana Vieja». Margaret Wild y Ron Brooks. Ediciones Ekaré
Nana Vieja y su nieta han vivido juntas por mucho tiempo y comparten todo, incluyendo los oficios de la casa. Una mañana, Nana Vieja no se puede levantar a tomar el desayuno como de costumbre. Con calma, va poniendo sus cosas en orden para, finalmente, llevar a su nieta a dar un último y largo paseo para explorar las cosas maravillosas que las rodean.
–«Abuelo, ¿Dónde estás?» Elisa Mantoni. Editorial Everest
Nuestro pequeño protagonista llega a casa y todo su afán es saludar al abuelo. Lo busca y lo llama por todas partes, pero no lo encuentra. Su madre le dice que se ha marchado para hacer un largo viaje. El desconsuelo del pequeño no puede ser mayor. Piensa qué ha podido hacer que no gustase al abuelo y éste haya tomado tan drástica decisión. Finalmente, su madre se lo explica con claridad. Tierna y sugerente, esta entrañable historia aborda un tema difícil: el de la muerte, además de exponer la necesidad de explicar a los niños las cosas sin disfraz, pero con amor y delicadeza.
Cuentos para acompañar a los niños en su duelo
–«Para Siempre». Camino García. Marco Recuero. Editorial La Fábrica de los Libros
No debemos esconder o maquillar la muerte. Desde la niñez, es preciso integrarla en nuestra biografía como un hecho más de la existencia. Como las flores en primavera y los días grises otoñales, hay que naturalizar la muerte.
–«El árbol de los recuerdos». Britta Teckentrup. Nubeocho Ediciones.
«Zorro había tenido una vida larga y feliz, pero ahora estaba cansado.
Observó su querido bosque una última vez, cerró los ojos y se quedó dormido para siempre.»
–“El pato y la muerte”. Wolf Erlbruch. Barabara Fiore Editora.
“Siempre llega un momento en que el niño se pregunta sobre la muerte. Ingenuamente, con toda la naturalidad del mundo. Los padres lo saben, pero pocas veces tienen preparada una respuesta simple y convincente. El personaje de la muerte en este libro de Erlbruch es una acompañante silenciosa y leve como una pluma, siempre presente, aunque no la percibamos.
–“Vacío”. Anna Llenas. Barbara Fiore Editora.
Una vida apacible y feliz puede verse truncada de repente por la toma de conciencia de un gran vacío, un agujero que nos atraviesa el pecho y nos lanza de inmediato a una forma de vida que no sabemos cómo llevar. Esto es lo que le pasa a la protagonista de esta historia, una niña feliz que, tras sufrir una inesperada pérdida, descubre en su interior un gran vacío.
–“Un pellizco en la barriga”. Alma Serra. Marta López. Babidi-Bú Libros.
Mar es una niña que ha vivido la pérdida de un ser querido con la que tenía una estrecha relación. El problema es que no es capaz de expresar lo que siente y por ello hay veces que se enfada, llora, no tiene ganas jugar o actúa como si no hubiera pasado nada. Nadie sabe que guarda un gran secreto que le provoca un pellizco en la barriga y es que se siente triste por todas las cosas que no pudo decirle, los abrazos que ya no puede darle o las disculpas que no pudo pedirle.
–“Soy la muerte”. Elisabeth Helland. Marine Schneider. Barbara Fiore Editora.
Un delicado libro ilustrado sobre la inseparable unión entre vida y muerte. Una muerte representada con la figura de una joven mujer, con dulces rasgos, que visita a animales, ancianos, niños, aún aquellos que todavía no han nacido. Les guía en el viaje final y les habla de la vida, del amor y de la muerte. Un libro sobre la muerte, pero también un canto a la vida y al amor que todo lo puede transformar y que es parte de la vida como lo es de la muerte.
–“Gracias, Tejón”. Susan Varley. Ediciones Los Cuatro Azules.
Tejón era ya muy viejo y sabía que pronto tendría que morirse, pero no sentía miedo, a fin de cuentas morir significaba simplemente abandonar un cuerpo que ya no funcionaba tan bien como cuando era joven. Lo que le preocupaba en realidad era cómo se sentirían sus amigos cuando él ya no estuviera. Cuando Tejón se despide, alejándose madriguera abajo, sus amigos se sienten muy tristes. Lo único que les consuela es recordar aquellas cosas que Tejón les enseñó cuando aún vivía.
– “¿Qué viene después de mil?”. Anette Bley. Ediciones Takatuka.
«¿Qué viene después del mil?», le pregunta la pequeña Lisa a su amigo Otto, con el cual está aprendiendo a contar las estrellas. Lisa ya sabe contar hasta dieciséis, pero en el cielo hay muchas más estrellas, por lo menos mil, le ha dicho el viejo Otto. Con él pasa ratos muy divertidos, pero un día Otto se pone enfermo y muere al cabo de un tiempo. A Lisa le cuesta acostumbrarse a su ausencia. Es la mujer de Otto la que le hace comprender que aunque no podamos ver a una persona, ésta puede seguir presente dentro de nosotros.
–“Cuando la muerte vino a nuestra casa”. Jürg Schubiger. Rotraut Susanne Berner. Loguez Ediciones.
Este libro nos muestra cómo con la muerte no solamente aparece el sufrimiento sino también la compasión y el consuelo. «Es un gran logro narrar con sencillez algo así: que lo finito da y quita vida».
–«Invisible, un lugar en el corazón». Cynthia Santacruz. Ediciones Babidi-Bú
Tomás ha perdido a alguien importante en su vida. La confusión y el malestar que percibe en su mundo externo, empieza a apoderarse de su mundo interno. Alguien le ayudará a entender lo que está sucediendo, y le acercará hasta una mágica conclusión.
Cuando la pérdida es del padre o de la madre
–“¡No es fácil, pequeña ardilla!”. Elisa Ramón. Rosa Osuna. Kalandraka editora.
La pequeña ardilla sentía una pena muy grande porque su madre había muerto, y pensaba que nunca más sería feliz. Pero la vida continúa y el amor curará sus heridas.
-“Julia tiene una estrella”. Eduard José. Valentí Gubianas. Editorial La Galera.
Julia tiene una estrella. La estrella de Julia es de verdad, de las que hay en el cielo y se ven de noche. Y es muy especial: su madre se marchó allí a trabajar.
– “Papá no está”. Aurora Losada. Laurory ediciones.
Leo vivía feliz con su papá, su mamá y su gata. Pero un día papá empezó a ponerse raro… y no volvió nunca más. Leo iniciará un viaje por la negación, ira, negociación, depresión y aceptación hasta reencontrarlo.
Cuando la pérdida es de una mascota
–“Yo siempre te querré”. Hans Wilhem. Editorial Juventud.
Este libro es la historia de Elfi, la mejor perrita del mundo. Y también de la profunda amistad entre un niño y un perro. Se crían juntos, pero Elfi crece más deprisa que su joven dueño, y después de una feliz vida de perro llega el momento en que Elfi se despide para siempre.
–“¿Cómo es posible?”. Peter Schössow. Loguez Ediciones.
Nadie sabe por qué la pequeña niña, con el gran bolso, increpa a gente desconocida, hasta que alguien se atreve a preguntarle. Ella está triste porque Elvis ha muerto. No el famoso Elvis, sino su canario, que ahora recibirá un enterramiento digno. También puede contarles a sus nuevos amigos cómo era Elvis y lo bien que cantaba. Un libro que sirve de consuelo a los niños y un maravilloso álbum lleno de poesía.
Algunos ejemplos de libros para niños más mayores (final de primaria y secundaria):
-“Mejillas rojas”. Heiz Janisc. Aljoscha Blau. Lóguez ediciones. Secundaria
En este libro vemos cómo un abuelo narra cuentos a su nieto, aunque en realidad es un homenaje al abuelo, que ha fallecido y cuyo nieto sigue escuchando sus historias.
-«Un monstruo viene a verme”. Patrick Ness. Nube de Tinta Ediciones. Secundaria
Siete minutos después de la medianoche, Conor despierta y se encuentra un monstruo en la ventana. Pero no es el monstruo que él esperaba, el de la pesadilla que tiene casi todas las noches desde que su madre empezó el arduo e incansable tratamiento. No, este monstruo es algo diferente, antiguo… Y quiere lo más peligroso de todo: la verdad.
-“El jardín de mi abuelo”. Mabel Pierola. María Angels Gil. Bellaterra Ediciones. Últimos cursos de educación Primaria.
El jardín de mi abuelo es un método para introducir a los niños en la comprensión del ciclo vital.