¿Es España un país de ciencias o de letras?
España –en materia de ciencias o de letras– es el resultado de lo que su Educación hace de ella. Dos factores pueden invocarse, de conformidad con diferentes estudios internacionales, a la hora de explicar el rendimiento de los alumnos en matemáticas y ciencias.
Por un lado, está el grado en que los alumnos profesan la moral del esfuerzo. Así, el éxito de los países orientales –tales como Singapur, Hong Kong, China o Japón–, que se sitúan en las posiciones de cabeza en los rankings internacionales de rendimiento en matemáticas y ciencias, es, en parte, atribuible, según los investigadores, a los efectos del valor moral que asigna la doctrina de Confucio al esfuerzo personal y que se incorpora a su matriz cultural. Esas materias, por su grado de abstracción, tienen un mayor nivel de dificultad para buena parte de los alumnos, y requieren, por lo tanto, de un mayor esfuerzo personal.
Estas materias, por su grado de abstracción, tienen un mayor nivel de dificultad para buena parte de los alumnos, y requieren, por lo tanto, de un mayor esfuerzo personal
Pero esto es tan solo una parte. La otra tiene que ver con la atención que esos países vienen prestando, a lo largo de las tres últimas décadas, a políticas rigurosas centradas en el profesorado: selección, formación inicial y desarrollo profesional. Es precisamente la competencia docente que logran en su profesorado lo que explica, en buena medida, su ventaja comparativa en cuanto a los resultados de sus alumnos.
En el caso de un país occidental, y además hermano, como Portugal –que ha ido mejorado sus puntuaciones en matemáticas y ciencias en PISA, desde los inicios de esta evaluación internacional– nos encontramos no solo con la exigencia de un máster de dos años de duración para acceder a la profesión docente, sino también con una reforma de los currículos de formación de los maestros que refuerza los contenidos científicos. En España, de acuerdo con el estudio TEDS-M, predomina, con mucho, el tiempo dedicado, en la formación de los maestros, a la didáctica de la matemática, frente al aprendizaje de las matemáticas propiamente dichas.
En España, de acuerdo con el estudio TEDS-M, predomina, con mucho, el tiempo dedicado, en la formación de los maestros, a la didáctica de la matemática, frente a la aprendizaje de las matemáticas propiamente dichas