Fernando García: “La atención personal del alumno es el punto nuclear de nuestro proyecto”

Fernando García Fernández es el director general del Grupo Educativo COAS, un conjunto de colegios concertados repartidos entre Vizcaya, Guipúzcoa y La Rioja con una amplia oferta educativa. Su proyecto educativo va desde la cuna hasta la universidad y se centra en la atención personal del alumno a través de un tutor que acompaña y conoce no solo al alumno, sino también a los padres.

En una frase, ¿en qué se basa el proyecto educativo del Grupo COAS?
—Para nosotros, la persona es lo primero. Y, por tanto, todos nuestros esfuerzos didácticos, pedagógicos y de innovación van encaminados a atender a cada alumno según sus características, trabajando codo con codo con las familias. A esto le destinamos muchos recursos. Prácticamente una tercera parte de la jornada laboral de nuestros docentes la dedican a esa atención personal a los alumnos mediante entrevistas personales, y también con las familias.

En la memoria anual del Grupo COAS se indica que lo más importante es que cada alumno sea único. ¿Cómo se consigue?
—Conociéndolo muy bien. Por eso desde que un alumno entra en el aula de cunas a los 0 años hasta que sale del colegio a los 18, tiene ese seguimiento personalizado. Y, a medida que el niño va superando etapas, va habiendo un feedback de sus tutores anteriores para que el nuevo tutor tenga información lo más fiable posible de cuáles son las características de ese alumno, de su entorno familiar y social, de sus aficiones y sus gustos y, también, lógicamente, de su desempeño académico y su potencial, para poder hacer la mejor orientación posible de cara a su futuro profesional.

He visto que dan mucha importancia a la Educación en valores dentro de una inspiración cristiana, pero ¿qué diferencia al Grupo COAS, por ejemplo, de colegios de órdenes religiosas?
—Es cierto que la atención espiritual y la formación cristiana las seguimos de acuerdo al espíritu del Opus Dei, pero somos un grupo de colegios laico. De hecho, como colegios concertados, estamos abiertos a cualquier alumno que quiera escolarizarse, y tenemos alumnos de otras religiones o que no realizan ninguna práctica religiosa, lo cual no significa que no atendamos la dimensión espiritual de la persona, que para nosotros es fundamental. Entonces, más allá de la formación de la asignatura de Religión, todos los alumnos que lo deseen tienen una atención espiritual personal por parte de la Capellanía. Para las familias y para los alumnos también organizamos cursos de formación cristiana. Y todos los profesores están alineados con ese sentido cristiano de la existencia.

Entiendo que se aborda esa dimensión espiritual de forma transversal.
—Tanto es así que hemos empezado un proyecto de innovación para conseguir que, desde todas las materias, la orientación de esa enseñanza sea coherente con los valores cristianos, que en el fondo son los valores humanos. Por tanto, si un profesor de economía está explicando los diferentes sistemas económicos, ha de intentar transmitir desde la visión cristiana que la persona es importante, que hay que atender a los necesitados, que hay que organizar la sociedad para que nadie se quede atrás; o un profesor de ciencias que está abordando la vida, pues que explique muy bien el sentido de la vida, el origen, el final, la dignidad humana…

He visto que en algunas etapas optan por la Educación diferenciada. ¿Por qué recurren a este modelo?
—Nosotros creemos que, en ese proyecto de tutorización personal de cada alumno, la Educación diferenciada nos permite hacer mejor esa atención en algunas etapas educativas. Pero no optamos por la Educación diferenciada porque creamos que es mejor o peor que la mixta; es una cuestión de que la atención personal es el punto nuclear de nuestro proyecto educativo. Es muy llamativo que nos fijemos mucho en que hacemos separación por sexos en algunas etapas y, sin embargo, no demos importancia a la separación por edades, que puede ser igual de artificial.

Ha sido un año complicado para muchos centros que han tenido que pasar a una Educación completamente online. ¿Cómo se ha gestionado en Grupo COAS?
—Llevo tres años en la dirección general del grupo educativo y tuve la suerte de reemplazar a un anterior director general que tuvo una visión profética que nos ha permitido afrontar muy bien toda esta crisis en torno a la pandemia. Porque insistió mucho en la importancia de que alumnos y profesores fueran competentes digitalmente. Y la competencia digital no solo se alcanza poniendo las herramientas, sino si los profesores realmente han trabajado con esas herramientas y se han hecho competentes en su manejo. Nosotros elegimos el iPad porque, aunque fuera un poco más caro, nos parecía que era el que más ventajas nos aportaba y menos inconvenientes. De esa forma, los alumnos, desde hace unos años, ya desarrollaban gran parte de su actividad académica por medios digitales, y la adaptación ha sido muy sencilla.

También he visto una fuerte apuesta por el plurilingüismo.
—En los centros hay tres lenguas vehiculares: castellano, inglés y euskera (o francés en el caso de La Rioja). La innovación siempre la orientamos a mejorar esa atención personal y a ser capaces de que los alumnos desarrollen no solo sus capacidades intelectuales y técnicas, sino también todas esas otras habilidades blandas (trabajo en equipo, gestión emocional, hablar en público…) tan importantes para los empleos del futuro.

• “Hay una actividad que cierra muy bien todo nuestro proyecto educativo: MUN (Model United Nations), un congreso que simula la actividad de la ONU en pro de construir un mundo mejor”.
• “Un grupo de alumnos de 4º de ESO y Bachillerato organiza un congreso que simula la actividad de la ONU; en nuestro caso se desarrolla en Bilbao. Vienen alumnos de muchos países; cada grupo de alumnos adopta el rol de un país, y se discuten algunos aspectos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”.
• “Hay que ser muy competente en inglés para poder llevar a cabo una discusión con alumnos de tantos países, hay que estar muy mentalizado de la importancia de conseguir un mundo mejor a través de los ODS, con la idea de “piensa en global, actúa en local”; a la vez que se conoce el funcionamiento de las instituciones internacionales y se desarrolla la competencia global”.