El cambio generacional tras el Covid-19: la generación de la mascarilla
A lo largo de la historia se han desarrollado diversas generaciones. De hecho, entre los siglos XIX y XX ha tenido lugar una secuencia generacional claramente delimitada en el tiempo: (i) la Generación Baby Boom: nacidos a partir de la década de los 40 y hasta la mitad primera mitad de la década de los 60; (ii) la Generación X: nacidos entre la segunda mitad de la década de los 70 hasta el inicio de la década de los 80; (iii) la Generación Y: denominados también como millennials, han nacido a partir de la década de los 80 hasta el año 2000; y (iv) la Generación Z: la generación internet, nacidos a partir del año 2000.
En todas estas generaciones han tenido lugar acontecimientos históricos que cambiaron su evolución, suponiendo una revolución global, con consecuencias en todos los niveles, fundamentalmente a nivel social, económico y político. La Generación Baby Boom tiene su origen tras el final del conflicto militar con mayor trascendencia de la historia, la Segunda Guerra Mundial, desarrollándose posteriormente en plena Guerra Fría, a lo largo de la década de los 50 y 60. La Generación X vivió en sus primeros años la llegada del hombre a la luna, hecho que puso fin a una competición histórica entre EEUU y Rusia por la conquista del espacio, así como el asesinato del presidente Kennedy, en el año 1963, o la crisis mundial del petróleo en el año 1973. Posteriormente, la Generación Y ha vivido grandes acontecimientos históricos al final de la década de los 80 como la caída del muro de Berlín y la posterior reunificación alemana, así como la Guerra del Golfo. Por último, la Generación Z, que, habiendo nacido con la expansión de la tecnología informática y la implantación global de internet, se vio afectada por otros momentos históricos de gran impacto como el atentado de las Torres Gemelas de Nueva York en el año 2001, o la crisis financiera y sus consecuencias a partir del año 2007.
Los momentos históricos acontecidos a lo largo de los últimos meses supondrán un cambio en las características de esta nueva generación
"Pero si existe un momento a lo largo del anterior siglo XX y el actual siglo XXI que ha supuesto una revolución con consecuencias globales, ese ha sido por desgracia la pandemia originada por el Covid-19 a finales del año 2019 y su propagación mundial a lo largo del año 2020. Las consecuencias de esta enfermedad están siendo globales, causando la paralización económica y social de numerosas comunidades.
Esta nueva generación, “la generación de la mascarilla” o en inglés “Mask Generation”, nacida a partir del año 2019, tendrá características similares a sus antecesoras, pero es posible afirmar que los momentos históricos acontecidos a lo largo de los últimos meses supondrán un cambio en sus características.
Al igual que la pandemia del Covid-19, los hábitos implantados a lo largo de este periodo de tiempo para hacer frente a sus consecuencias, como el confinamiento, el toque de queda, la distancia social o el lavado de manos, supondrán un cambio en las características de esta nueva generación.
Para analizar las características de esta nueva generación post-Covid, “generación de la mascarilla” o Generación M, se puede realizar un análisis desde dos puntos de vista diferentes: optimista y pesimista. El primer análisis, desde un punto de vista optimista, asumiría las consecuencias de la pandemia del Covid-19 como una oportunidad de cambio y de mejora. El otro punto de vista, pesimista, afrontaría las consecuencias de la pandemia como un factor de cambio negativo en las características de esta generación.
Como afirmaba Winston Churchill, “un optimista ve una oportunidad en toda calamidad”. En este sentido, desde una perspectiva positiva, las consecuencias del Covid-19 supondrán un cambio positivo en las futuras generaciones. Por tanto, la generación de la mascarilla se caracterizará por:
- Aumento de la resiliencia: los jóvenes nacidos dentro de esta generación y aquellos que se encuentran en las etapas tempranas, afrontan los hechos acontecidos a lo largo de los últimos meses de confinamiento y posterior desescalada con una elevada capacidad de cambio y positividad, lo cual marcará una personalidad más competente para afrontar circunstancias adversas.
- Elevado conocimiento de las TIC y redes sociales: los largos periodos de confinamiento han supuesto un cambio abrupto en los hábitos de comunicación, relación social y trabajo. Los actuales jóvenes en el futuro es probable que tengan, por tanto, un elevado conocimiento de las tecnologías de comunicación y las redes sociales.
- Elevada inteligencia emocional: los hechos acontecidos durante esta pandemia, así como sus consecuencias, supondrán el desarrollo de una elevada capacidad en elementos de la inteligencia emocional, como el autocontrol o la automotivación.
- Aumento de la empatía: en el futuro, seremos más empáticos, aumentará nuestra capacidad para el reconocimiento de emociones ajenas y la capacidad de ponernos en el lugar del otro.
- Aumento de la creatividad y la capacidad de emprender: los grandes cambios suponen grandes revoluciones y, de este modo, la carrera técnica y científica por el desarrollo de una vacuna efectiva contra el Covid-19 y el surgimiento de ideas innovadoras para hacer frente al confinamiento y la distancia social, supondrán en un futuro un aumento en la creatividad y la capacidad de emprender de los nacidos dentro de esta generación.
Por otro lado, como afirmaba también Churchill, “un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad” De este modo, desde una perspectiva pesimista, el COVID-19 provocará unas consecuencias negativas en la futura generación de la mascarilla, que se caracterizará por:
- Frustración ante el cambio: los duros momentos vividos durante esta pandemia han supuesto en nuestros jóvenes la paralización de sus planes, sueños e inquietudes. Estos hechos tendrán consecuencias psicológicas, que supondrán un aumento en el futuro de su frustración ante el cambio.
- Aislamiento: la pandemia del Covid-19, así como el aumento de las tecnologías de comunicación y las redes sociales, supondrán en el futuro un aumento en la capacidad de aislamiento social, reduciendo la necesidad de establecer relaciones sociales, así como la necesidad de empatizar con los demás.
- Estrés: los duros momentos vividos a lo largo de esta pandemia han supuesto un aumento de las situaciones de estrés a nivel familiar, social y laboral. En el futuro, estos momentos se reflejarán en el aumento del estrés en nuestros jóvenes.
- Rechazo social: la distancia social está suponiendo un cambio en la forma de relacionarnos. En el futuro, nuestros actuales jóvenes rechazarán el contacto, evitarán el cara a cara y la comunicación verbal. Se sentirán más cómodos al relacionarse a través de aplicaciones y redes sociales.
Pero como casi todo en esta vida, no todo es blanco o negro, en la realidad habrá una repercusión desde ambas perspectivas, que marcarán claramente la personalidad de esta generación de la mascarilla, en unos casos con una influencia más marcada hacia la perspectiva optimista y en otros hacia la pesimista.
Aún es pronto para poder analizar las consecuencias que esta pandemia tendrá en el futuro, pero no cabe duda que dará lugar a una nueva generación con una idiosincrasia distinta a la de las predecesoras. Los hábitos implantados a lo largo de esta pandemia del Covid-19 para hacer frente a sus consecuencias supondrán un cambio en las características de esta nueva generación, pero aún es pronto para medir el nivel de cambio ya que dependerá fundamentalmente del tiempo que esta pandemia y sus consecuencias permanezcan en la sociedad.
Desde un punto de vista optimista, el Covid-19 supondrá una oportunidad de cambio y de mejora nunca visto. Desde un punto de vista pesimista, tras la pandemia será complicado regresar al estado anterior a la misma, lo que supondrá numerosos cambios sociales, económicos y políticos. Nuestros futuros jóvenes soportarán numerosos cambios que afectarán negativamente en sus aspectos psicológicos, así como en sus hábitos y habilidades.
Como conclusión final y para transmitir un mensaje optimista, la historia de la humanidad refleja que los grandes acontecimientos han supuesto un cambio del paradigma y la creación de una humanidad mejor. Esperemos, por tanto, que el Covid-19 y sus consecuencias permitan desarrollar una generación de jóvenes más positivos, con una elevada inteligencia emocional, habituada a las nuevas tecnologías y con una elevada capacidad hacia la investigación y la innovación.
Pablo Fernández Arias y Diego Vergara Rodríguez. Universidad Católica de Ávila.
Este caballero confunde los acontecimientos políticos y sociales que ocurrieron en los 60. Con la ya feneciente generacion Baby Boomer. Feneciente en cuanto a que, De un tiempo a ahora, Extendieron la duración de la gen Boomer. Y A principios, Y no mediados de los 70, Surge la generación X. Que muchos se entrelazan con los milennial. En fin que en su reportaje, Dejó desprovista de nombre generacional a la gen X.
Pues si el Covid 19 nos trajo muchos cambios en todo sentido social, económico y emocional, y de relaciones, como bien es cierto todo cambio tiene sus parte positivas y negativas. la generación mascarilla, es post Covid hay que ver cuales serán sus consecuencias. Esperemos que sean positivas en cuanto a una inteligencia emocional, y nuevas tecnologías con gran capacidad de investigación e innovacion.