César Carrasco: “Cuando una lectura se impone, no se disfruta de la misma manera”

Tiene 17 años y ha sido el ganador del XVI Premio Jordi Sierra i Fabra con una impactante historia de terror, con influencias de Stephen King. César Carrasco escribió la novela Los impostores en la época más dura del confinamiento la pasada primavera. Y ya había empezado a escribir otra historia para postularse el año que viene por si este no tenía suerte.

¿Cómo fue la experiencia de escribir un libro en un momento tan complicado como el confinamiento?
—Es verdad que fue un momento muy duro para todos, pero el hecho de estar en casa con una situación tan extrema, me hizo estimular más la mente y concentrarme en aquello que tenía que hacer. Al final fue un momento en el que yo me sentí mucho más inspirado.

¿Piensas que hubieras tenido mucha menos inspiración si lo hubieras escrito en otra época?
—No. Lo único es que hubiera tardado mucho más tiempo en escribirlo porque hubiera estado más ocupado en otras cosas y menos concentrado en escribir. El confinamiento fue un periodo que me sirvió para concentrarme más y dedicar todas mis energías a escribir.

¿En qué te basaste para escribir la novela?
—Me inspiré sobre todo en Stephen King, en su manera de escribir y en sus historias, y en alguna que otra serie, sobre todo thrillers psicológicos, y me entró el gusanillo de escribir algo en esa línea.

¿Pensabas en algún momento que ibas a ganar?
—Siempre estaba ahí la posibilidad, aunque yo prefería convencerme de que no iba a ganar, ya que es lo más sencillo y lo más fácil para no darte luego el golpe.

¿Cómo se consigue enganchar al lector desde la primera página y que no pierda el interés durante la lectura?
—Principalmente planteando desde el principio una trama solvente y que enganche, y también unos personajes que resulten interesantes para el lector, de forma que quiera saber más sobre ellos y conocer su historia. Es importante conectar bien las partes de la historia y también unos personajes con otros, hasta llegar a un final que sea muy sorprendente e inesperado pero que no pierda su relación con las demás partes del libro.

Suele haber una cierta preocupación de que los jóvenes actuales no leen. ¿Cuál es tu impresión?
—Realmente yo creo que hay más gente que lee y que no lo dice. Es un hábito que no se evidencia tanto como otros.

¿Crees que las lecturas que se recomiendan en clase son las adecuadas?
—A la hora de conocer la literatura y la asignatura, sí que son útiles, pero creo que no son las más adecuadas para incentivar la lectura porque al final los jóvenes tienen que leer lo que les gusta y lo que les apasiona. Cuando se trata de una imposición, no se disfruta de la misma manera. Lo que hay que hacer es dejar libertad al alumno para que elija los libros y sepa qué tipo de literatura le gusta.

¿Qué piensas sobre la lectura obligatoria de clásicos?
—Son importantes para tener cultura literaria pero creo que se pueden compatibilizar ambas cosas: reducir los textos obligatorios de esos clásicos y añadir otros libros que elijan los alumnos para que puedan encontrar su afición por la lectura y lo disfruten de verdad.

¿Qué recomendarías a aquellos jóvenes que nos les gusta leer?
—Pueden probar a leer libros que vayan con sus gustos. Por ejemplo, si les gusta las películas de terror, yo les recomendaría que probaran con un libro del mismo género. También es importante empezar siempre con libros más cortos para coger el hábito de la lectura. Pero yo creo que cualquier persona, con un poco de iniciativa, puede descubrir una serie de libros que le enganche.

¿Crees que está en crisis el libro impreso?
—Fíjate que yo nunca he probado el libro digital, porque me gusta la experiencia de leer en papel, ya que en pantalla me agota bastante. Y también me gusta tenerlos físicamente en la estantería y recordarlos. Yo personalmente soy partidario de que cada cual lea como le resulte más cómodo. Entonces no sé hasta qué punto podrá aguantar el libro impreso, pero sí que hay gente como yo, y conozco a muchos más, que nos sigue gustando el libro en papel.

¿Qué beneficios te aporta la lectura?
—La lectura ayuda a abrir la mente y a ordenarla. Si te gustan las historias, te das cuenta de que la lectura es mucho mejor que el cine o la televisión porque colabora más tu mente y tu imaginación, te conviertes en partícipe de esa historia y la puedes vivir desde dentro. Yo con ellas aprendo a escribir, a utilizar la lengua, a expresarme mejor, a tener más vocabulario, a comprender mejor el mundo y a ser más imaginativo y creativo.

¿Qué proyectos tienes pensado para un futuro?
—Por ahora voy a hacer Lengua y Literatura. Quiero ser profesor de Lengua y compatibilizarlo con mi carrera como escritor, poder seguir publicando libros.

• Los impostores cuenta la historia de dos hermanos que se pierden en un bosque de algún lugar remoto de Estados Unidos y son recogidos por un hombre que los lleva a su casa. Allí se encuentran con el hijo del matrimonio, un chico muy extraño, que cree que sus padres son unos impostores.
• La novela se convierte así en una impactante historia de terror que el jurado ha calificado de “arriesgada, capaz de atrapar desde el comienzo, con un final inesperado y con una narrativa sugerente que interpela de manera constante al lector llenándolo de dudas y preguntas hasta la última página”.
• A César Carrasco se le ocurrió la historia viendo una serie en la que una madre envenena a su hija y se sirvió también de las influencias de Stephen King tomando como referencia El Resplandor. Este estudiante de Humanidades quiere ser profesor de Lengua y seguir escribiendo, aunque confiesa que uno de sus sueños, después de publicar su primer libro ahora, es hacer un buen guion de cine.
• La entrega del XVI Premio Literario Jordi Sierra i Fabra se realizará en los próximos meses, con la presentación de la novela ganadora ya editada por SM.