Els Futurs de l’Educació: “Cuando las familias comparten el proyecto, el aprendizaje fluye”
El proyecto quiere replantear la Educación y formar personas capaces de dar respuesta a los retos globales existentes. © ELS FUTURS DE L'EDUCACIÓ
El Fòrum Els Futur de l’Educació es un proyecto que agrupa a una treintena de colegios catalanes, públicos y concertados, que tienen como objetivo «trabajar en el papel que tiene la Educación en un mundo global». Para garantizar el derecho a la Educación ya no basta solo el acceso a la escuela, sino que es necesario garantizar que «todas las niñas y niños desarrollen aprendizajes relevantes para la vida, que den respuesta a los retos de hoy».
Con el fin de conseguirlo, el proyecto educativo se sumó hace un año a la iniciativa de la Unesco, Los futuros de la Educación, que concluirá en noviembre de 2021 con la publicación de un informe, elaborado por la Comisión Internacional, que proporcionará una agenda para la acción y el diálogo entre profesionales y responsables de políticas públicas. El proyecto, que nació hace un año para continuar con la alianza de EscolaNova21, tiene como fin generar espacios de aprendizaje y compartirlos con el conjunto de la comunidad educativa.
Aseguran tener muchas cosas en común, pero sobre todo, el convencimiento de que «la Educación tiene que hacer más que responder a un mundo cambiante, debe capacitar a las personas para que puedan transformar el mundo, lograr más justicia, equidad social y solidaridad global». Fieles defensores de que «el conocimiento y el aprendizaje son los mejores recursos renovables de la humanidad», aseguran que para poder conservarlos «el empoderamiento de las comunidades educativas resulta imprescindible».
La iniciativa de la Unesco promueve precisamente un diálogo mundial sobre cómo el conocimiento y el aprendizaje pueden modelar el futuro de la humanidad y el planeta. Para generar debate y acción sobre el rol de la enseñanza, el conocimiento y el aprendizaje, señalan como imprescindible «la autoorganización en redes y grupos de trabajo por parte de los docentes».
Una de las claves de su éxito es el compromiso que los docentes tienen con el proyecto. Los centros y personas del colectivo «comparten mirada sobre qué significa la calidad educativa» y «tienen un proyecto educativo alineado con este horizonte». Los profesores esperan poder compartir su experiencia y aprendizaje con otros centros, de manera horizontal para establecer espacios de reflexión pedagógica con el objetivo de «compartir aprendizajes entre ellos y con el conjunto de la comunidad educativa», así como contribuir a que se hagan «políticas públicas dirigidas a conseguir una Educación de calidad para todos». Cuando hablan del proyecto educativo no se olvidan de mencionar el papel que las familias tienen en el desarrollo del mismo.
«Las expectativas que los padres y las madres tienen de la escolarización de sus hijos e hijas están directamente relacionadas con las creencias y el recuerdo que conservan de sus propias experiencias». En el momento en que una familia empieza a formar parte de una escuela, necesita encontrar un lugar donde se la reciba sin juicios, ofreciendo el espacio y el tiempo para «poder arraigar y crecer a partir de su vivencia y participación«. Aunque, añaden que «si alguna familia no puede o quiere involucrarse profundamente, la escuela también lo debe aceptar».
Para cumplir con las expectativas que tienen sobre la Educación de sus hijos, «la transparencia en las acciones y decisiones de la escuela, la comunicación y el intercambio con las familias es clave». Las familias necesitan conocer para entender y depositar confianza, «al final nos damos cuenta de que cuando las familias comparten el proyecto, el proceso de aprendizaje de sus hijos fluye«.
El papel de la Educación debería replantearse porque, según afirman, «la escuela debería ser una institución que aprende».
Ante un mundo en transformación exponencial, la escuela ya no puede ser una institución que «reproduce prácticas», sino que debe ser «capaz de dar respuestas a los cambios externos, con una cultura de aprendizaje permanente para toda la comunidad educativa, que pueda adoptar innovaciones organizativas y metodológicas que le permitan avanzar hacia su propósito de ofrecer una formación integral».
El cambio climático o la pandemia actual ejemplifican con fuerza este cambio al que la escuela debe «adaptarse y responder formando personas capaces de dar respuesta a los retos globales existentes».
Transformar la Educación para conseguir un cambio en la sociedad
- Els Futurs de l’Educació considera urgente «elaborar un plan de actualización del sistema educativo a largo plazo que se aleje de las políticas educativas cortoplacistas» para, desde un acuerdo transversal, impulsar la actualización del sistema educativo.
- Apuesta por un proceso de aprendizaje en el que los niños y jóvenes expresen sus propios sentimientos y «no necesiten satisfacer las necesidades de los adultos». «Las escuelas deben ser contextos favorecedores de sueños, que permitan descubrir y potenciar los talentos de cada persona, a veces escondidos».
- Se alejan del término «necesidades del alumnado» para acercarse a pensar en «aquello en lo que están interesados los estudiantes y en lo que es importante para su desarrollo».