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“La ciencia y la solidaridad”, claves de la Universidad de Navarra para salir de la crisis

El centro presentó su hoja de ruta para los próximos cinco años que tiene como leitmotiv la sostenibilidad basada en una Educación de impacto, interdisciplinar y transformadora.
Alba BartoloméMartes, 16 de marzo de 2021
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El Museo de Ciencias es uno de los proyectos de la universidad para conseguir un espacio más dinámico y cercano con la sociedad. © UNAV

A punto de cumplir un año del primer confinamiento, el pasado 4 de marzo, Alfonso Sánchez-Tabernero, rector de la Universidad de Navarra, y María Iraburu, vicerrectora de la institución, analizaron en rueda de prensa online el papel de la Educación durante esta crisis sanitaria.

El rector en funciones aseguró que no estaban “preparados” para una situación así y que, aunque tienen elaborado un manual con los posibles escenarios de emergencia a los que hacer frente, “nunca” habrían imaginado uno como el actual.

Ante un momento desconocido y aterrador, el cual les hubiera gustado “prever”, decidieron establecer tres objetivos: preservar la salud de los individuos, realizar la tarea docente de la mejor forma posible y responder de forma solidaria a la crisis para hacer que la comunidad educativa “estuviese orgullosa”.

Alfonso Sánchez-Tabernero, rector y profesor de la Universidad de Navarra "

Una institución sin propósito tiene un futuro muy poco fiable; ante una crisis hay que tener actitud, aprender de ella

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“Desde el primer momento decidimos que para preservar la salud había que mandar a los alumnos a casa”. Así, según señaló el rector, el 13 de marzo de 2020, antes de que se decretara el Estado de Alarma, los 12.500 estudiantes presentes en el campus y los docentes del centro fueron enviados a sus hogares. Una decisión a la que siguió un reto inmenso, “formar a los profesores durante el fin de semana previo a la implantación de las clases online, pues solo el 2% estaba formado digitalmente”, aseguró.

Un reto posible gracias al esfuerzo de la comunidad y a la “comunicación constante entre alumno y profesor”, añadió Iraburu que aseguró que “el profesorado se ha empoderado desde el punto de vista online y ahora puede llegar a miles de personas” 

La respuesta inicial fue evolucionando hasta plantearse la idea de volver al campus y al “producto premium” de la presencialidad. Elaboraron 40 medidas de salud, entre las que se incluyó la realización de una PCR, antes de comenzar las clases presenciales el 1 de septiembre. Al final optaron por combinar las dos opciones, presencial y online, con el fin de “salvaguardar la salud”.

El rector desveló que la clave es sencilla: “detectar los positivos pronto y confinar a los contactos estrechos que continúan las clases de forma telemática”. Desde que comenzó el curso han detectado 900 contagios y unos 3.800 confinados por contacto de los miles y miles de estudiantes de la universidad.

Aprendizaje

“De la crisis nos ha sacado la ciencia y la solidaridad”, reflexionó Sánchez-Tabernero que recordó que no debemos olvidar que el ser humano es “vulnerable” y que es imprescindible “establecer la prioridad, saber en que no se ha de fallar”.

El compromiso y el ir más allá del ánimo de lucro son dos premisas claves para que una institución perdure en el tiempo y sobreviva a las crisis venideras. “Una institución sin propósito tiene un futuro muy poco fiable, ante una crisis hay que tener actitud, aprender de ella”.

Este compromiso incluye “ser empático con la información y ante una tormenta de preguntas sobre una situación desconocida, tratar de no ser erráticos, no dar información de la que no estamos 100% seguros”.  La Universidad de Navarra publicó un total de 947 artículos de opinión, para combatir la desinformación con ciencia y datos fiables.

Estrategia 2025

En el contexto de una sociedad polarizada con graves secuelas por la crisis de la Covid-19, el desarrollo se ha hecho “con daños colaterales”, señaló Sánchez-Tabernero. Por ello, la Universidad de Navarra ha puesto en marcha la Estrategia 2025 con el leitmotiv de la sostenibilidad “para contribuir a la resolución de los desafíos que la sociedad plantea”.

“Es necesario revisar nuestras formas de vida y la universidad es un buen sitio para hacerlo”, comenzó Iraburu que explicó los ejes en los que se divide la estrategia. El primero quiere plantear una Educación transformadora y formar a los jóvenes con “sentido crítico y capacidad de colaboración” para que se conviertan en los “líderes del futuro”.

Para conseguirlo, la estrategia propone iniciativas, como “el aprendizaje-servicio”, que permitan al alumno implicarse en problemas ambientales y sociales.

María Iraburu, vicerrectora y profesora de la Universidad de Navarra "

Es necesario revisar nuestras formas de vida y la universidad es un buen sitio para potenciar el sentido crítico

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El segundo eje se centra en la investigación, “para que la universidad sea relevante necesita hacerse presente en determinadas áreas como el ámbito de la oncología, enfermedades raras y cuidados paliativos” y también convertirse en “una universidad interdisciplinar”, tercer eje de la estrategia.

La universidad ha pedido recursos para llevar a cabo nueve proyectos, que conseguirán una universidad más dinámica y cercana. Uno de ellos es el Museo de Ciencias, un nuevo edificio que se ubicará junto al Centro de Investigación Médica Aplicada, contará con más de 10.000 especies diferentes y supondrá “un lugar de encuentro con la Ciencia para toda la sociedad”.

Colaboración

En cuanto a la colaboración público-privado tanto el rector como la vicerrectora señalaron la importancia de “contar con el talento venga de donde venga” sobre todo en un momento tan difícil como el actual donde “la colaboración es primordial”.

Entre las dos sedes de la Clínica Universitaria de Navarra se atendió a unas 5.100 personas, de las cuales 1.100 fueron hospitalizadas y 120 estuvieron en la UCI. El porcentaje de fallecidos por la Covid-19 fue del 5%. “Dejamos de ingresar 12 millones de euros por los pacientes derivados”, pero en tiempos díficiles “es complicado y se hace lo que se puede”, por lo que “la cultura del lloriqueo y la queja, no sirven de nada”.

Modelo 3+2

En cuanto al borrador que está estudiando el Gobierno para terminar con las carreras de tres años, declararon que “la reforma universitaria debe basarse en un pacto de mínimos en vez de en una imposición”.

En cualquier caso aseguraron que “la formación de grado debe ser larga y generalista” para adaptarse a los cambios de la sociedad. Además, se posicionan a favor de “los grados de cuatro años, de fortalecer el papel del rector, de la formación dual y de vincular parte del presupuesto público al resultado”.

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