Raquel Pérez Sanjuan: “De la literalidad de la Lomloe no se deduce que la Religión quede en cuestión”
Nacida en Madrid y licenciada en Derecho, bachiller en Teología y doctora en Derecho Canónico, ha sido profesora de Español en el Liceo Francés de Jerusalén, de Derecho Eclesiástico del Estado y de Derecho Canónico; y ha trabajado con niños de la calle en Mumbai, India. Desde 2015 es directora del Secretariado de la Subcomisión Episcopal de Universidades, y desde julio 2020 dirige también el Secretariado de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura. Acaba de ser nombrada miembro del Consejo Escolar del Estado.
Pregunta. ¿Cuál es la relación actual entre el Ministerio de Educación y los obispos?
Respuesta. —Actualmente estamos cada uno, Ministerio y CEE, trabajando en su área de competencia, si bien existen canales de diálogo para ir respondiendo en los tiempos debidos, a lo que implica el desarrollo de la Ley. Así, en este momento la prioridad es el currículo, cuya modificación ya planteó el Ministerio en su foro “El currículo a debate”, y que obviamente también afectará a la enseñanza religiosa escolar. Por ello, nosotros ahora, de manera análoga a como lo hizo el Ministerio, acabamos de poner en marcha el foro “Hacia un nuevo currículo de Religión. Un diálogo entre todos y para todos”.
¿Qué se puede mejorar de esa relación Iglesia y Estado español?
—Bueno, tal vez sería interesante tener estructuras o espacios de trabajo conjunto sistemáticos, donde no dependiera tanto de la voluntad de las partes el sentarse a trabajar juntos. Eso permitiría una relación más continua y, en consecuencia, mayor conocimiento mutuo. También desmontar algunos estereotipos que por ambas partes pueden funcionar, y bloquear la escucha del otro. Mi experiencia es que, puestos ya manos a la obra, en esta fase técnica –estrictamente educativa– es mucho más fácil entenderse de lo que, en principio, podría parecer. La relación personal, siempre cordial, el diálogo, expresar los horizontes que cada uno tiene –muchos de ellos compartidos–, ciertamente ponen sobre la mesa más puntos en común que desencuentros. En ese sentido, tal vez tengamos que mejorar los enfoques: partir de lo que nos une y no de lo que nos separa. Para transitar juntos la divergencia y ver si es posible llegar a puntos de encuentro óptimos para todos, sabiendo que cada uno tiene algo que dejar en el camino. Esto requiere escucha, deseo de entenderse, de conocer las razones del otro, etc. Y necesita de espacios y tiempos concretos.
"Sería interesante tener estructuras o espacios de trabajo conjunto entre los obispos y el Ministerio"
¿Cómo queda la asigantira de Religión en la Lomloe?
—En la ley orgánica queda recogida en la disposición adicional segunda, concretamente en el primer apartado que establece que “La enseñanza de la Religión católica se ajustará a lo establecido en el Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales suscrito entre la Santa Sede y el Estado español. A tal fin, y de conformidad con lo que disponga dicho Acuerdo, se incluirá la Religión católica como área o materia en los niveles educativos que corresponda, que será de oferta obligatoria para los centros y de carácter voluntario para los alumnos y alumnas”. A este le siguen otros dos: un segundo apartado que establece “la enseñanza de otras religiones se ajustará a lo dispuesto en los Acuerdos de Cooperación celebrados por el Estado español con la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, la Federación de Comunidades Israelitas de España, la Comisión Islámica de España y, en su caso, a los que en el futuro puedan suscribirse con otras confesiones religiosas”, y un tercero, que introduce la posibilidad de establecer “la enseñanza no confesional de cultura de las religiones”. Por consiguiente, de la literalidad del texto no se deduce que la Religión quede en cuestión y, por consiguiente, tampoco queda en entredicho la libertad de elección de los padres. Sí que según vayamos conociendo los decretos que desarrollarán la ley, podremos ir viendo las distintas posibilidades para su efectivo encaje con las demás materias. Pero ya digo, en este momento, de la literalidad de la ley, no podemos hacer una valoración de cómo finalmente quedará la enseñanza religiosa escolar.
"Ahora toca adaptar el nuevo currículo de Religión al marco curricular que establezca el Ministerio"
¿Hacía dónde debe ir el nuevo currículum de Religión?
—El pasado mes de noviembre y diciembre seguimos con mucho interés el foro de debate que había convocado el Ministerio de Educación y Formación Profesional. En él se planteó la posibilidad de un currículo por competencias, algo que responde claramente a las recomendaciones que desde hace ya algunos años apunta la UE, a la vez que se sitúa también dentro del marco que proponen distintos organismos internacionales, como la OCDE o la Unesco. Es un horizonte en el que coincidimos; no podemos olvidar que el propio papa Francisco ya en 2015 se hizo eco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Además, el Pacto Educativo Global, que nace en el ámbito eclesial, subraya muchos de los elementos recogidos en estos documentos internacionales. Por consiguiente, el nuevo currículo de Religión católica parte de un horizonte común. A partir de ahí, lo que ahora toca hacer es adaptar el nuevo currículo de Religión al marco curricular que establezca el Ministerio, como lo hará cada asignatura. Y si se plantea por competencias, habremos de trabajar en esa línea. Para ello hemos visto necesario iniciar un proceso participativo semejante al que hizo el Ministerio, hacianuevocurriculo.educacionyculturacee.es, será totalmente en abierto. Nos aproximaremos al marco eclesial e internacional, para a continuación revisitar las fuentes sociológica, epistemológica (que, en nuestro caso, es la Teología) y la psicopedagógica; lo harán personas expertas que llevan años trabajando estas cuestiones, con planteamientos diversos. Las emisiones quedarán disponibles todo el tiempo. Con su aportación, y la de todas las personas que deseen hacernos llegar sus propuestas, elaboraremos el currículo que se presentará al Ministerio a aprobación y posterior publicación en el BOE. El iter habitual cuando hay un cambio legislativo en Educación.
"Nuestra preocupación es defender la estabilidad y mejora de las condiciones del profesorado de Religión"
¿Y cuál es la situación del profesorado de esta materia?
—Siempre que se acomete una reforma educativa se inicia un período de inquietud en el profesorado, sobre todo en la escuela pública, porque cualquier retroceso en el estatuto académico de la asignatura (pérdida de carga lectiva, eliminación de la computabilidad etc.), puede tener consecuencias en su puesto de trabajo. Los profesores de Religión son trabajadores de la Administración pública pero, para esta Comisión, es también una preocupación defender su estabilidad y la mejora de sus condiciones laborales. Sí que podemos decir que, pese a los continuos vaivenes que sufre la asignatura, es un colectivo que da lo mejor de sí mismo en el día a día, algo que repercute positivamente en los centros y en el alumnado, como lo recoge el Informe 2020 Panorama de la Religión en la escuela recientemente publicado. Por ello, ante la oportunidad que nos brinda una nueva ley educativa, desde el principio hemos querido ofrecer diálogo para encontrar vías de estabilidad a la enseñanza religiosa escolar, buscando fórmulas que permitan su presencia pacífica en la escuela, dotándola de todos aquellos elementos que hagan de ella una enseñanza escolar a todos los efectos. Creemos que es un camino para garantizar estabilidad y seguridad al profesorado. En ello estamos.