Un Día de la Mujer empático
Este año es diferente, especial quizás, pues la celebración del 8 de Marzo, Día de la Mujer, se ha adaptado por fin a los tiempos que corren. Alguno dirá que es por culpa de la pandemia, de ese virus que no nos deja expresar nuestros sentimientos con plena libertad. Pero no, pues el cambio esencial se está dando en los centros educativos.
Que sí, que todavía se alza la voz demandando unos derechos justos, pero ahora el centro de atención está en el reconocimiento de todas esas mujeres que han aportado su granito de arena para mejorar nuestro mundo. Ahí está, por ejemplo, ese colegio que ha realizado un mural con mujeres que han sido relevantes en el campo profesional, científico, social y religioso.
Este 8 de Marzo también es un buen momento para celebrar la liberación de esas 279 niñas nigerianas que fueron secuestradas hace un par de semanas. En un día como hoy, nuestras voces se deben alzar para denunciar la trata de personas que se da también en nuestras ciudades.
Y miremos un poco más allá, hacia la India y la China, y allí nos encontraremos con ese infanticidio femenino, por culpa del aborto selectivo, que clama al cielo, pues el primer derecho de toda mujer es el derecho a la vida.
Este año no habrá manifestaciones feministas en nuestras calles, pero no por ello se va a dejar de recordar, un día tras otro, que los hombres y las mujeres son iguales en dignidad, en derechos y en deberes.