Claudia Reinoso: "Los grandes males del mundo provienen del silencio y la falta de libertad"

Hace dos años Claudia Reinoso (Salamanca, 2004) comunicó a su madre que había abandonado la idea de estudiar Artes y que iba a tirar por Ciencias para cursar posteriormente Enfermería “y así poder garantizar un futuro mejor”. Menos mal que inmediatamente después aprobó el examen de ingreso en la Academia de Bellas Artes de San Eloy y su camino volvió a alinearse con su esencia, con el mundo del arte, “lo que realmente me hace sentir plena conmigo misma”, asegura.

Después de lograr la medalla de Plata en la XVI Olimpiada Filosófica de Castilla y León con una fotografía que expresa el complejo dilema sobre el que versa el concurso este año (¿Libertad o Seguridad?), se enfrenta a la final nacional a finales de este mes. Dice no estar nerviosa. Quizás sea porque, siguiendo la línea de un pensamiento extraordinariamente maduro y reflexivo para su edad, Claudia no le teme a lo desconocido.

Plata en la categoría de Fotografía en la XVI Olimpiada Filosófica de Castilla y León y finalista a nivel nacional, ¿cómo te sientes?
—Pues la verdad que me siento halagada. Es reconfortante ver que algo que has creado tú misma sea valorado y te sientes bien al ver que la gente de tu alrededor está orgullosa de ti. La verdad es que llegar hasta aquí para mí ha sido todo un premio y estoy satisfecha conmigo misma.

¿Es la primera vez que participas en una competición de este tipo?
—A lo largo de la ESO, todos los años había diferentes olimpiadas: de biología, de cálculo matemático… Pero nunca me vi preparada para ellas. Digamos que es la primera vez que he decidido participar en un concurso de este tipo, porque sabía que podía hacer algo que saliera de mí, de lo que siento y pienso, pudiendo dejar volar mi imaginación.

La foto con la que has ganado es, por lo menos, ¡inquietante! ¿Qué pretendes expresar con ella?
—Mi intención con la foto ha sido llamar la atención, que tenga un mensaje, que te haga reflexionar, e incluso que te sientas identificado y entendido con la fotografía y nuestra situación actual. También quise enfocarlo en que no todo es la pandemia actual, ya que los grandes males del mundo siguen existiendo, y se han dejado en un segundo o tercer plano. Básicamente, quise englobar muchas injusticias en una sola foto, en un simple gesto de unas manos callándole la boca a alguien, por ejemplo, todas las noticias del tercer mundo que no deja de ser el mismo que el nuestro, y no salen a la luz para no dañar nuestra conciencia… Básicamente, quise llegar a que los grandes males del mundo son la consecuencia del silencio y de la falta de libertad.

¿Cómo ha sido el camino hasta dar con la imagen que querías? ¿Os tutorizan o ayudan vuestros profesores a la hora de abordar el proyecto?
—Primero de todo fue pensar la idea. Quería un mensaje impactante, que estuviera acorde a la situación que estamos viviendo actualmente, para luego poder extrapolarse a muchos otros ámbitos en los que también nos sentimos reprimidos. Todo fue producto de mi imaginación, hasta que cogí la cámara e hice tres tomas distintas: una con mascarilla, otra sin mascarilla, y la última, con las manos de mi hermano tapándome la boca y la nariz. Finalmente acabé de hacer el proyecto en el programa Gimp, donde la manipulación digital que trabajé, acabó dando el resultado final de las tres imágenes. En mi caso, mis profesores no me han ayudado con la fotografía en sí, solamente escuchando la defensa que tuve que escribir para pasar a la nacional, en la cual, tanto mis compañeros de clase como diferentes profesores me dieron su opinión para poder hacer cambios que mejoraran el ensayo.

El tema sobre el que versa la Olimpiada este año es ‘¿Libertad o Seguridad?’ ¿Son términos complementarios u opuestos? ¿Rigen nuestro comportamiento ético en el día a día?
—Yo creo que muchas veces son conceptos opuestos, ya que, muchas veces la libertad pone en riesgo la seguridad. Y qué es más importante, ¿la seguridad o la libertad?. Normalmente cuando hablamos de seguridad, nos vamos al término de salud, o el riesgo que tiene nuestra vida a la hora de hacer ciertas cosas… Yo creo que el ser humano busca que sean complementarios. Todo el mundo busca poder sentirse seguro, a la vez que libre, por lo que sí, rigen nuestro comportamiento ético día a día, ya que es complicado poder llegar a crear una balanza entre ambos términos, más aún sabiendo los muchos factores que entran en juego, como el instinto o la propia conciencia humana que nos hace evaluar estos dos conceptos inconscientemente.

¿Qué tenéis que decir los jóvenes sobre Libertad y Seguridad en el contexto de pandemia actual?
—Es evidente que está siendo una situación delicada para todo el mundo, ya que es complicado entender esta nueva normalidad. Para los jóvenes, sobre todo, el ámbito social es el más complejo, ya que el no estar con tantos amigos como te gustaría o no poder tener contacto físico con ellos, es algo impensable para estas generaciones. No es simplemente que nos “quiten” libertad para garantizar una seguridad, la exclusión entre amigos por el límite de personas establecido, también está causando daño psicológico.

Cursas un Bachillerato de Artes en el Colegio “Calasanz” de Salamanca, ¿por qué has elegido esta modalidad?
—Elegí el Bachillerato de Artes porque realmente es el camino que me hace feliz. No podría haber soportado el no haber hecho la carrera que de verdad me gusta y tener que trabajar el resto de mi vida de una vocación que no es la mía. Las artes me hacen sentir paz. Recuerdo cuando iba a clases de pintura de pequeña, y salía diciendo: “pintar me relaja, me hace sentir feliz”. Evidentemente, de pequeña no era consciente de todo lo bueno que me estaba haciendo sentir pintar. Ahora mismo, es una vía de escape. Es un medio de comunicación íntimo. Es el momento en el que ordeno mis pensamientos, dejándome llevar por líneas, pinceladas, colores…

¿Qué opinas de la asignatura de Filosofía en Bachillerato?
—Siempre he sido una persona que estaba pensando continuamente y que no encontraba el lugar exacto para poder expresar lo que pensaba, pero en Filosofía he sentido que podía explayarme todo lo que quisiera en mi profundidad psicológica. Es una asignatura muy necesaria, ya que vivimos condicionados constantemente. Nos ayuda a tener una opinión propia y a saber argumentarla. Nos enseñan la importancia del pensamiento propio, ya que es el único lugar donde somos libres, (y, no del todo, ya que siempre nos han influido en algo). Es una materia donde tu opinión siempre va a ser válida, y aprendes mucho de muchas ciencias que abarca

¿Qué esperas aprender de esta Olimpiada?
—En general, la oportunidad en sí de participar en esta Olimpiada me ha abierto mucho la mente. Ver otros puntos de vista frente a la libertad y la seguridad, cómo piensa la gente de mi generación, o de un año más, y cómo materializan la idea en algo visual ha supuesto para mí, desde luego, una experiencia muy enriquecedora.

• 2007: Colegio “Calasanz”. Claudia Reinoso comenzó a ser alumna de este centro educativo desde la edad de 3 años. Este año es el décimo cuarto que cumple estudiando en este colegio bilingüe concertado de Salamanca.
• 2019: Academia de Bellas Artes de San Eloy. Aprueba el examen de acceso a esta escuela de la capital charra.
• 2021: Olimpiada Filosófica. Defenderá a finales de mes su trabajo en la final nacional.