El colegio que logró abandonar un bilingüismo en el que no creía
“No estamos en contra de la inmersión lingüística y no estamos en contra del aprendizaje de un idioma. Estamos en contra de un programa que en nuestro centro no funciona”. Con estas palabras argumenta el 78,8% del claustro del colegio público “Dos de Mayo” de Castejón (y el 100% del Consejo Escolar) por qué quieren salir del Programa de Aprendizaje del Inglés (PAI) al que fue obligado a entrar (entonces en su denominación TIL, de Tratamiento Integrado de las Lenguas Curriculares) por el ayuntamiento del municipio en el curso 2014-15.
Los profesores aseveran que este programa tiene implicaciones en los contenidos de las materias que se imparten en inglés y que estas son mayores en un centro como el suyo, en el que el 46% de los alumnos proceden de familias con una lengua vehicular diferente al castellano (de 10 nacionalidades distintas), con un 43% de alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo y 30 alumnos al curso (de 514) de incorporación tardía.
Con este perfil de alumnado aseguran que el PAI dificulta la inmersión lingüística en castellano para consolidar la socialización y el aprendizaje y se preguntan “¿realmente es significativo para un alumno/a conocer en inglés las distintas clases de artrópodos o el proceso a partir del cual determinados cuerpos adquieren propiedades electromagnéticas?”
Los alumnos tienen ocho sesiones semanales en inglés. Tres son de lengua inglesa, dos de refuerzo, una de plástica y dos a repartir entre ciencias naturales y sociales (han probado a dar una en inglés y otra en castellano o mitad y mitad). El problema es que “el profesorado tiene que simplificar los contenidos o dar la misma lección dos veces, en inglés y en castellano, para que todo el alumnado los asimile”, prosigue el claustro, lo que radica en un gran retraso en el ritmo del aula y una simplificación del contenido de las materias.
“Cuando el PAI llegue a 6º, no consideramos viable que a un alumnado con tanto desfase curricular y tantas repeticiones se le transmitan en inglés contenidos que forman parte del currículo como Las guerras carlistas, El reinado de Alfonso XII o La semana trágica de Barcelona, sin que suponga o una simplificación inadmisible de los mismos o un deterioro importante del rendimiento académico y de los resultados de los alumnos/as”, ejemplifican. Además, según las evaluaciones, tampoco ha mejorado el nivel de inglés de los alumnos. De hecho, cuando esos alumnos llegaron a 1º de Primaria se tuvieron que modificar las pruebas finales de inglés porque ni uno solo las superó.
Ahora, el Departamento de Educación –que trabaja en una reformulación del PAI para que tenga en cuenta la atención a la diversidad– les da la razón a medias. Tras negarse el curso pasado, esta vez les permite salir del PAI (actualmente implantado desde tres años hasta 3º de Primaria) pero no en el plazo de tiempo que ellos querrían.
Según la propuesta del colegio el programa podría erradicarse en el curso 2023-24 en Infantil y en el curso 2025-26 en Primaria (seguirían hasta finalizar la etapa en el programa los alumnos actualmente en él). Sin embargo, la intención del Departamento es que también los más pequeños hoy en el PAI sigan en él hasta 6º de Primaria, con lo que este se prolongaría hasta 2029-30, según la carta remitida por el Director General de Educación, Gil Sevillano González. El centro acata la decisión, pero algunas familias se están moviendo por si el proceso pudiera agilizarse.
La directora del “Dos de Mayo”, Gemma Martínez, valora que dejarán de sacrificar un área y asegura que no perderán plantilla con la salida, al contrario de lo que sucedió con la entrada.
El centro ofrece los modelos lingüísticos A (castellano con euskera como asignatura) y G (castellano sin euskera) y, desde el curso pasado también el D (euskera con castellano como asignatura), con 15 alumnos en este último.