José María Ortiz: "Focalizar todos los esfuerzos en la investigación hace del alumno una molestia"
Jose María Ortiz pide homogeneidad en la Ley de Universidades para que las diferencias no se utilicen con fines comerciales. © JORGE ZORRILLA
Tras 42 años como centro adscrito a la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Villanueva celebraba el pasado mes de septiembre su primer curso académico como universidad privada. José María Ortiz Ibarz, rector de la institución, nos cuenta cómo están afrontando este primer curso tan atípico y reflexiona sobre el papel que tiene la universidad en la sociedad y los cambios a los que se enfrenta.
Pregunta. ¿Cuál sería su valoración general de la universidad española?
Respuesta. —Creo que ahora mismo está expectante ante la regulación y la normativa del Ministerio y muy concentrada en el impulso investigador, muy positivo para los docentes, pero que debe limitarse. Si se focalizan los esfuerzos exclusivamente en investigación, lo que ocurre es que el alumno termina convirtiéndose en una molestia. Suelo poner como ejemplo que en un supermercado, para el reponedor el cliente es una molestia porque le desordena el lineal. La investigación tiende, en numerosas ocasiones, a hacernos individualistas y a evitar la atención al alumno.
¿El carácter público o privado influye en la investigación?
—No tiene tanto que ver con el carácter público o privado de la universidad, sino con el tamaño de la misma. Para poder investigar se necesitan departamentos grandes con muchos profesores y las universidades pequeñas tienen muchos menos medios. Desde la Universidad Villanueva afrontamos el reto y reconocemos que la investigación es imprescindible para la docencia y la mejor forma para transmitir el conocimiento y buscar la verdad.
¿Cómo valora los rankings de universidades?
—Creo que son buenos para ver la evolución de ciertos aspectos y para orientar. Sin embargo, muchas veces se centran en la investigación internacional, que es lo que más se valora, y no se tienen en cuenta variables como el tamaño de la institución.
Si preguntásemos a los españoles sobre si prefieren que las universidades públicas sean centros de investigación o que formen buenos ciudadanos, estoy seguro que todos elegirían lo segundo
La internacionalización es una variable cada vez más demandada, ¿la cumplen las universidades españolas?
—Las universidades catalanas siempre han tenido una relación internacional más fluida que el resto, seguramente por la importancia que le han dado siempre a los idiomas, al intercambio de profesores, investigadores y estudiantes. Madrid también se ha consolidado como una opción internacional en el mundo. Se calcula que entre cincuenta y cien mil alumnos internacionales elegirán Madrid como destino para sus estudios en los próximos años. En Villanueva estamos trabajando para seguir aumentando la presencia de alumnado internacional, imprescindible hoy en día.
¿Cómo valora la decisión de Castells de acabar con los grados de tres años?
—Lo importante es que haya homogeneidad, porque las diferencias podrían utilizarse con fines comerciales. El decreto está bien regulado, quiere impulsar la investigación y la distribución de la oferta, equilibrar las titulaciones oficiales y los títulos propios, fomentar la variedad de materias y regular la formación permanente, pero debería modularse según el tamaño de la institución y centrarse en la calidad docente y en la valoración de los alumnos. Si preguntásemos a los españoles sobre si prefieren que las universidades públicas sean centros de investigación o que formen buenos ciudadanos, estoy seguro que todos elegirían lo segundo.
Hay quien teme que se quiera mercantilizar la universidad…
—Nunca se me ocurriría pensar en el alumno ni como un cliente ni como un producto. La rendición de cuentas no es mercantilista, sino una cuestión social. Ente el 80 y el 90% de los alumnos que estudia en la universidad lo hace porque cree que les facilita la inclusión en el mercado laboral, una idea no capitalista sino social.
¿Cómo afronta la universidad la Covid-19?
—Los alumnos aseguran que hemos estado a la altura y la valoración de la universidad ha mejorado, muestra del heroísmo del docente, que se ha convertido en el verdadero influencer. Esta situación ha acelerado una docencia más blended, que genera nuevas formas de internacionalización y que permite que el intercambio de conocimientos sea virtual y desde cualquier parte.
Nunca se me ocurriría pensar en el alumno ni como un cliente ni como un producto. La rendición de cuentas no es mercantilista, sino una cuestión social
¿El formato híbrido ha llegado para quedarse?
—Considero que sí, pero que se limitará. Ahora ocupa un campo mayor de lo que debería ocupar, hay algunas áreas en las que la presencialidad y la observación directa son imprescindibles para un aprendizaje total por parte del alumno.
El ministro se mostró comprensivo con la petición de los alumnos de realizar los exámenes online, ¿metió la pata?
—Hay cosas en las que no se puede dar la razón a los alumnos. Desde las universidades estábamos seguros de que realizar los exámenes presencialmente no suponía ningún riesgo para la salud de los alumnos, porque los contagios no se producen dentro del aula, sino fuera. Los estudiantes que pedían realizar los exámenes online, normalmente, era porque sabían que podían copiar más fácilmente. Esta situación nos ha llevado a valorar que tiene más importancia la evaluación continua que el examen final y que el objetivo es que el alumno aprenda.
¿Tienen la misma calidad la universidades online que las presenciales?
—Creo que la universidad online resuelve a un perfil de alumno que la universidad presencial no resuelve, el público objetivo es diferente. La universidad online no es sinónimo de falta de calidad, algunas son muy buenas en ratios de investigación y de internacionalidad. Eso ha requerido una inversión espectacular.
¿Qué diferencia a la Universidad Villanueva?
—Queremos educar a nuestros alumnos en los valores cristianos y acompañarles en su desarrollo profesional y personal. Además, creemos que la Universidad Villanueva es una buena oportunidad para fomentar la interrelación de la zona, ya que es la única institución situada entre la Castellana y la A-6, donde se sitúan algunos de los barrios con más natalidad de Europa.
Currículum Vitae
- 1987: De filósofo a rector. Ortiz Ibarz es doctor en Fiosofía por la Universidad de Navarra.
1989-98: Universidad de Navarra. Tras varios años como decano de la Facultad de Filosofía accedió al Vicerrectorado en 1995. - 2004-09: Universidad Nebrija. Tras seis años en el mundo de al consultoría estratégica como director en Hay Group, vuelve a la universidad como vicerrector de la Universidad Nebrija.
- 2009-19: Universidad Francisco de Vitoria. Durante de 10 años ha sido decano de la Facutad de Ciencias Jurídicas y Empresariales de la Francisco de Vitoria.
- 2019: Universidad Villanueva. Es nombrado rector.