La democratización de la formación un año después del Covid-19
Uno de los beneficios más importantes de la formación online ha sido la democratización de la formación. © STOKKETE
Estos días estamos conmemorando el cierre de los centros educativos y formativos hace un año a raíz de la irrupción del Covid-19. Un hecho tan traumático parece poco digno de celebración y, sin embargo, quienes creemos en el valor de la educación y la formación para alcanzar el éxito personal, profesional y social no podemos dejar de extraer aprendizajes de todo aquello que acontece a nuestro alrededor.
Desde el Observatorio Educaedu de la Formación, realizado por el Grupo Educaedu al que pertenece Educaweb, portal educativo referente en orientación académica y profesional, hemos constatado un incremento significativo de la formación online y a distancia durante todo el 2020. Está por verse qué sucederá cuando volvamos a la nueva normalidad, ojalá que el próximo curso 2021-22, pero lo cierto es que la necesidad de recurrir a la formación en línea y a distancia durante la pandemia comporta o puede comportar algunas virtudes que convendría no minusvalorar.
La apertura de la formación a todas las personas en cualquier circunstancia
Uno de los beneficios más importantes de la formación online ha sido la democratización de la formación. Los centros educativos y de formación se han visto obligados a adaptar muchos más programas y contenidos al formato digital, algo que ha permitido a muchas personas acceder a centros y estudios antes inaccesibles.
En este nuevo entorno, además, se ha dado el caso de que personas que podrían decantarse por la formación presencial están optando por la formación en línea, porque valoran la flexibilidad y el tipo de interacción que mantienen con el profesorado.
Dicho de otro modo, la formación en línea no sustituirá a la presencial, pero ha llegado para quedarse, puesto que ofrece ubicuidad, flexibilidad y un acompañamiento personalizado muy apreciado por el alumnado.
La oportunidad de mejorar el sistema educativo en su conjunto
La formación en línea también constituye una excelente oportunidad para mejorar el sistema educativo en su globalidad, ya que permite u obliga a hacer cambios, a incorporar tecnologías y competencias en el equipo docente que después le serán muy útiles en la formación presencial. El incremento de la formación en línea, si se hace con los recursos necesarios y formando a los equipos docentes, representa una mejora para el conjunto del sistema educativo y no sólo para la educación en línea per se.
"Si un docente se limita a impartir la clase como lo haría de manera presencial, seguramente no será tan eficaz, porque con el formato digital cuesta mucho más tener algo que es clave: la presencia consciente del alumnado"
De hecho, dentro de poco tal vez ya no tenga demasiado sentido distinguir entre formación presencial y online, pues todo formará parte del proceso de enseñanza y aprendizaje, como muestran estrategias pedagógicas más innovadoras como el blended learning, la flipped classroom o la gamificación, por poner unos pocos ejemplos.
Ahora bien, nada cambiará si se siguen haciendo las cosas como hasta ahora. Estoy pensando, por ejemplo, en la tradicional clase magistral. Si un docente se limita a impartir la clase como lo haría de manera presencial, sólo que a través de Zoom u otro mecanismo similar, seguramente no será tan eficaz, porque con el formato digital cuesta mucho más tener algo que es clave en la educación y que es la presencia consciente del alumnado durante el proceso educativo.
También creemos que ha llegado la hora de distinguir de una vez por todas entre tecnología informática y tecnología educativa. Esa idea que a veces tenemos de que la formación en línea consiste en sustituir profesores por tecnología no funciona. La tecnología está al servicio de la actividad docente, y es el docente quien ha de ejercer el liderazgo, el que consigue enganchar al alumno, hacerle participar, ser claro en lo que espera de él, ayudarle a crear comunidad educativa…
Por otra parte, el alumnado también cuenta con una excelente oportunidad para explorar vías de aprendizaje y desarrollar competencias que posteriormente le serán muy útiles en un entorno de trabajo que también ha experimentado grandes cambios a raíz del coronavirus.
La orientación académica y profesional, un derecho universal ya
Al aumentar las posibilidades de educación y formación, así como los centros educativos y formativos en los que prepararse, resulta inevitable contar con el acompañamiento de profesionales de la orientación académica y profesional en cualquier etapa de la vida personal y profesional.
Sólo una orientación académica y profesional al alcance de todas las personas permitirá realizar procesos de autoconocimiento sólidos, tener en cuenta todas las opciones y transiciones formativas y valorar la realidad de un mercado laboral marcado por el cambio y la volatilidad.
Es por ello que desde Educaweb recordamos a los responsables políticos la importancia de destinar fondos estables y suficientes a promover programas de orientación académica y profesional que permitan a las personas construir su proyecto profesional y de vida. Como nos recuerdan siete organismos internacionales de reconocido prestigio en el informe Investing in Career Guidance, sólo así se logrará mayor éxito académico y laboral, mayor realización personal, mayor eficiencia económica y mayor justicia social.
Josep Lluís Segú es director general de Educaweb.