Las tasas de la EBAU pueden duplicarse según la comunidad
Las diferencias en las tasas que abonan los alumnos para presentarse a las pruebas de acceso a la universidad pueden duplicarse según la comunidad autónoma donde residan, según denunció la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (Canae), que reclama su gratuidad.
Andrea G. Henry, presidenta de Canae, señaló que si se siguen poniendo “trabas y obstáculos”, “mucha gente se quedará por el camino” y que las tasas deben ser gratuitas porque “es un examen que sí o sí tenemos que hacer para ir a la universidad”.
Censuró asimismo la falta de mecanismos y ayudas específicas que permitan afrontar el pago de esas tasas a “las personas que tengan más dificultades” y exigió a las administraciones públicas la puesta en marcha de medidas para combatir estas desigualdades.
Dicha denuncia tiene como fin que situaciones como la ocurrida hace semanas en un instituto de Móstoles, donde se hizo una colecta entre los profesores para recaudar fondos que ayudaran a afrontar ese gasto a los alumnos sin recursos, no vuelvan a ocurrir.
“La mayoría de estudiantes no saben que tienen que pagar estas tasas hasta semanas antes de la realización de las pruebas. Es una sorpresa para muchas familias. Y no son las únicas tasas, al recoger nuestro título académico también se nos cobra”, denunció Henry.
A todo esto hay que sumar la gran brecha entre comunidades autónomas, llegando incluso a triplicarse el precio de estas pruebas en función del territorio en el que se realicen.
“Las desigualdades se agrandan dependiendo del territorio. Un estudiante de la Comunidad de Madrid pagará 127,90 euros, mientras que en la Comunidad Valenciana se paga en torno a 78 euros”, aseguran desde Canae.
La Comisión de Salud Pública aprobó la actualización de las medidas de prevención frente a la Covid-19 para la EBAU, entre las que se contempla mantener una distancia interpersonal de 1,5 metros.
El documento recoge otras medidas como la ventilación de las aulas 15 minutos antes de las clases, la limitación de contactos reduciendo el aforo de los distintos espacios y el uso permanente de la mascarilla «salvo en exenciones detalladas».
Las recomendaciones se han modificado, respecto a la pasada EBAU, teniendo en cuenta la evidencia científica acumulada en este tiempo y el actual escenario de la pandemia.