Paquita Granda: “Nuestro proyecto no se centra en un recetario de metodologías en función de las modas”

Fundación Educación y Evangelio (FEyE) nació en 2009 para evitar que se cerraran escuelas católicas que corrían el riesgo de desaparecer por las dificultades de las congregaciones que las fundaron. Cuenta con 14 colegios y un centro de estimulación temprana repartidos entre las comunidades de Madrid y Castilla-La Mancha. Su secretaria ejecutiva, Paquita Granda, nos explica el proyecto educativo que engloban estos centros.

¿Cómo resumiría el proyecto educativo de FEyE?
—El proyecto de FEyE es contemporáneo y apasionante. Contemporáneo por responder a los avances tecnológicos actuales, así como a los hallazgos de la neuropedagogía; y apasionante porque cada miembro de nuestras comunidades educativas lo siente como propio.

¿Cómo se desarrolla el proceso educativo del alumno?
—El proceso educativo del alumno se centra en nuestras tres grandes competencias:
1) La competencia pedagógica, centrada en la Educación para el siglo XXI y la enseñanza para la comprensión, para favorecer la autonomía del alumno en su propio proceso de aprendizaje; que le capacite para tener un pensamiento crítico, toma de decisiones y capacidad de adaptación ante los cambios e incertidumbres.
2) La competencia espiritual en la que acompañamos en el descubrimiento de la trascendencia, la maduración de la fe, así como en el cuidado de la vida interior para que puedan diseñar su proyecto de vida personal.
3) La competencia relacional en la que educamos a los alumnos en la inteligencia interpersonal e intrapersonal para que sean capaces de relacionarse adecuadamente y comprometerse con los demás y por tanto con la sociedad en la que nos desarrollamos y vivimos.

¿Qué valores se intentan transmitir a los alumnos?
—No nos conformamos con que sean futuros médicos, analistas de sistemas, arquitectos, gemólogos, fiscales, etc. de estos titulados hay muchos en el mercado laboral. Pretendemos que sean profesionales vocacionados con su labor y comprometidos con la sociedad a la que pertenecen, para que se dediquen a lo que se dediquen encuentren plenitud y estén al servicio del bien y la paz. Por esto resulta imprescindible educar en la tolerancia, respeto, altruismo, generosidad, justicia, honestidad, etc. todos esos valores que nos recuerdan que una persona no puede ser ella misma si no reconoce y considera al prójimo.

¿Qué les diferencia de otros grupos educativos religiosos?
—Uno de nuestros principales rasgos distintivos es nuestro proyecto de pastoral llamado IVEP (Itinerario Vertical de Experiencias de Pastoral), que está unido a la competencia espiritual. Este itinerario nos ayuda a diseñar una pastoral sistémica, que implica a toda la comunidad educativa, y que recorre todas las etapas evolutivas de la persona, además de favorecer el autoaprendizaje y el autodescubrimiento de la inteligencia espiritual, dotando al alumno de las habilidades y las competencias necesarias para ser feliz y vivir con plenitud todo su ser. Las experiencias de acogida abren y despiertan la mente, las experiencias de interioridad tocan el corazón, y las experiencias de comunidad movilizan las manos y los pies para hacer realidad nuestro lema “ser para los demás”. Nuestra finalidad es generar una cultura espiritual de centro donde se respire y se viva el Evangelio, que es la razón de ser de la Fundación, junto con la Educación.

¿Qué se le exige al profesorado?
—Que sean profesionales vocacionados, enamorados de su profesión y que crean en el proyecto de la FEyE. Para poder realizar su labor, deben tener deseo de crecimiento profesional constante, con ganas de aprender y mejorar su competencia docente.

¿Qué metodologías ponen en marcha los profesores?
—El proyecto de la FEyE no está centrado en un recetario de metodologías en función de las modas educativas, sino que responden al proyecto pedagógico de la Fundación, el cual está enraizado en la enseñanza para la comprensión del Proyecto Zero de Harvard. Lo que se pretende desde este paradigma es favorecer los procesos dirigidos a generar un pensamiento crítico y autónomo de los alumnos, en los que ellos mismos puedan ir construyendo el aprendizaje con la ayuda y orientación de los profesores. Por este motivo hay metodologías que encajan en este modelo como puede ser el aprendizaje cooperativo, para trabajar la inteligencia intra e interpersonal, el pensamiento visible, los proyectos de comprensión, el aprendizaje basado en problemas, las rutinas y destrezas de pensamiento, el aula invertida o la gamificación entre otras.

¿Qué habilidades de los alumnos pretenden que se desarrollen específicamente para su futuro?
—Dadas las circunstancias sociales, los avances tecnológicos y el mundo cambiante en el que vivimos, creemos que la habilidad más útil actualmente es la de aprender a aprender, es decir que posean esa autonomía de autorregulación en sus propios procesos de vida tanto personales como profesionales, para que puedan dar respuestas a las diferentes situaciones que se van a encontrar, en donde la volatilidad, ambigüedad, incertidumbre y complejidad configuran los escenarios actuales. La habilidad de aprender a aprender les dotará de adaptabilidad, reciprocidad, funcionalidad y capacidad de enfrentarse a los retos o crisis como oportunidades de crecimiento.

El confinamiento fue un reto para muchos colegios. ¿Cómo se ha gestionado en sus centros?
—Desde el año 2017 la FEyE esta implantando en todos sus centros el proyecto TIC-TAC-TEP, que nos ha permitido afrontar este reto con mayor seguridad y control. Este proyecto TIC-TAC-TEP ha respondido satisfactoriamente a las necesidades actuales y además posibilita otras realidades.

¿De qué forma las familias participan en los centros?
—Los centros de la FEyE están abiertos a las familias no solo desde el primer momento, lo que podría darse por hecho en la Educación Infantil, sino que a medida que los alumnos van creciendo, la familia continúa estando presente en el colegio de diversas formas, como por ejemplo en los proyectos de las tres etapas educativas, en los seminarios de profesiones para los alumnos de Secundaria, o incluso en los rincones y talleres. Generamos visitas pedagógicas para que puedan evidenciar cómo aprenden y se desenvuelven sus hijos en el centro e incluso reciben formación sobre el proyecto pedagógico para que conozcan las metodologías con las que sus hijos trabajan. Además, ofrecemos la posibilidad de encuentros de sensibilización y formación para familias con hijos TDAH u otras dificultades de aprendizaje. Hace tres años inauguramos el Centro de Estimulación Temprana (CET) en el que las parejas jóvenes con bebés de 0 a 6 años de vida pueden venir a estimular y trabajar con especialistas, sin necesidad de estar todavía matriculados en nuestros centros.