Solo el 22,5% de docentes catalanes apoya un Bachillerato competencial

Al hilo de los planes del Departamento de Educación para hacer más competencial el Bachillerato, por considerar esta etapa una especie de disfunción en un sistema educativo que en las etapas anteriores (Infantil, Primaria y Secundaria) ha optado por un enfoque por competencias, la Fundación Episteme ha realizado una encuesta entre el profesorado de Secundaria de Cataluña.

Casi 1.200 docentes han respondido al formulario online que la fundación ha planteado. De sus respuestas se deduce que la mayoría, el 77,1%, considera que la enseñanza basada en contenidos garantiza un mejor aprendizaje que la Educación por competencias.

Además, el 62,3% de los profesores asegura que los alumnos no llegan de la ESO con una preparación suficiente. En cuanto a la exigencia en Bachillerato, para un 53,6% de los encuestados el nivel de exigencia académica es el adecuado, para el 32% es excesivo y para el 3%, insuficiente.

Preguntados por la duración de la etapa, un 40,4% se muestra partidario de un Bachillerato de tres cursos, un 36,8% ve bien un Bachillerato de dos cursos con la posibilidad de hacerlo en tres –como recoge la Lomloe–, y un 22,8% defiende un Bachillerato en dos cursos, tal y como ha estado formulado hasta ahora.

En cuanto a las pruebas de acceso a la universidad, para un 68,9% es positivo que existan, pues incentivan el interés y el aprendizaje del alumnado, y un 31,1% cree que más bien lo perjudican, al supeditar sobre todo el segundo curso al entrenamiento para esta prueba.

Sobre la preparación para la realización de estudios superiores que estas pruebas aseguran, un 70,6% cree que los alumnos salen muy preparados para afrontar ciclos de Grado Superior, frente al 53% que cree que la preparación es la adecuada para emprender estudios universitarios humanísticos y sociales y el 44,6% que la ve suficiente para quienes se decantan por carreras científicas y tecnológicas.

La Fundación Episteme, nacida en septiembre de 2020 al amparo del patronato del Sindicat Professors de Secundària (Aspepc·sps) y la Associació de Catedràtics d’Ensenyaments Secundaris de Catalunya pretende intercambiar experiencias entre docentes, instituciones, alumnos, padres e investigadores educativos.

Su nacimiento ha coincidido en el tiempo con el del movimiento Canviem el Batxillerat, que critica la ruptura que supone esta etapa, el alud de contenidos que dificulta un aprendizaje profundo y la división en materias (excesivas y parceladas). Como la Fundación Episteme, sus promotoras, todas profesoras de Secundaria además de equipo directivo, están realizando una encuesta entre alumnos, familias y docentes para saber cómo cambiarían el Bachillerato.

El Departamento de Educación, a su vez, ha anunciado que el Bachillerato cambiará, y lo hará a partir del curso 2022-23, para garantizar una etapa más competencial, abierta, flexible y personalizada, que dé continuidad a lo que hoy es la ESO.

La actual ley educativa, la Lomloe, apunta en la misma dirección, y la ministra Isabel Celaá ha defendido que el Bachillerato debe adaptarse lo máximo posible a las necesidades de los alumnos e impregnarse de los nuevos criterios metodológicos y el currículo competencial.

Para la Fundación Episteme los datos que arroja su encuesta contradicen los argumentos de estos diseños educativos, «donde el profesorado ha tenido nada o poco que decir».