2021: Odisea en la Educación
¿Y ahora qué? Es la gran pregunta que nos hacemos todos los actores implicados en el sector educativo.
Hemos superado los peores meses de una pandemia mundial, haciendo esfuerzos para intentar seguir con el calendario académico, aprendiendo a utilizar herramientas digitales a marchas forzadas para ofrecer clases virtuales y mantener la comunicación con las familias, y modificando la forma de trabajar que hasta hace pocos meses era la habitual.
Pero, ¿qué pasará ahora? ¿Cuál es el futuro de la Educación? ¿Volveremos a lo mismo de antes de la pandemia?
Aprovechar la inercia para no retroceder
Es necesario, casi obligatorio de hecho, aprovechar el esfuerzo realizado en 2020. Los centros educativos y las familias invirtieron mucho en digitalización y no podemos permitir que esto se haya hecho en balde.
Se hicieron también esfuerzos para formar al personal docente en el uso de herramientas digitales y se crearon nuevos modelos de trabajo y de comunicación con alumnos y familias que ofrecían una mayor flexibilidad. Ahora, después de todo este trabajo hecho, no podemos dar un paso atrás.
Es momento de aprovechar la inercia tomada y apostar por fin y de una vez por todas por la transformación digital de los centros educativos.
El futuro de la Educación: el modelo híbrido
2020 ha demostrado que la presencialidad no es algo necesario todo el tiempo. Es importante, por supuesto, pero no imprescindible. Por eso, creemos que el modelo híbrido de Educación, que combine las clases presenciales con la formación virtual es la mejor opción.
Un modelo que permite tener lo mejor de ambos mundos y dar un paso adelante hacia una Educación que realmente responda a las necesidades de centros, profesores y alumnos. Y es que la enseñanza semipresencial ofrece una mayor flexibilidad, y se adapta más y mejor a las necesidades de todos los usuarios.
La importancia de tener perspectiva digital
Digitalizar la Educación va más allá de las pizarras electrónicas, las tablets y las aulas virtuales. Es necesario tener una mentalidad digital común para crear un sistema educativo que responda a la nueva realidad.
¿Qué queremos decir con esto? Las instituciones no pueden limitarse a ofrecer clases online, deben planificar la Educación, como conjunto, desde una perspectiva digital. Es decir, deben digitalizar procesos como la admisión y matriculación de alumnos o las evaluaciones para poder dar una respuesta que realmente se adapte a las demandas y los tempos actuales.
En definitiva, ahora toca a los centros educativos poner en práctica las lecciones aprendidas durante la pandemia y apostar por la transformación digital. Solamente esto permitirá construir el futuro que realmente queremos para la enseñanza, en lugar de dejar que el futuro nos sorprenda, como ocurrió en 2020.
Mario Espósito es CEO de Classlife Education