Denuncian que 69 centros de alta complejidad en Cataluña perderán sus fondos adicionales
Entre los retos por delante del nuevo conseller de Educación Josep González-Cambray se encuentra el desarrollo del Pacto contra la Segregación Escolar con el que Cataluña ha sido pionera en España en el abordaje de este problema y que se refleja en el decreto de admisión para el curso próximo.
Sin embargo, esta semana la aFFaC (Asociaciones Federadas de Familias de Alumnos de Cataluña) ha denunciado que el Departament d’Educació va a retirar los recursos adicionales que 69 centros estaban recibiendo por ser considerados de máxima complejidad.
Según la aFFaC, el nuevo método para clasificar a los centros en función de su complejidad reduce el porcentaje de aquellos más complejos que, de esta forma, pierden los recursos educativos adicionales asociados a esta categoría el curso que viene. Por ello, la federación denuncia que al Departament le mueven «criterios puramente economicistas«.
Además, las familias apuntan que se han olvidado «los problemas derivados de la Covid-19» (la clasificación tiene en cuenta datos de contexto socioeconómico y familiar del curso 2018-19) y la situación a la que esta y la crisis social y económica subsiguiente ha abocado a muchas familias.
En base a los datos de la aFFaC, aunque 67 nuevos centros se incorporan a esta tipología, 69 se caen, con lo que habrá dos centros menos considerados de máxima complejidad.
Por zonas, en Barcelona 15 centros pierden la categoría y dos la ganan. En Girona, 11 la pierden y siete la ganan. En el Baix Llobregat, 14 dejan de ser centros de máxima complejidad y se añade uno nuevo.
En respuesta a la crítica de aFFaC, el conseller, Josep González-Cambray, afirmó que la nueva clasificación de centros de máxima complejidad obedece a datos «objetivos extraidos del Idescat» y que ha implicado un aumento de la complejidad en 214 centros y la pérdida en 175, en los que, aseguró Cambray, se procurará que «la pérdida de recursos asociada a la complejidad sea lo más leve posible».
Sin embargo, la aFFaC critica que los cambios supondrán que los centros catalogados de complejidad media alta, alta y muy alta pasen del 29,84% al 25,83%; del 16,28% al 14,01% y del 8,14% al 6,42%.
Según la Fundació Jaume Bofill un centro con alta complejidad debería recibir como mínimo un 30% más de recursos, deberían revisarse los criterios para evitar que haya centros que se queden fuera por la mínima y la lista de centros de alta complejidad no debería ser pública, para evitar que sean estigmatizados.