Empresarios ven un "buen punto de partida" el anteproyecto de ley de FP

En un comunicado, la CEOE señala que el texto, que fue presentado el martes por Isabel Celaá en el Consejo de Ministros, constituye un «buen punto de partida» para su negociación en la Mesa de Diálogo Social de la FP, en la que participa junto con Cepyme, el Ministerio de Educación y los sindicatos CCOO y UGT. Así, la patronal destaca que el anteproyecto de Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional incluya una mayor participación de los interlocutores sociales en la gobernanza del sistema y que vincule los centros de formación con las compañías. Sin embargo, la CEOE advierte de que, al tratarse de un anteproyecto de ley «poco reglamentista», será necesario atender al proceso negociador que ahora «entra en una nueva etapa», así como al posterior desarrollo normativo.

Tras ser presentado en el Consejo de Ministros, Educación ha remitido el texto del anteproyecto de ley a las patronales y sindicatos que componen la Mesa de Diálogo Social para la FP, que está previsto que analice su contenido en la reunión que mantendrán hoy, miércoles.

La nueva legislación también ha sido valorada por la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) y sindicatos como CCOO del Hábitat y UGT FICA, que en un comunicado conjunto coinciden en que es necesario dotar al sistema de FP de una «flexibilidad» en las contrataciones y en los calendarios formativos.

La nueva norma, que reemplaza a la Ley Orgánica de las Cualificaciones y de la Formación Profesional de 2002, tiene previsto iniciar su trámite parlamentario después del verano y el objetivo de Celaá es que vea la luz en diciembre con el apoyo de todos los grupos políticos.

Por su parte, el consejero de Educación y Juventud y portavoz del Gobierno en funciones de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, ha criticado el «ninguneo» del Ejecutivo de Pedro Sánchez a las comunidades autónomas por el anteproyecto de la nueva ley de FP. “En otro acto de deslealtad institucional, hemos conocido el contenido de esta futura normativa por fascículos, a través de un periódico, y sin que se haya tenido en cuenta las aportaciones de las comunidades autónomas”, ha lamentado Ossorio en un audio remitido a los medios.

“El Gobierno de Pedro Sánchez, y de la ministra Celaá, que se pasa el día hablando de consenso y de diálogo, vuelve a tramitar una normativa de vital importancia para el sistema educativo español por la puerta de atrás, sin tener en cuenta el criterio de las comunidades autónomas, que son las que tienen las competencias transferidas”, ha considerado Ossorio.

Según Celaá, la nueva ley «no es un barniz, una pintura; es un cambio radical», ha enfatizado la responsable de Educación al explicar que la norma ofrece una oferta formativa única, acreditable y flexible que, por primera vez, se dirige tanto a los estudiantes como a los trabajadores.

Según la ministra, cada persona podrá diseñar y configurar sus itinerarios, ya que la ley establece un sistema gradual y acumulable que abarca desde microformaciones (de entre 30 y 50 horas) hasta cursos de especialización (Máster Profesional), incorpora el bilingüismo y establece un sistema de «puertas abiertas» entre los centros de formación y las universidades.

El texto que Celaá ha presentado este martes en primera lectura al resto del Gobierno es un objetivo «prioritario y sostenido» de su departamento desde 2018 y pretende dar solución al desequilibrio entre el nivel de formación y las necesidades del mercado.

Celaá ha explicado que solo el 25% de la población activa tiene cualificación media y un 35% baja, pese a que en 2025 el 50% de los trabajadores requerirán esa cualificación intermedia. Además, España dedica 17 horas anuales a la formación de los trabajadores, frente a las 50 de Alemania y, según la EPA, el 46% de la población activa no tiene reconocidas las competencias profesionales adquiridas por su experiencia laboral.

Solo un 12% de los jóvenes españoles está matriculado en FP, frente al 25% en la OCDE y el 29% en la UE, aunque Celaá asegura que la demanda de estos estudios está creciendo y supera a la oferta, ya que tanto familias como estudiantes asumen que les lleva «a un destino seguro, con buen salario» y les facilita el desarrollo de su personalidad.