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La "crítica frontal" al sistema educativo llega a la novela

El linchamiento social de un profesor de instituto –a cargo de alumnos, padres y la Administración–, acusado en falso de tener relaciones sexuales con una alumna de 17 años, es parte de la trama de 'La Venus rota', segunda novela del editor, poeta y también profesor Manuel García, quien efectúa una "crítica frontal" al actual sistema educativo.
Alfredo ValenzuelaLunes, 21 de junio de 2021
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Portada de la novela.

Profesor en activo en un instituto de Sevilla, Manuel García ha dicho a Efe que «el sistema educativo está trucado, no funciona y es malo» porque «importa más la estadística que lo que aprendan los alumnos», es un sistema que «obedece más al interés político de los gestores que al interés general de los ciudadanos».

«Los aprobados se dan de forma política, en los despachos, en las reuniones de departamento y en la Inspección educativa» y ya no se deben a la decisión y autoridad del profesor, muy presionado por la Inspección educativa para que rebaje las exigencias, ha añadido sobre el actual sistema educativo, telón de fondo del argumento de La Venus rota, publicada por la editorial Algaida.

En la novela, el profesor acusado de algo que no ha hecho se ve sometido a tal persecución que decide marcharse a Helsinki, mientras que espera que su futuro sea aclarado en los tribunales –el propio Manuel García ha tenido dos compañeros expedientados por acusaciones similares que finalmente tuvieron que ser indemnizados por la Administración al demostrarse judicialmente su inocencia–. Cuando la alumna, inteligente y obsesionada con las escritoras suicidas, cumple la mayoría de edad marcha a Helsinki en busca del profesor y el encuentro será el prolegómeno de un final trágico.

En la novela, el profesor acusado de algo que no ha hecho se ve sometido a tal persecución que decide marcharse a Helsinki, mientras que espera que su futuro sea aclarado en los tribunales

«El malditismo literario viste mucho cuando se lee y se admira en otros, pero realmente incomoda cuando se padece en carnes propias», escribe Manuel García en las páginas de esta novela. El autor también aborda en su novela los «cuadros de desequilibrio emocional» que padecen muchos adolescentes, que, en su opinión, se pretenden remediar haciendo que «el sistema colectivo funcione como una familia colectiva, como si pudiera ser un sustituto de la familia» para jóvenes que en numerosos casos proceden de familias desestructuradas o cuyos padres no se han preocupado por su educación en el seno familiar.

La protagonista femenina es una joven de personalidad compleja que apenas trató a su padre, que sufrió abusos de un novio de su madre, la cual para superar su día a día depende de fármacos; en definitiva, un perfil de adolescente que García dice haberse encontrado con frecuencia en los institutos en los que ha ejercido como profesor.

El autor considera que su segunda novela es continuidad de la primera, titulada Mañana, cuando yo muera y en la que cuenta los últimos días del escritor novetayochista Ángel Ganivet, quien se quitó la vida en Riga tras ejercer como diplomático en Berlín y Helsinki, el mismo itinerario europeo que recorrerán los dos protagonistas de La Venus rota. Ante «la incorrección política» de sus planteamientos, Manuel García ha asegurado que Ángel Ganivet, del que hace biógrafo al profesor protagonista de su novela, fue un escritor incorrecto y un «romántico ensimismado» que pese a estar encuadrado en la Generación del 98 jamás se interesó por lo público ni le preocupó la pérdida de Cuba.

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