Los padres no quieren que se baje la guardia en el tercer curso desde que irrumpió la Covid

Las principales asociaciones de padres y madres de alumnos han pedido no bajar la guardia y mantener los refuerzos el próximo curso 2021-22, en el que se apuesta es la presencialidad total y que, «a priori», debe ser igual o más seguro que el anterior gracias al avance de la vacunación.

Mañana, la Sectorial extraordinaria entre comunidades autónomas y el Ministerio de Educación tendrá sobre la mesa un único punto: el protocolo anticovid para la vuelta a clase, acordado hace unos meses entre ambas partes cuando no había irrumpido aun la variante delta.

El próximo curso se mantendrá la mascarilla desde los seis años y los grupos «burbuja» hasta los 12 años y la distancia interpersonal podrá pasar de 1,5 a 1,2 metros en las aulas.

Las principales confederaciones de asociaciones de padres y madres consultadas por Efe coinciden en que este año hay que lograr la presencialidad en todas las etapas y niveles educativos, después de que el curso pasado muchos alumnos de Bachillerato y de Formación Profesional se vieran forzados a alternar las clases físicas con las telemáticas, en función de su comunidad autónoma.

Están de acuerdo también en que hay que mantener el refuerzo de los docentes contratados el año pasado por la Covid-19 y ofrecer apoyo psicológico a niños que han sufrido pérdidas personales.

La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), que agrupa a unas 12.000 asociaciones de centros públicos de educación no universitaria, aboga por la presencialidad 100 %, porque “la escuela es insustituible y es la garantía de equidad e igualdad de oportunidades para todo el alumnado”.

A lo largo del curso 2020-21 “se demostró que los centros educativos son lugares seguros, gracias a los protocolos establecidos y al esfuerzo de toda la comunidad educativa”, en particular de los alumnos, por lo que “ahora pedimos que desde el Gobierno y las comunidades autónomas se mantengan los protocolos y también los refuerzos del curso pasado”. Reducir la ratio, para Ceapa, «además de a la prevención del coronavirus contribuye al éxito educativo y a la atención individualizada”.

Ceapa considera crucial que el alumnado reciba Educación emocional que le ayude a gestionar los posibles traumas asociados al largo periodo de confinamiento y el cambio de hábitos sociales y comportamientos que han traído aparejados los distintos protocolos de contención del virus.

Además, reivindica que se facilite el acceso de las familias a los centros pues la pandemia ha servido de “excusa” para recortar su participación en algunas comunidades y centros.

En cuanto a la católica Concapa, en la que participan en torno a tres millones de padres, apuesta por mantener las medidas sanitarias y los protocolos actuales para una incorporación lo “más normalizada posible”.

Además, deben garantizarse los profesores de refuerzo por la situación de pandemia, información constante a las familias y la vigilancia por parte de la Administración de cómo se aplican las medidas anticovid, añade su presidente, Pedro José Caballero, que defiende el avance en la vacunación de los menores «siempre con el consentimiento de sus familias».

La presidenta de Cofapa, Begoña Ladrón de Guevara, pide mantener “la tónica del año pasado”, en el que se hizo “un gran esfuerzo de responsabilidad por parte de los docentes, las familias y los alumnos». “La idea es que este año sea continuista” y se mantengan las ayudas y la responsabilidad personal para intentar “volver a la máxima normalidad”, manifiesta.

Para esta organización, con federaciones en casi todas las comunidades autónomas y que representa en torno a un millón de familias, la presencialidad es “esencial” para el desarrollo académico y, sobre todo, social del alumno. Ladrón de Guevara insiste en el apoyo mutuo entre familias y colegios para sacar adelante a todos los niños, sobre todo a aquellos con especiales necesidades académicas y psicológicas.

El curso escolar 2020-21 acabó con el 99,9 % de las aulas abiertas y ninguna semana desde su inicio superó el 2 % de las clases cerradas.