Millones de niños afganos sin escuela y en grave riesgo de desnutrición
Campamento de Haji para desplazados internos en Kandahar, al sur de Afganistán. © UNICEF/UN0498791/UNICEF Afghanistan
Ahora, con una crisis de seguridad, el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos, una sequía grave, la propagación del COVID-19 y otro invierno duro a la vuelta de la esquina, los niños corren mayor riesgo que nunca en Afganistán.
Si la tendencia actual continúa, Unicef predice que un millón de niños menores de 5 años en Afganistán sufrirán desnutrición aguda grave, una enfermedad potencialmente mortal. Mientras tanto, más de cuatro millones de niños, incluidos 2,2 millones de niñas, no están escolarizados.
Alrededor de 300.000 niños han sido obligados a abandonar sus hogares, algunos en pijama mientras dormían, otros mientras estaban sentados en silencio leyendo sus libros escolares. Demasiados de ellos han presenciado escenas que ningún niño debería ver. Los niños y adolescentes están luchando con ansiedades y miedos, y necesitan desesperadamente apoyo a su salud mental.
de niños, incluidos 2,2 millones de niñas, no están escolarizados en Afganistán
El director regional de UNICEF, George Laryea-Adjei, recuerda la presencia de esta organización en Afganistán durante 65 años: «Estamos involucrando a todos los interlocutores para poder ampliar nuestra respuesta en todas las regiones. Ya estamos apoyando a equipos móviles de salud y nutrición en campamentos para personas desplazadas internas, estableciendo Espacios Amigos de la Infancia, centros de nutrición y lugares de vacunación, preparando suministros adicionales para salvar vidas y apoyando a miles de estudiantes en clases de educación centradas en la comunidad».
Pero asegura que se necesitan urgentemente más recursos: «Los jóvenes y los niños nos han estado diciendo que necesitan desesperadamente productos y servicios básicos, necesidades a las que, con apoyo, la comunidad humanitaria puede responder fácilmente. UNICEF lanzó recientemente un llamamiento por 192 millones de dólares americanos e instamos a los donantes a intensificar su apoyo a las familias vulnerables y los niños que luchan en medio de una creciente crisis humanitaria. Las necesidades de los niños de Afganistán nunca han sido mayores. No podemos abandonarlos ahora”.