Desdigitalicémonos

Se habla mucho de si el mundo digital nos va a cambiar la vida, más allá incluso de lo que ya nos la ha cambiado y no percibimos que todo se pueda ir al traste si la electricidad se pone farruca o carísima, con lo que tendríamos que aprender a vivir sin ella. Volver a la Edad Media o incluso antes sin coches eléctricos, sin ordenadores, teléfonos móviles, todos los cacharritos electrónicos, videojuegos, sin pizarras electrónicas, ni Zoom. Dependemos completamente de que la electricidad llegue a nuestro enchufe en el que recargamos hasta lo que hace poco parecía inverosimil: pagar a distancia o comprar sin bajar a la tienda. O estudiar desde casa.

Mucha de la electricidad que consumimos depende de Francia y de Argelia. Si se bloquea el gaseoducto que trae la energía o se cortan las líneas que pasan por los Pirineos, tendremos que volver a la Edad Media porque no somos capaces por nosotros mismos de fabricar toda la energía que consumimos. Ya pasó con el petróleo, que nos dejó tiritando hace unos años.
Habrá que desdigitalizar todo, hasta la enseñanza, volver a las clases presenciales y hablarnos de tú a tú. La vida más sobria, porque pendemos de un hilo con la energía que gastamos. Y no siempre tiene que ser así.