María Pérez Gil: “No soy una opositora modélica, pero creo que en estos exámenes hay que arriesgar”

Este verano se han celebrado en la región oposiciones al cuerpo de Enseñanzas Medias. En MAGISTERIO hemos tenido la oportunidad de conversar con María Pérez Gil, que, siendo la primera vez que se presentaba, ha sacado plaza en la especialidad de Dibujo, la cual llevaba sin convocarse más de una década.

¿Cuáles fueron los motivos que te llevaron a opositar?
—Tras licenciarme en Bellas Artes, comencé a trabajar como profesora colaboradora honorífica, pero para optar a determinados puestos me pedían experiencia en administraciones públicas o en enseñanza no universitaria.
En el año 2017 salieron las bolsas extraordinarias, me apunté y me llamaron. Nunca pensé en trabajar en institutos, no era esa mi intención, pero la experiencia me gustó. Llevaban diez años sin convocar la especialidad de Dibujo y, cuando fue oficial, me decidí.

¿Cómo decidiste prepararte para conseguir tu plaza?
—No soy una opositora modélica. Dibujo técnico era mi punto más flojo. Hace tres años empecé con una preparadora, ni mucho tiempo ni muchas horas. Luego con la pandemia lo dejé. Realmente estudiando llevaba desde octubre.

Durante este tiempo he dedicado las noches, apenas he dormido, sobre todo los últimos seis meses. Una locura. El objetivo era la oposición, sacarla.

Y, en concreto, ¿cómo organizaste cada una de las partes del examen?
—Respecto a la parte teórica, compré un temario en una academia, preparé 36 temas y empecé a meter cosas, arriesgando, con temas contemporáneos, cosas que acababan de salir.

Para la parte práctica me apunté a una academia online que daba dos clases a la semana. Y la parte de dibujo artístico fui a una academia presencial para reforzar, porque hacía muchos años que no lo tocaba.

¿Consideras que tus temas eran atractivos?
—La raíz de mis temas era el contenido de la academia. Luego yo le añadía cosas recientes. Algunas eran arriesgadas, como artistas emergentes. Ahí estuvo la clave, creo que arriesgando se consiguen cosas.

¿Tuviste suerte, cuántos salieron de los que llevabas preparados?
—Me cayeron dos. No de los que mejor llevaba, pero sí de los que más podía meter cosas contemporáneas y muy diferentes. Improvisé mucho en el propio examen, porque el tema era fácil de improvisar. Me centré mucho en visitar exposiciones, leo mucho sobre arte… Y en el examen me entra una lucidez que no me entra en la vida normal. Por eso digo que no soy una opositora modélica, pero creo que en estos exámenes merece la pena arriesgar. Saqué un 9,25.

¿Cómo fue la parte práctica?
—La parte práctica fue un desastre. Me tiraba una noche estudiando dibujo técnico y en el examen no hice nada bien ese ejercicio. Estaba enferma, además, lo dejé y lo di todo en el artístico, que era el otro ejercicio.

¿Esperabas pasar a la siguiente fase?
—Qué va, estaba de obras en mi casa y convencida de que había suspendido. La programación la tenía sin acabar, casi me da algo cuando vi la nota. Creo que eran cinco días los que tuve para terminarla. Es cierto que la parte más engorrosa y burocrática la tenía hecha. Lo que me faltaba por organizar era el trabajo en el aula. La parte que en teoría se me iba a dar mejor.

¿Qué tal la experiencia de la defensa?
—Lo basé todo en aprendizaje basado en proyectos. La programación y las unidades didácticas estaban dirigidas a volumen, asignatura de Bachillerato artístico de primer curso. Cada grupo y cada módulo estaban basados en un proyecto diferente. Era fácil, pues ya había trabajado con ellos. Y muy visible, porque llevé preparadas imágenes. Tenía el respaldo documental.

¿Qué recomendarías a aquellos aspirantes que lo pasan mal a la hora de dirigirse al tribunal?
—Es importante ser capaz de resurgir. El comienzo de la exposición lo hice fatal, hubo un momento que me quedé en blanco. Paré y dije en voz alta al tribunal “un momento”. Me dije a mí misma “disfruta, los exámenes hay que disfrutarlos”. Les di la espalda, interioricé todo eso.

Y ahí cambió todo. Fui capaz de darme cuenta, de transformarme. Lo valoraron. De hecho, una componente del tribunal es ahora profesora en el instituto en el que me adjudicaron y me dijo que habían valorado mucho ese cambio. El resultado fue muy bueno, saqué un 9,96.

Ahora, ya con la plaza en la mano, ¿cómo crees que debería actuar alguien que quiere empezar a opositar a Secundaria?
—Creo que más que prepararse por uno mismo hay que dejarse ayudar por un profesional, un preparador o una academia, porque ellos sí que saben enfocarte a lo que piden en la oposición. A mí me han dado la seguridad. Lo de prepararte por uno mismo desde mi posición no lo recomiendo. Si llevas un bagaje de varias convocatorias y ya sabes a lo que te enfrentas quizás sí, pero si es la primera vez yo buscaría ayuda externa.

¿Qué opinión te merece el máster de profesorado?
—A mí el máster sí me abrió los ojos, conocí todo lo que eran las metodologías activas. En él era profesora María Acaso, que es muy entendida en todo este tema. A raíz de esa formación he ido buscando yo mi camino y practicándolo en clase. Para mí fue muy importante y me valió mucho, aunque hay compañeros y otros profesores que dicen lo contrario.

¿Cómo te planteas esta nueva etapa, ya con la plaza asegurada?
—Este año estoy de excedencia, me han operado del riñón y he estado convaleciente, estoy al cuidado de mis hijos y el pequeño todavía no va al colegio. El próximo curso su adaptación será diferente. Ahí quiero encarrilar mi vida. En cuanto a qué haré, volveré a centrar la programación en las pedagogías activas, que es lo que venía haciendo, no suelo repetir. El año que me vuelva rutinaria dejo la enseñanza. No me veo repitiendo como un loro siempre lo mismo.

• 2000: Licenciatura en Administración y Dirección de Empresas. Colegio Universitario de Estudios Financieros (Cunef).
• 2001: Máster en Dirección de Marketing. Business & Marketing School (ESIC).
• 2008: Licenciatura en Bellas Artes. Universidad Complutense de Madrid (UCM).
• 2009: Máster en Arte, Creación e Investigación. Universidad Complutense de Madrid (UCM).
• 2008-13: Profesora-colaboradora honorífica UCM.
• 2016: Doctorado en Bellas Artes. Universidad Complutense de Madrid (UCM).
• 2017: Máster Formación del Profesorado. Universidad Europea.
• 2017-21: Profesora interina de Dibujo en Castilla-La Mancha.
• 2021: Profesora funcionaria de Dibujo en Castilla-La Mancha.