Urge un plan serio para evitar el abandono
Mientras sigamos centrando el debate en lo periférico, nos estamos olvidando de los miles de ciudadanos en edad escolar que abandonan sus estudios sin motivo. Es decir, con el único motivo de que son expulsados de las escuelas, de que no llegan al mínimo para obtener la ESO. Es cierto que cada vez seles pone más fácil, pero aun así, siguen desertando miles de chicos cada año. El problema no es solo del sistema educativo ni de esos alumnos, obviamente, sino de toda la sociedad. Y dentro de esa masa de desertores escolares, de expulsado del sistema, hay que destacar que la mayoría son varones, cuya única expectativa vital es pasar a las filas del paro juvenil, el ninismo y quizá la delincuencia. Además, en esa brecha social que forman los chicos que abandonan (y algunas pocas chicas) destacan las cifras que se dan en algunas comunidades periféricas (sur, Levante e islas) sin que le pongamos atajo. Hay que aprobar un plan serio de retención del talento juvenil.