Estudiar en Canadá: excelencia en un ambiente amigable
Naturaleza desbordante rodeando a los colegios e institutos, integrando incluso a sus amplios recintos. Diversidad cultural y un espíritu histórico de acogida a lo diferente. Mentalidad tolerante y fomento del pensamiento crítico. Cultura del esfuerzo combinada con una arraigada conciencia sobre la necesidad de apoyar a quien más lo necesita. Buenos resultados en PISA que dan fe de su alto nivel académico. Excelentes instalaciones y un amplio surtido de actividades deportivas y culturales.
Desde una óptica educativa, Canadá parece el destino ideal. Aún por detrás de las opciones tradicionales para las familias españolas (EEUU y Gran Bretaña), el país norteamericano se va consolidando como elección al alza a la hora de enviar a los hijos para que abran su mente y mejoren su inglés. Y, en el caso de Canadá (otro de sus puntos fuertes), quizá también su francés.
La mayoría de adolescentes españoles (y por ende internacionales) que realizan una estancia escolar en Canadá –ya sea durante varios meses o un curso escolar completo– acuden a centros públicos, a un high school. La directora ejecutiva de la Canadian Association of Public Schools International (CAPSI), Bonnie Mckie, incide en los principales polos de atracción del país como destino educativo durante la Secundaria: excelencia, posibilidad de realizar una inmersión en dos idiomas con prestigio global, flexibilidad… Respecto al multiculturalismo que Canadá lleva por bandera, Mckie matiza que el ambiente cosmopolita es más propio en los high schools de las grandes ciudades (Toronto, Montreal, Vancouver), mientras que en zonas rurales la composición demográfica suele ser mucho más homogénea.
La mayoría de adolescentes españoles (y por ende internacionales) que realizan una estancia escolar en Canadá –ya sea durante varios meses o un curso escolar completo– acuden a centros públicos, a un 'high school'
Mckie se extiende al hablar de un aspecto que Canadá cuida con especial mimo: la orientación académico-profesional. “Sobre todo en los tres últimos años de la Secundaria [15-18 años]”, explica, “los estudiantes tienen grandes oportunidades de apuntarse a cursos que les permiten explorar sendas profesionales, así como hobbies o intereses propios”. La directora ejecutiva de CAPSI menciona algunos ejemplos que ponen de manifiesto lo variopinto de sus opciones extra-curriculares: “aviación, biología marina, producción audiovisual, liderazgo, turismo, estudios equinos, danza…”. Existe incluso la posibilidad de experimentar de primera mano ambientes de trabajo específicos, ya que muchos institutos organizan visitas e incluso programas de voluntariado.
Deporte y cultura
El deporte es otro eje de la vida escolar en un high school. En Canadá, lo habitual es que todos los alumnos elijan obligatoriamente un deporte por trimestre. Se suelen ofrecer deportes de alcance global como fútbol, baloncesto o tenis. Y también otros más propios del país: hockey sobre hielo, esquí de fondo… Además, continúa Mckie, los chavales pueden opcionalmente apuntarse a otros equipos, “una forma excelente de desarrollar amistades durante su estancia”. También resulta habitual disponer de una variedad de actividades extraescolares que, con un funcionamiento de club, forjan relaciones de ocio sano: teatro, música, arte…
En cuanto al alojamiento, Canadá cuenta con una tupida red de familias –organizada por distritos escolares– que se consideran aptas para acoger a chavales de Secundaria. “Cuidamos mucho la selección de familias con el objetivo de garantizar que están cualificadas para tener en casa a alumnos internacionales. Los programas de alojamiento disponen además de sistemas de matching creados para que el perfil del estudiante encaje en el de la familia”, asegura Mckie.
En cuanto al alojamiento, Canadá cuenta con una tupida red de familias –organizada por distritos escolares– que se consideran aptas para acoger a chavales de Secundaria
Otra opción (lógicamente más costosa) es que el chaval estudie en alguno de los muchos colegios privados internos que pueblan el territorio canadiense. En este caso, la diversidad étnica y cultural viene con un sello de garantía. “Más de la mitad de nuestros estudiantes son de fuera de Canadá, y proceden de hasta 50 países diferentes”, explica Fiona Pike, portavoz internacional de la CAIS Boarding School, organización que representa a los 28 mejores internados del país. Con una media de 16 alumnos por clase y una ratio total de ocho alumnos por profesor en plantilla, sus colegios pueden permitirse el lujo de hacer realidad la difusa noción de enseñanza personalizada.
Pike sintetiza qué significa acudir a un colegio interno en Canadá, que en muchos sentidos representa una vivencia diferente al estigma punitivo que aún acarrean la mayoría de internados españoles. “No se trata solo de disfrutar de una experiencia educativa superior, sino también de gozar de la oportunidad de hacer amistades para toda la vida en un ambiente seguro, dinámico y muy divertido”, apunta.
Acostumbrados a recibir alumnos de todos los lugares del mundo, los internados canadienses cuentan con departamentos de admisiones internacionales que facilitan el papeleo y ayudan a preparar el viaje del estudiante. Una vez en el campus, el alumnos entra en un programa de bienvenida, con apoyos específicos según su caso que aceleran su integración en la vida del colegio.
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Potencia educativa mundial
- Siendo un país fuertemente descentralizado, existen importantes diferencias en los sistemas educativos de cada provincia canadiense (equivalentes a nuestras comunidades autónomas), aunque son mayores las similitudes que armonizan a las escuelas de todo el país. La Secundaria arranca a los 12 años, con dos cursos de Intermedia (hasta los 14 años) y cuatro de high school (hasta los 18 años). Si bien la enseñanza obligatoria finaliza a los 16 años salvo en Ontario y New Brunswick, donde culmina con la mayoría de edad. En cualquier caso, la tasa de titulados con high school diploma (Bachillerato o similar en España) supera el 90%.
- Los últimos informes PISA han consolidado a Canadá como potencia educativa mundial. Actualmente se sitúa en el puesto 7 con más de 520 puntos. Tras Estonia, es el primer país no asiático en el ranking. Matiz importante a tenor de la alta exigencia y presión que experimentan los alumnos en el Lejano Oriente. Con una atmósfera académica más amigable, Canadá puntúa muy alto merced a una idea de excelencia que pone el énfasis en la innovación metodológica, la motivación intrínseca del alumano y el desarrollo natural de sus propios talentos e intereses.