La Educación afectivo-sexual reivindica su presencia en la escuela

Desde la LOE (2006), la Educación afectivo-sexual figura entre los principios pedagógicos y elementos transversales del currículo de Primaria a Bachillerato. El objetivo, llegar a la mayoría de edad con una madurez personal, afectivo-sexual y social que permita actuar de forma respetuosa, responsable y autónoma.

Por materias, en la actualidad está presente en Biología y Geología (1º y 3º de ESO), en el bloque de Promoción de la salud, en el que el último de los estándares de aprendizaje es “Actúa, decide y defiende responsablemente su sexualidad y la de las personas que le rodean”. Y en una asignatura específica de Bachillerato, Psicología, dentro de La construcción del ser humano. Motivación, personalidad y afectividad, en la que, entre los criterios de evaluación, figura “Conocer la importancia que en la maduración del individuo tienen las relaciones afectivas y sexuales, analizando críticamente sus aspectos fundamentales”.

Ahora la Lomloe (2020) establece en sus decretos de enseñanzas mínimas un itinerario completo que abarca desde Infantil. En esta etapa, cuyo currículo se regula por primera vez, se incluye en el área 1, Crecer en Armonía: “Es la edad en la que se produce el descubrimiento de la sexualidad y se inicia la construcción sexual y de género, sin distinción entre ambas. Toda interacción con el personal educador orienta y modela en gran medida al niño y la niña, ya que tiende a imitar y reproducir las estrategias relacionales de las personas adultas que les rodean; por ello es imprescindible identificar y erradicar, en su caso, los posibles mecanismos de discriminación oculta que puedan persistir en el entorno escolar”.

En el proyecto de decreto para Primaria figura en las competencias específicas y los saberes básicos en Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural y Educación en Valores Cívicos y Éticos: “El conocimiento científico que adquiere el alumnado sobre el cuerpo humano y los riesgos para la salud a lo largo de su escolaridad debe vincularse a acciones de prevención mediante el desarrollo de hábitos, estilos y comportamientos de vida saludables, y la Educación afectivo-sexual, adaptada a su nivel madurativo, que son imprescindibles para el crecimiento, desarrollo y bienestar de una persona sana en todas sus dimensiones físicas, emocionales y sociales”, se expone.

En el borrador de Secundaria aparece también entre las competencias específicas y saberes básicos en Biología y Geología, dentro del bloque Hábitos saludables y en Educación en Valores Cívicos y Éticos.

Entre otros, se invita a los estudiantes a analizar la seguridad en las prácticas sexuales propias y ajenas “con actitud crítica y basándose en fundamentos de la fisiología” y a plantear dudas sobre temas afectivo-sexuales, de forma respetuosa y responsable, “evaluando ideas preconcebidas mediante el uso de fuentes de información adecuadas”.

• Entre las competencias en Valores en ESO está el desarrollo de la autoestima en armonía con los demás a través de la identificación, gestión y comunicación de emociones, afectos y deseos con respeto y empatía.

• También, la toma de conciencia de la lucha por una efectiva igualdad de género y del problema de la violencia y explotación sobre las mujeres, a través del análisis de las diversas olas y corrientes del feminismo y las medidas de prevención de la desigualdad, violencia y discriminación por razón de género y orientación sexual, mostrando conocimiento de los derechos LGTBIQ+ y reconociendo la necesidad de respetarlos.

• Infantil. Se señala que la construcción sexual y de género arranca a estas edades.

• Primaria. El foco se pone en la prevención, procurando acercar al alumno un conocimiento científico sobre el  cuerpo humano y los distintos riesgos para la salud.

• ESO. Se anima al alumno a aprovechar la clase de Biología y Geología para manifestar sus dudas en temas afectivo-sexuales de forma respetuosa y responsable. En Valores, se estudian las distintas corrientes del feminismo y el movimiento por los derechos LGTBIQ+.