Martí March: “Familias y escuelas deberían acordar un plan de Educación afectivo-sexual”

Fue nombrado consejero en 2015 pero Martí March procede del mundo universitario y se le nota en su afán por vincular políticas con resultados. Por ejemplo, no ve las ratios profesor-alumno como única palanca de mejora educativa y tampoco cree que las recuperaciones mejoren el rendimiento escolar.

Pregunta. ¿Cómo ha empezado el curso en Baleares?
Respuesta. —Creo que el inicio del curso ha sido un éxito si lo comparamos con otros países. Estamos contentos.

¿Cuál es el nivel de incidencia Covid ahora mismo?
—Hay muy pocos docentes positivos porque están vacunados. Y en Secundaria, mucho menos. En general hay mucha tranquilidad en los centros.

¿Qué opina de medidas como la de recortar la distancia entre alumnos 30 centímetros?
—El año pasado, con los grupos burbuja en Primaria y semipresencialidad en Bachillerato y FP, las aulas estaban a la mitad, entonces era posible. Es evidente que en el mundo real las distancias no existen.

¿Con qué plantillas de ratio inicia el curso?
—En Baleares estamos por debajo de las ratios legales. Hemos pasado de 16 en Primaria a 18 o 19. En Secundaria hemos incrementado porque ahora es todo presencial.

Baleares es atípica en el conjunto del país, aquí crece la escolaridad. ¿A qué se debe?
—Ese incremento se debe, entre otros factores, a la dinámica económica y a la calidad de vida en Baleares, que es un foco de atracción.

En todo caso, ¿le parece que nos estamos pasando al vincular siempre ratio con calidad educativa?
—Los centros tienen capacidad organizativa para determinar el modelo que crean más eficaz. Las ratios, indudablemente, son una variable del rendimiento escolar, pero no son la única variable para la mejora.

Pasemos al tema de moda. ¿Se han quedado cortos de plazas de Formación Profesional?
—Baleares es la comunidad autónoma con el nivel de abandono escolar prematuro más alto del país y por otra parte siempre hemos tenido una FP pobre. En pocos días sabremos exactamente si nos hemos quedado cortos en cuanto a oferta.

A la hora de ordenar la oferta de plazas, ¿dónde hay que mirar más, a la empleabilidad o a la demanda de los alumnos?
—Es un equilibrio entre empleabilidad y demanda. Y por otro lado también hay que estudiar la posibilidad de tener empresas, profesores, etc.

Otro de los aspectos que introduce la ley de FP es la unificación de Educación y Empleo. ¿Le parece bien que los dos subsistemas estén en la misma Consejería?
—Nosotros tenemos competencias del Ministerio de Trabajo que ya han pasado al Ministerio de Educación. En Baleares hemos optado como mínimo por una mayor coordinación.

Pasemos a la Lomloe. ¿Cómo valora los currículos?
—Pensamos que era necesario un cambio. Optar por currículos competenciales supondrá un cambio en la actitud de los docentes.

¿Por qué han eliminado los exámenes de recuperación en la ESO?
—Porque se ha demostrado que a veces las recuperaciones no mejoran el rendimiento educativo.

Frente a la crítica de que con este tipo de medidas se baja el nivel, ¿qué respondería usted?
—Si la repetición supusiera una mejora de los aprendizajes, pues sería partidario de que los alumnos repitan. Pero si la repetición no es positiva ni para la clase, ni para el alumno ni para las familias, habrá que hacer algo más.

Ustedes establecieron un Plan de Coeducación que fue controvertido, ¿cómo está funcionando?
—Somos partidarios de la Educación sexual en la escuela. Los jóvenes se educan a través de la pornografía de forma muy machista y muy poco respetuosa con las mujeres. La familia y los centros tienen que ponerse de acuerdo en establecer un plan de Educación afectivo-sexual.

También la introducción de la Religión islámica en algunas escuelas fue polémica, ¿cuántos alumnos matriculados tienen en Religión católica y en islámica?
—Es cierto que el islam tiene una connotación que no tiene ni la evangélica ni la judía. Pero sí, en cumplimiento de la normativa, se va a impartir Religión islámica en tres centros.

¿Le preocupa que esto afecte a la futura Ley de Educación balear?
—No creo que sea un elemento que paralice la ley porque solo hablamos del derecho a la formación religiosa.

¿Qué se pretende con esta ley?
—Queremos tener una regulación que vaya mucho más allá, disponer de un corpus coherente de nuestras competencias y dar estabilidad.

¿Cómo valora tener en el Ministerio a José Manuel Bar?
—Sí, en efecto, era el coordinador de la Inspección en Ibiza y Formentera. Tiene una larga trayectoria en Educación y estoy convencido de que hará una labor excelente.

Por cierto, ¿cómo valora el nuevo estilo la ministra Alegría?
—Creo que cualquier ministro siempre busca tener su perfil propio. La ministra Celaá tenía un carácter, digamoslo así, más vasco; la ministra Alegría parece más flexible.

• Formación: Martí March es licenciado y doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Barcelona. Es catedrático de Universidad de Sociología de la Educación y Pedagogía social de la Universidad de las islas Baleares.
• Formó parte de el equipo de trabajo de la Consejería de Educación y Cultura durante el primer Pacto de Progreso. Ocupó el cargo de director general de Universidad del Gobierno de las islas Baleares.
• 2007-2011: Vicerrector primero de Planificación y Coordinación Universitaria de la UIB.
• Actualmente: Es consejero de Educación y Universidad del Gobierno de las islas Baleares.