Miguel Palma: “Siempre que aprendo algo nuevo, me gusta compartirlo con los demás”

Le gustaría estudiar Filosofía, aunque también Química o Bioquímica. Y tampoco le importaría estudiar Historia o Matemáticas. Se llama Miguel Palma y es alumno de 2º de Bachillerato en el IES “Mediterráneo” de Estepona (Málaga). Este joven de 16 años es también director, redactor y presentador de Culturizados, un concurso online de preguntas y respuestas que creó con sus amigos a finales de 2019 como respuesta a la cancelación del programa Pasapalabra de Telecinco. Como él dice, fue una especie de “si no lo hacen ellos, lo haremos nosotros”. Es, además, articulista y administrador de Reflexiones, un blog que trata asuntos de cultura, y divulgador de datos Covid-19 mediante videoanálisis en su canal de YouTube.

¿Cómo valoras la Educación que has recibido en tu centro a lo largo de estos años?
—Muy positivamente. No hay ningún aspecto del que me pueda quejar. Además, se han fomentado actividades culturales como la creación de clubes de ciencias y artes durante los recreos, y eso es muy beneficioso para la convivencia y el currículum de los estudiantes.

¿Cambiarías algo de la Educación actual?
—En vez de contestar a si cambiaría algo en la Educación actual, prefiero decir lo que creo que sería una Educación de calidad. En primer lugar, ha de ser pública y universal, y su mayor objetivo debe ser el que todos los alumnos tengan las mismas oportunidades. En segundo lugar, en la escuela debería transmitirse pasión por el conocimiento y por romper barreras. En tercer lugar, creo que debería ser laica. En cuarto lugar, me gustaría que se basara en la tolerancia, el respeto y la igualdad. Por último, vería bien que se escuchasen todos los intereses del alumnado.

¿Qué opinas de tu profesorado?
—Tengo una opinión bastante positiva, quitando alguna que otra excepción que prefiero considerar anómala. Todos han tenido una actitud muy positiva hacia la docencia y han transmitido los conocimientos de una manera enfática, incentivando la curiosidad de los alumnos y su interés por las materias, haciendo que muchas veces quisiéramos ir mucho más allá de lo marcado por el propio sistema educativo. Son parte de mi construcción como persona.

¿Y de tus compañeros?
—Hay gente con la que tengo más afinidad, y con otros me relaciono menos, por el motivo que sea. Pero si tuviera que dar una valoración, creo que en mi clase hay interés y una actitud positiva hacia los contenidos de las materias.

¿Alguno de tus profesores te ha influido más de forma positiva?
—No sabría nombrar a uno solo en concreto, sí a muchos. Mi tutor de 1º y 2º de Primaria, Nacho, por ejemplo, nos enseñó muchísimo, y además de impartir los conocimientos de las materias, nos incentivó a descubrir e ir más allá. Tengo también muy buenos recuerdos de toda la Primaria en general, y en el instituto he conocido a muchos profesores que son grandes personas y tienen una vocación docente y un afán de enseñanza impresionante. Ahora mismo estaría mal citar los nombres de algunos de los más destacados puesto que los veo a todos a diario por los pasillos.

¿Crees que se escucha poco a los estudiantes?
—Para hablar de la voz de los estudiantes no solo habría que tener en cuenta el concepto de estudiante como tal, sino sus intereses. No todos estudian por el placer que les confiere aprender y descubrir, como es mi caso. Muchos estudian para intentar encontrar un trabajo en el que ganen más dinero explotando al máximo sus capacidades, y otros siguen en el sistema obligados por sus familiares o la propia sociedad. Estas opciones son igual de respetables y lícitas, y las peticiones o palabras de cada uno de estos “grupos de interés estudiantil” han de ser escuchadas por las instituciones, que deben proporcionar una respuesta para potenciar al máximo que todos puedan llegar a su meta.

¿Qué quieres hacer en el futuro?
—La finalidad la tengo clara, y es dedicarme a la divulgación científica y filosófica por medio de la escritura, además de a la docencia, a poder ser, a nivel universitario. La única traba que tengo es que me gusta saber sobre cualquier cosa. Mientras la gente se suele decantar por ciencias o letras, yo no observo esa parcelación en mí.

¿Cómo han influido tus padres en tu Educación?
—Sobremanera, prácticamente más que las propias instituciones académicas. Desde pequeño siempre he sido una persona muy curiosa. Mi mayor inquietud siempre fue descubrir por qué el mundo es de una manera y no de otra. Mis padres, desde una corta edad, me proporcionaron recursos que podían ayudarme a descubrir ese origen: libros, enciclopedias, recursos web o series como Érase una vez el hombre, los inventores o la vida, de las que extraje algunos de los conocimientos de ciencias o historia que hoy en día tengo.

¿Qué pretendes con tu faceta de bloguero?
—Siempre que he aprendido sobre algo nuevo, me ha gustado compartirlo con los demás, en una especie de afán por la divulgación, entendida como una actividad filantrópica. También tiene un componente cultural, y es que mi filósofo favorito, Ortega y Gasset, fundó La Revista de Occidente, en la que se compilaban artículos y breves ensayos sobre temas relacionados con las ciencias, las humanidades o el arte. Yo he querido hacer algo similar, y para ello he contactado con más jóvenes, tanto de Bachillerato como de Educación superior, con interés en compartir sus conocimientos con los demás de manera desinteresada.

¿Y con el programa de TV online Culturizados?
—Es prácticamente un rincón de “amigos de la cultura”. Al principio jugábamos en un aula durante la hora de recreo entre compañeros, y lo llevábamos mi amigo David y yo. En marzo de 2020 llegó el confinamiento y tuvimos que reinventarnos, usando las redes sociales para intentar contactar con famosos concursantes de Pasapalabra o Saber y Ganar. Lo conseguimos y ahora guardamos una amistosa relación con muchos de ellos, como –por citar a algunos muy conocidos– David Leo, Orestes Barbero, Rafa Castaño, Sebastián Cárdenas o Nacho Mangut.