Proyecto Guatemala
Raquel Ramiro González es maestra especialista en Educación Física y Primaria, técnico superior de Actividad física y deportes, diplomada en Nutrición y dietética aplicada, deportista de élite hasta el 2002 y continuando en el mundo de la competición nacional de forma amateur y una superaventurera.
Nacho Salazar Calle es maestro especialista en TIC y Primaria, desarrollador de software de profesión, desde hace más de 20 años, y amante de la aventura, el riesgo y cualquier cosa que signifique ayudar a los demás.
¿Cuándo fuisteis a Guatemala y por qué?
Nos fuimos tres semanas durante el mes de julio y decidimos Guatemala porque era el único país al que podíamos entrar sin ningún tipo de vacuna o profilaxis y con libre acceso de Covid siempre que tuviéramos vacuna o PCR.
Por falta de tiempo no pudimos organizar el viaje como solemos hacer, así que lo organizamos a través de una agencia de viajes de aventura.
David, el agente, nos hizo una propuesta donde íbamos a ver volcanes activos, hacer rutas de trekking en montaña y selva, hacer noche sobre un volcán y en el interior de la jungla. El viaje también constaba de visitar yacimientos arqueológicos mayas, no solo los más emblemáticos sino también los que se encontraban en los lugares más recónditos. Así que la idea de lanzarnos a otra aventura nos encantaba.
El guía de nuestro viaje sería de Guatemala y además médico, eso nos dio mucha seguridad porque la fama que tiene Guatemala sobre el tema de seguridad no es muy buena, pero pudimos comprobar que nada más lejos de la realidad, salvo en la propia capital si te metes en lugares donde uno no debe estar a ciertas horas; vaya, como en cualquier otra capital del mundo. Así que, sin pensarlo más, no lanzamos a la aventura.
¿Qué es lo que os encontrasteis allí aparte de lo que ibais buscando?
Además de ir con la mentalidad de encontrar un país con un paisaje volcánico espectacular, un paisaje selvático maravilloso, una fauna y flora impresionante y unos yacimientos arqueológicos que te dejaban la boca abierta, nos encontramos una cultura sorprendente, unas costumbres muy curiosas y, sobre todo, unas historias de vida inauditas.
Franklin, nuestro guía, además de ser médico y guía nacional de turismo, es coordinador general de ayuda humanitaria en toda Guatemala. Así que pudimos ver en primera mano, asistencias médicas donde Franklin hacía recetas mientras que nos llevaba de un lugar a otro. Gracias a él pudimos conocer de cerca una familia indígena a la que, después de disfrutar de unos parajes impresionantes en Semuc Champey, hicimos una visita pues el médico tenía que atender a la madre de la familia de “pie diabético”, teniendo un dedo necrosado y con posible amputación. Sin más, nos pusimos los guantes y con lo que se pudo, se hizo la intervención. La familia en agradecimiento por ayudarles y no cobrarles nada, nos hicieron la cena, que, por cierto, nos pusimos hasta arriba.
¿Qué os motivó a intentar ayudarles?
Antes de saber cuál era la situación del país, sabíamos que era un lugar donde se necesitaba ayuda así que nos llevamos medicinas, ropa y material escolar, que una vez allí, lo dividimos en packs para ir repartiendo en aquellos lugares donde lo necesitaban.
Gracias a la labor de Franklin, nuestro guía, pudimos conocer de primera mano, la vida de los guatemaltecos. Además, ayudó mucho el que no hubiera turismo, ya que todas las visitas las hicimos solos, nosotros 2, con guías locales, lo que ayudó a que pudieran abrirse y contarnos su situación personal.
Nos llamó la atención, sobremanera, las ganas que tienen todos, de salir adelante, de ayudar al prójimo, de ofrecer lo poco que tienen, aunque se queden ellos sin nada, eso, en otros países, como en España, no se ve, somos más egoístas y, encima, esto de la pandemia, nos ha convertido en gente más arisca y agresiva. Allí, todo lo contrario.
¿Qué es lo que más necesitan?
Lo que más necesitan es medicina, sobre todo antibióticos porque es muy caro su precio por lo que se hace difícil comprarlos; antiparasitarios, hipertensivos, hiperglucémicos y vitaminas. El resto de medicina tipo analgésicos, antiinflamatorios, urbason, pomadas para picaduras, colirios, antidiarreicos, etc., también son necesarios. Al fin y al cabo, todo tipo de medicina que se pueda proporcionar es necesaria.
El material escolar también es importante ya que las comunidades indígenas no tienen recursos y la escuela, aunque es obligatoria, los niños van cuando pueden, pues tienen que ayudar en el trabajo familiar. Hemos llegado a ver niños que, desde las 6 de la mañana están con un barreño de granos de maíz sobre la cabeza y que llevan a moler para convertirlo en harina y así poder hacer las tortillas (su alimento principal) u otros, con no más de 5 años, remando por el río mientras su padre iba tirando las redes para pescar.
A nivel particular, queremos ayudar a personas que se dedican a llevar turistas para ver los volcanes a 4000m de altura y no tienen ninguna equipación para estar a temperaturas bajo cero o cubrirse bajo el agua. Concretamente los guías que nos subieron al volcán Acatenango, Don Victoriano de 69 años y Adelso de 32 años, apenas pudieron dormir la noche del trekking, pues se mojaron al recoger la leña para hacernos una hoguera y poder cocinar y calentarnos, y no tenían ropa de cambio, por lo que pasaron la noche mojados y sólo tenían un saco de dormir de verano. Así que, tomamos la decisión no sólo de ayudarles con la equipación y material de la montaña, sino también en ayudarles en cómo crear su propia empresa de turismo a volcanes. Para ello, se necesitaría pantalones de trekking de verano e invierno, abrigos, forro polar, ropa impermeable, guantes, ropa térmica, botas de montaña e incluso sacos de dormir de invierno y mochilas de montaña. Además, son muy inteligentes y durante el camino de regreso les estuvimos enseñando frases sueltas de inglés de uso cotidiano con cualquier turista.
Gracias al reclamo de la ayuda, Javier, hermano de Nacho, ha donado un traductor de castellano/inglés electronico y varios diccionarios para que puedan seguir estudiando.
Teléfonos, ordenadores de mesa y portátiles, Tablet y cualquier otro dispositivo para ayudar a los jóvenes que luchan por tener estudios, y la mayoría de las veces, por no disponer de estos recursos, no pueden realizar sus trabajos académicos y por los tanto, terminan abandonado aun teniendo talento.
Y como no, juguetes para los pequeños. Cada vez que veíamos la cara de un niño cuando le regalabas un dulce que llevabas en el bolsillo o le comprabas una caracola o un souvenir, su cara era un mundo de felicidad. Así que recibir juguetes será una gran sorpresa para ellos.
¿Cómo estáis dando a conocer vuestra campaña?
Nuestra campaña la estamos dando a conocer a través de las redes sociales como Facebook, Instagram y Twitter. Entre todos los contactos que tenemos ya sean familia, amigos y compañeros de trabajo. Y a través de una asociación adasecayudasocial que están colaborando en llevar nuestro mensaje un poco más allá.
¿Dónde estáis guardando las donaciones y cómo vais a hacerlas llegar?
De momento estamos guardando en nuestra casa todas las donaciones, menos mal que es grande…Eso sí, ya estamos en contacto con un amigo de Franklin para poder ir dejándole cosas porque no damos abasto.
Cuando estuvimos allí, le propusimos a Franklin hacer campaña y poder enviarles algo, pero no pensamos que la gente iba a responder tan amablemente. Algunos amigos minimalistas nos han dado dinero para que compremos lo que necesitemos o directamente ellos han comprado cuadernos, pinturas o cuentos. Todas las gestiones oportunas para poder enviarles todo lo que recojamos, las realizará nuestro buen amigo Franklin.
En un principio, se lo queremos enviar a finales de octubre, porque si se envía por barco, que será lo más probable, tardará mucho. La intención es que pueda llegar en diciembre para que puedan repartirlo y que le llegue a modo de regalos de Navidad.
Además, en cuanto terminemos este proyecto, ya tenemos pensado poner en marcha otro, pero, en esta ocasión, para ayudar en Senegal. Pero de esto ya os contaremos más adelante.