Las imágenes, el punto débil de la información sobre infancia

El pasado 27 de octubre se presentó el informe sobre infancia vulnerable en los medios de comunicación 2020 que realiza cada año Aldeas Infantiles SOS junto con la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y el Consejo General de la Abogacía Española. 

Este año es su sexta edición y analiza, desde un enfoque de derechos, el tratamiento de la información que se da en los artículos que tienen a los niños, niñas y adolescentes como protagonistas. 

Los datos generales que se extraen del informe son que el 83% de las noticias analizadas han hecho un tratamiento positivo de la información sobre infancia, un 8% neutro y un 9% negativo, la nota de la prensa española obtiene una media final de 4,24 sobre 5 lo que supone 36 décimas más con respecto al año anterior.

El informe ha analizado una muestra de 100 noticias de las 47.099 que se publicaron el pasado año centradas en la infancia siguiendo seis criterios, tres de los cuales son escogidos de los consejos recogidos en el Código ético periodístico para la infancia vulnerable: análisis del titular, del cuerpo y de la imagen, denuncia de las injusticias y de las vulneraciones de los derechos de la infancia, no ofrecer datos que permitan identificar a un niño o niña en situación de riesgo, y evitar referencia al niño, niña o a su familia por su procedencia o religión.

Aún queda camino por recorrer, pero las conclusiones del informe constatan que se observa un mayor conocimiento de los profesionales acerca del sistema de protección de la infancia y se ven noticias con otros puntos de vista más positivos.

Mientras que los titulares y el cuerpo de las noticias en su mayoría se realizan de forma correcta (un 76% de los titulares están redactados de forma adecuada y el cuerpo de la noticia era positivo en un 70%), las imágenes son “el punto débil” en cuanto al tratamiento correcto de los derechos de los niños. Aunque se puede concluir en el informe en una mejoría respecto al año anterior, siguen recibiendo la puntuación más baja: 3,7 sobre 5. Tan solo el 56,7% de las imágenes se consideran correctas según el análisis realizado en el informe. 

Esto se debe sobre todo a la identificación de los niños, niñas y adolescentes en ellas.  “Las noticias tienden a mostrar los rostros de los niños y las niñas si estas tienen un tono positivo, cuando es preciso preservar su intimidad independientemente del contenido que se esté tratando”, indicó Mónica Revilla, directora de Comunicación de Aldeas Infantiles SOS, durante la exposición de los datos extraídos del análisis.

Cada vez son menos las imágenes, identidades y datos personales de los niños, niñas y adolescentes que son publicados en las noticias, por lo que podemos decir que en la mayoría de las publicaciones no se vulnera ningún derecho y podría interpretarse que las noticias analizadas en el informe aprueban holgadamente el informe anual. 

A pesar de que queda aún camino por recorrer se percibe un esfuerzo por parte de la profesión periodística por elaborar informaciones documentadas, rigurosas, respetuosas con los derechos de la infancia y reivindicativas cuando estos no se cumplen.

Los medios de comunicación realizan una tarea esencial en la denuncia y exposición de la vulneración de derechos de la infancia, pero “garantizar los derechos de la infancia es una tarea conjunta de la totalidad de la sociedad”, resaltaba Mónica Revilla en la presentación del informe. En el pasado año los medios de comunicación desempeñaron un papel clave para dar visibilidad a la realidad de las consecuencias de la pandemia en los niños y adolescentes, que fueron de mayor impacto. La covid-19 y el confinamiento fueron los temas estrella en las informaciones referidas a la infancia en el año 2020. Otro de los temas protagonistas ha sido el acoso escolar, pero desde una perspectiva diferente, una perspectiva que contextualiza mejorando así la información. 

Por su parte, María Giráldez, experta del Consejo General de la Abogacía Española, ha resaltado la responsabilidad del lector al enfrentarse a la información: “La única manera de no estigmatizar a los niños, niñas y adolescentes es verlos y tratarlos como sujetos e individuos de derecho y no como objetos de protección: el periodista ejerciendo su profesión desde la ética y la sensatez, y el lector desde la exigencia y la crítica sensata hacia los medios informadores”.