Rocío Moldes: "El primer paso para resolver un problema es visibilizarlo"

Las niñas, según el informe Skills4Girls: Centrado en las niñas de UNICEF, se encuentran excluidas de forma persistente y desproporcionada de las oportunidades de Educación.

El Gobierno español, consciente de esta situación, ha presentado recientemente un borrador de Real Decreto para la ESO que apuesta por una Educación con perspectiva de género. Rocío Moldes, profesora de Sociología en la Universidad europea, reflexiona sobre la importancia de fomentar la igualdad de género en la Educación.

¿Cómo valora el borrador de Real Decreto para la ESO?
— Lo valoro como una iniciativa muy oportuna, dado que contribuirá a que a edades tempranas y de forma rigurosa, en las aulas, la desigualdad de género se aborde como un problema persistente, avalado por datos, de consecuencias negativas para el conjunto de la sociedad. Lo previsible es que el RD funcione guiado por la lógica de que el primer paso para resolver un problema es visibilizarlo, reconocerlo. En este caso legislar supone, en primer lugar, presentar datos y sensibilizar a los jóvenes de que la desigualdad de género es un problema social.

¿Apuesta la Lomloe por la igualdad de género?
— La Lomloe introduce cambios en la ESO al fomentar de manera trasversal la Educación para la salud, incluida la afectivo-sexual, la igualdad entre hombres y mujeres y el respeto mutuo y la cooperación entre iguales. Supongo que, claramente, esto puede entenderse como una apuesta por mejorar la igualdad entre ambos géneros.

¿Por qué es tan importante incorporar la coeducación en nuestro sistema educativo?
— Es importante porque no hacerlo supondría, como sucede con otros escenarios, no incidir en las transformaciones fundamentales de nuestro tiempo que, a mi entender, es algo que el sistema educativo en modelos de sociedad democrática, simplemente no puede permitirse si quiere seguir teniendo legitimidad y cumpliendo su función.

¿Se encuentran excluidas en ocasiones las niñas en el sistema educativo español?
— A nivel mundial, 57 millones de personas de entre 6 y 11 años en el mundo están sin escolarizar, de los cuales el 64% son niñas. No en vano, en dos de los objetivos de desarrollo sostenible se centran respectivamente en garantizar una Educación de calidad inclusiva y equitativa, y alcanzar la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas. En los países pertenecientes a la Unión Europea, no solo en España, la exclusión se encuentra en el nivel universitario. Mientras que las Ciencias Sociales y Jurídicas y Ciencias de la Salud están feminizadas (62%), la representación de mujeres en áreas científicas, como la Física y las ingenierías, es desigual y representa el 26%. Solo el 12,9% de las personas graduadas en estudios científico-tecnológicos son mujeres, y solo un 12,6% lo están en Ciencias, Matemáticas y Tecnología

¿En qué se traduce esta discriminación?
— Básicamente en lo que se conoce como “la paradoja del talento femenino”. Si bien los datos avalan trayectorias académicas más exitosas en todas las etapas educativas para las mujeres, están infrarepresentadas en las carreras científicas que ofrecen mejores futuros laborales. Los estudios señalan que la autopercepción sobre sus habilidades intelectuales en Matemáticas y los estereotipos negativos sobre las personas que trabajan en el sector STEM, son las causas combinadas del rechazo de las mujeres a elegir estar carreras. Las consecuencias son contundentes: menor presencia en puestos de decisión e influencia en todos los ámbitos, que es el lugar desde donde se cambian las cosas.

La escuela tiene como fin transmitir valores y conocimientos que nos proyecten hacia modelos sociales no sexistas, ¿lo está consiguiendo?
— Cada día es más evidente que información y conocimiento son cosas muy diferentes. Sin capacidad para interpretar la primera, es imposible conseguir lo segundo. La capacidad para interpretar la información, para aplicar un juicio crítico es responsabilidad de la escuela para construir modelos igualitarios de convivencia. En sus primeras etapas, el sistema educativo representa el espacio más efectivo para contribuir a la consolidación de una cultura de la igualdad de género. El material utilizado, los debates en el aula y la deontología del profesor deben funcionar como ventanas al mundo para niños y adolescentes.

¿Cómo se puede luchar contra la discriminación de las niñas en la Educación?
— Iniciativas como los premios WONNOW para mujeres estudiantes de grados de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas para fomentar la igualdad de género y premiar la excelencia académica y personal de las estudiantes de grados STEM, ejemplifican su efectividad para luchar contra la discriminación. La implicación de los actores que tienen capacidad para crear referentes (la escuela y la empresa en este caso) conducen a la sensibilización de la sociedad y el establecimiento de una cultura proclive a estigmatizar el estereotipo.

¿Qué papel juega la tecnología en esta lucha?
— Decisivo. La tecnología es “sujeto” y “objeto” para el empoderamiento de las personas en el siglo XXI. Obviamente también para las mujeres. Iniciativas como el proyecto #nomorematildas o el videojuego La habitación de Emi, constituyen recursos de innovación pedagógica que al mismo tiempo funcionan como medios de divulgación científica de figuras femeninas relevantes en sus disciplinas. No reproducir estereotipos y crear referentes en el ámbito de la tecnología se presenta como una herramienta clave por su efecto multiplicador para reducir la desigualdad de género.

¿Ha empeorado la pandemia la inclusión de las niñas en la Educación?
— Ha puesto de manifiesto las desigualdades de clase, que se han visto reforzadas en asuntos como la brecha digital, el uso del espacio doméstico para el teletrabajo o el aumento del tiempo dedicado a trabajo doméstico y de cuidados, por parte de las mujeres. Desconozco si existen estudios que hayan mostrado la relación entre los aspectos mencionados y el empeoramiento de la inclusión de las niñas durante la pandemia.

• Desideologizar la cuestión. Los estudios realizados por organismos de muy diferente orientación concluyen que «las mujeres en todo el planeta y en ámbitos diversos, sufren situaciones de subordinación». 
• Papel de la escuela . «Debe mostrar y enseñar a analizar, especialmente en el contexto actual en el que la tendencia a presentar la desigualdad de género como una ideología se está viendo claramente reforzada por el papel de la red». La escuela tiene que combatir nuevas formas de estigmatización como la “misoginia online”.