Ningún país de Iberoamérica supera el 70% de avance en inclusión educativa
La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) ha presentado esta tarde el informe Educación inclusiva hoy: Iberoamérica en tiempos de pandemia. El estudio, disponible en español y portugués y accesible para personas con problemas visuales, es una completa panorámica del estado de la educación inclusiva en la región y cómo ha sido su evolución a partir de la incidencia de la pandemia de Covid-19 con datos de 22 países de la región aportados por los Ministerios de Educación, así como expertos en Educación inclusiva. Además, como novedad, el estudio se ha abierto a las opiniones de la sociedad civil iberoamericana, quien, durante el año 2020, tuvo la oportunidad de participar por medio de la campaña de la OEI Yo pongo mi pieza, que consistió en encuestas destinadas a conocer iniciativas sociales inclusivas en el contexto de la pandemia.
En la presentación del estudio, el secretario general de la OEI, Mariano Jabonero, ha destacado que el informe «recoge experiencias vitales que pueden dar pautas para construir un futuro educativo más inclusivo, más equitativo y de mayor calidad». Por su parte, la directora de Educación de la OEI, Tamara Díaz, ha manifestado que en la OEI “queremos fortalecer las competencias de los docentes para que puedan tratar la diversidad y propiciar información para mejorar la calidad de la Educación inclusiva”.
La inclusión educativa en cifras
El informe revisa de manera pormenorizada las normas legales que incorporan el concepto de educación inclusiva y su aplicación en los diversos países, al tiempo que analiza la atención educativa que reciben las poblaciones con mayor riesgo de exclusión, como ha explicado durante la presentación la investigadora principal del estudio, Pilar Samaniego.
El estudio concluye que el 87,4% de los países de la región incorporan el principio de equidad e inclusión dentro de sus constituciones y leyes generales u orgánicas de Educación. En este sentido, el colectivo que más se visibiliza en dicha normativa corresponde a las personas con discapacidad (94,4%), seguido de la inclusión de género (88,9%). La población afrodescendiente, con un 55%, representaría el colectivo que menos se encuentra reflejado en la normativa de Educación seguido de la Educación de las personas en situación de migración, pacientes hospitalizados o en reposo médico prolongado, que registra un 66,7%.
El informe también señala que todos los países de la región han avanzado en cuanto a inclusión y equidad en sus legislaciones, con avances en la superación de barreras que en ningún caso están por debajo del 50%, de acuerdo con los datos recogidos. Así, durante la emergencia sanitaria, la región volcó sus esfuerzos en la disminución de las brechas, teniendo en cuenta aspectos como el nivel socioeconómico, grupos étnicos, género o ruralidad en áreas comarcales y de difícil acceso. Sin embargo, el informe también advierte que la puesta en marcha de medidas para la eliminación de barreras no es generalizada en toda la región, y no supera el 70% en ningún país iberoamericano, siendo además la garantía de acceso al medio físico la medida que más se privilegia. En promedio, el alcance más alto en la eliminación de barreras a la educación inclusiva se observa en el nivel preescolar (70%) con una diferencia de 12 puntos porcentuales con educación inicial (58%). La variación es menor en los otros niveles.
Educación inclusiva en tiempos de pandemia
Como respuesta a la inesperada crisis sanitaria de la Covid-19, las alternativas más frecuentes para asegurar la continuidad educativa de grupos de población más vulnerable y marginada fue la enseñanza a distancia y los ajustes en los currículos escolares. También fue clave la entrega de alimentos (con un alcance cercano al 90%) o de recursos de aprendizaje a docentes, estudiantes y familias como dispositivos electrónicos, así como el apoyo a padres, madres y cuidadores para que se involucraran en el aprendizaje a distancia a través, por ejemplo, de grupos de WhatsApp.
El informe refleja también que la oferta de programas de formación y capacitación sobre educación inclusiva, en particular en habilidades digitales, para directivos y docentes –presente en todos los países–, se aceleró e incrementó con la pandemia.
Por último, durante la emergencia por la Covid-19, las agencias de cooperación internacional fueron las instituciones que más apoyaron programas de educación inclusiva y equitativa en Iberoamérica, con más del 80% de involucramiento, por encima de bancos, ONG, empresas privadas y otras organizaciones civiles. A esto contribuye el hecho de que las políticas de educación inclusiva y equitativa para lograr los objetivos de la Agenda 2030 y, en concreto, el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4 (ODS-4) sobre educación, requieren del compromiso de todos los actores de la sociedad. También destaca el alcance del sector salud para apoyar una educación inclusiva y equitativa durante la emergencia, que ha superado notablemente a los otros sectores, siendo de 40 puntos porcentuales la diferencia con el de economía y finanzas.