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Alimentación y nutrición en los primeros meses de vida

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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La nutrición durante las primeras etapas de la vida de un niño/a resulta fundamental para su correcto crecimiento y el completo desarrollo de sus capacidades físicas e intelectuales.

La nutrición durante las primeras etapas de la vida de un niño/a resulta fundamental para su correcto crecimiento y el completo desarrollo de sus capacidades físicas e intelectuales.

En los últimos años se ha hecho especial hincapié en destacar los beneficios que aporta al bebé la lactancia materna frente al uso de fórmulas para lactantes (1-6), sin embargo, los esfuerzos realizados en este sentido deben continuarse prestando gran atención a la alimentación que el bebé seguirá después de la lactancia, y que será realmente la que repercuta en la adquisición de gustos y hábitos alimenticios, difícilmente modificables a partir de los 3 años de edad.

Diferentes estudios han demostrado que la incidencia de obesidad infantil y enfermedades adultas como la diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, están estrechamente relacionadas alimentación en los primeros años de vida (7-8).

Es, por tanto, fundamental que tanto padres como educadores dispongan de la información y herramientas necesarias para mejorar los hábitos alimentarios desde edades tempranas, considerándolos una forma de mantenimiento de la salud y prevención de la enfermedad.

A continuación se enumeran algunos aspectos clave para la correcta alimentación y educación nutricional de los niños en edad preescolar:

  • Se recomienda comenzar la alimentación complementaria a partir de los 4-6 meses, mientras se continúa lactando a demanda, de lo contrario se podría favorecer la aparición de alergias, problemas de digestibilidad, o sobrealimentación
  • Hay que aumentar gradualmente la consistencia de los alimentos conforme el niño se va haciendo mayor, adaptándose a sus requerimientos y habilidades. Los niños pueden tomar alimentos en forma de purés y alimentos semisólidos a partir de los 6 meses y usualmente a los 8 meses pueden tomar alimentos sólidos con sus propias manos. Alrededor de los 12 meses los niños pueden tomar los mismos alimentos que el resto de la familia
  • Conforme el niño crece hay que aumentar el número de veces que es alimentado con alimentos complementarios. Tener en cuenta que la energía ingerida debe ser igual a la desgastada, si no es así se favorece el sobrepeso y la obesidad. Es recomendable el ejercicio físico mediante juegos y actividades cotidianas para equilibrar esta fórmula y potenciar otros aspectos saludables como coordinación, elasticidad, agilidad, resistencia, …
  • Para satisfacer los requerimientos nutricionales del bebé se debe seleccionar una variedad de alimentos lo más amplia posible en relación a su edad: patatas, cereales, verduras, carne, pescado y huevos deben tomarse de forma frecuente. La grasa ayuda a la formación de distintos tejidos en el organismo por lo que también debe estar presente en su cantidad precisa. Hay que evitar las bebidas como té, café, infusiones, bebidas azucaradas y carbonatadas, procurar que los zumos de frutas sean naturales y que éstos no desplacen la ingesta de otros alimentos. Cuando comienzan a distinguir formas y colores, inculcarles la elección de alimentos saludables (frutas, verduras, legumbres,…) por su forma, aspecto y color. Evitar la merienda o tentempié a base de bollería, dulces y snacks, sustituyéndolos por fruta, yogur, o preparados naturales (puré de frutas, macedonia, etc)
  • Actualmente los alimentos infantiles preparados tiene una importancia destacada en la dieta de los lactantes y niños de corta edad. Estos alimentos se fabrican siguiendo estrictas normas dictadas desde la Unión Europea y tienden cada vez más a la variedad y naturalidad de sus ingredientes, asegurando al mismo tiempo los aportes nutricionales necesarios para cada edad. Entre este tipo de productos se encuentran las leches de formulación, cereales y alimentos tipo puré
  • La disciplina en los horarios y hábitos durante las comidas es fundamental: comer lentamente ayuda a que los niños/as aprendan a autoregular su ingesta en función de las sensaciones de hambre-saciedad, y evita que “piquen” entre horas
  • No hacer una batalla de la hora de la comida, el niño/a irá adquiriendo su propio ritmo y hay que respetarlo. No hacer de la comida un premio o castigo
  • Hacer partícipes a los niños/as de las actividades relacionadas con la alimentación: ayudar a poner la mesa, intervenir en alguna fase de preparación de una receta, hacerles que busquen dibujos o fotografías de los alimentos saludables en el supermercado

Como en los demás aspectos de la educación infantil, los hábitos de los padres y educadores son el mejor ejemplo para los niños, por lo que una alimentación más saludable será posible gracias a la implicación de todos.

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