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Buenos y malos usos de las sillitas infantiles

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Se calcula que, hasta agosto de este año, alrededor de 20 niños han fallecido por utilizar mal las sillas infantiles. Los errores más comunes: dejar holgado el arnés de la sillita, anclarla mal con el cinturón de seguridad, fijar inadecuadamente el sistema ISOFIX o dejar el airbag activado cuando la silla va en el asiento delantero.

¿Quién, con las prisas, no ha dejado algo holgado el arnés de seguridad de la silla infantil, ha fijado mal el sistema ISOFIX o ha anclado inadecuadamente la silla con el cinturón de seguridad del vehículo? Utilizar mal la silla, ya sea por prisas, por pereza o por aumentar la comodidad del niño, multiplica por 4 el riesgo de muerte infantil en caso de accidente de tráfico.

Ésta es la principal conclusión del informe “Buenos y malos usos de las sillitas infantiles” presentado por Línea Directa el pasado 26 de octubre en Madrid. Según el estudio, usar mal las sillas infantiles es una causa determinante en la mortalidad infantil en carretera, ya que no solo aumenta el riesgo de que el menor fallezca sino que 4 de cada 5 casos en los que sobrevive, puede sufrir lesiones y secuelas muy graves.

Según datos de la DGT, alrededor de 40 niños que van como ocupantes del coche fallecen y unos 2.950 resultan heridos cada año en España. De ellos, el 40% no hacía uso de ningún sistema de retención infantil, y ello a pesar de que circular con menores sin utilizar la correspondiente silla, conlleva la pérdida de 3 puntos en el carné y multa de hasta 260 euros.

Se calcula, además, que 7 de cada 10 niños que viajan en coches no utilizan correctamente la silla. Esto implica que, extrapolando estos datos a los primeros ocho meses del año 2011, alrededor de 20 niños han fallecido porque no estaban utilizando correctamente el Sistema de Retención Infantil (SRI).

A tenor de estas cifras, la DGT estableció como una de las principales prioridades de su Plan Estratégico de Seguridad Vial 2011-1010 evitar que los accidentes de circulación dejen de ser la primera causa de muerte en los niños mayores de 4 años. Un objetivo al que Línea Directa ha querido sumarse con este informe realizado en colaboración con el Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (INSIA) de la Universidad Politécnica de Madrid y con el que quiere dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿es posible que, cuando no se utiliza correctamente la sillita, los menores puedan sufrir lesiones tan graves como para causarles la muerte?

Para ello, la compañía ha analizado en un banco de pruebas las consecuencias de los malos usos más habituales para los pasajeros infantiles en 15 choques frontales a 50 kilómetros por hora. En los ensayos se han utilizado dummies que representan a niños de un año y medio, 3 y 6 años con los tres tipos de sistemas de retención más comunes.

Sillitas para bebés hasta 13 kilos

Grupo 0+ Universal, para niños de hasta aproximadamente 2 años.

¿Cómo deben colocarse?
Estas sillas deben situarse en el sentido contrario a la marcha, en el asiento del copiloto (con el airbag desconectado) y, en su defecto, en los asientos traseros. En la sillita, el bebé va sujeto por un arnés de seguridad de 3 ó 5 puntos de anclaje.

Si se usa correctamente este dispositivo, ofrece una sujeción muy buena, ya que envuelve el cuerpo de bebé y evita el contacto de la silla con el salpicadero o el asiento y de la cabeza del niño con otros elementos del coche.

¿Qué pasa si se utiliza mal?
Según el ensayo de Línea Directa, si no se coloca bien la silla con el cinturón de seguridad del asiento delantero, en caso de choque, rotará violentamente y podrá terminar volcada sobre el asiento. Como el movimiento es totalmente descontrolado, el bebé corre el riesgo de golpearse con algún elemento interno del vehículo, como la palanca de cambios, o con el propio conductor.

Si no se desactiva el airbag del asiento delantero, obviando las recomendaciones de la mayoría de los fabricantes y la prohibición del Reglamento General de Circulación, no sólo se duplican las cargas en la cabeza del bebé, que puede llegar a soportar un peso de 120 kilos, sino que además puede sufrir graves lesiones en el cuello y en la cabeza, entre un 20 y un 50% más.

Sillas para niños con un peso entre 9 y 18 kilos

Grupo I, desde los 2 hasta los 5 años

¿Cómo deben colocarse?
Deben situarse en el sentido de la marcha y, si es posible, en los asientos traseros centrales. Se pueden utilizar dos sistemas: ISOFIX y Universal. El sistema de sujeción ISOFIX está basado en tres puntos de anclaje: dos puntos de sujeción rígidos (unidos a la carrocería del coche entre el respaldo y el asiento del vehículo, que sujetan la silla en ambos extremos de la base), y un tercer punto de anclaje anti-rotación. Ofrece una buena retención si se instala adecuadamente.

El sistema Universal utiliza el cinturón de seguridad del coche como anclaje principal al vehículo y, según los expertos, está más expuesto a la mala utilización. En este sistema de retención, el cinturón debe colocarse siempre por los pasajes marcados en rojo en la silla.

¿Qué pasa si se utiliza incorrectamente el sistema ISOFIX?
Si no se sujeta la silla con la cinta superior del ISOFIX, en un golpe frontal a 50Km/h los menores sufrirán lesiones severas en la cabeza, el cuello y el pecho (fracturas de cráneo, vértebras cervicales y costillas). Esta situación se agrava considerablemente si no se sujetan los anclajes inferiores, ya que la silla puede salir disparada, con lo que probablemente se lesionen también otros ocupantes del coche, y el riesgo de que el niño de que el niño sufra lesiones en la cabeza aumenta un 50%.

¿Qué pasa si se utiliza incorrectamente el sistema Universal?
Si no se sujeta bien con el cinturón del coche, la sillita corre el riesgo de desplazarse, con lo que aumentan las posibilidades de que la cabeza del menor golpe contra el asiento delantero y éste sufra diferentes lesiones en cabeza y pecho.

En caso de accidente, si se dejan holgados los arneses de seguridad de la sillita del grupo I (sean universales o ISOFIX), el pequeño sólo estará retenido por la zona pélvica, con lo que su torso y cabeza pueden golpear de forma violenta contra el respaldo y el reposacabezas del asiento delantero primero y su propio respaldo después, rebasando ampliamente los límites de lesión establecidos.

Sillas para menores con un peso entre 15 y 36 kilos

Grupo II/III Universal, desde aproximadamente los 6 hasta los 12 años.

¿Cómo deben colocarse?
El alzador tipo “booster” eleva al niño sobre el asiento para que pueda utilizar el cinturón de seguridad del adulto, que debe pasarse por las guías rojas situadas debajo de los apoyabrazos.

Aunque la mayoría de los fabricante de este tipo de sillas recomiendan colocarlo en los asientos de atrás, la mejor protección se obtiene cuando el menor viaja con el cojín elevador en la plaza delantera del acompañante y el cinturón tiene pretensor, incluso aunque el airbag esté activado.

¿Qué pasa si se utiliza incorrectamente el sistema Universal?
Hay dos situaciones muy peligrosas, por su severidad en las lesiones, que se corresponden con pasar el braz
o por encima del cinturón de seguridad y circular con el cinturón colocado por encima de los cuernos del alzador. En estos casos, el menor, además de lesiones en la cabeza, cuello y pecho, puede sufrir la penetración abdominal del cinturón de seguridad.

Si se viaja sin el alzador, los esfuerzos de inercia a los que se ve sometido el cuello del menor no sólo se multiplican por 2, sino que es muy probable que se produzcan graves lesiones en las vértebras cervicales.

Consejos para colocar la sillita

Para concienciar a los padres y fomentar la seguridad infantil, Línea Directa recomienda seguir una serie de consejos como normal general:

  • Situar la silla en la plaza trasera central.
  • Asegurarse de anclar correctamente la silla con el cinturón del coche o el sistema ISOFIX.
  • Desactivar siempre el airbag al colocar las sillas portabebés en el asiento del copiloto.
  • No dejar nunca holgado el arnés de seguridad de la silla, pues cuando no está bien ajustado aumenta el riesgo de que el menor sufra daños severos.
  • Ajustar las correas de la sillla a la estatura del niño, sin que queden por encima o debajo de los hombros, a medida que crezca ayuda a evitar lesiones.
  • Utilizar siempre los sistemas de retención hasta que el niño supere los 135 cm. De estatura.
  • Ser conscientes de que el cambio de una silla a otra depende del peso del menor, no de su edad.

25 días de tratamiento médico

Aparte de estos ensayos, Línea Directa ha analizado más de dos millones y medio de accidentes registrados por la compañía en los últimos 5 años. Según estos datos de la aseguradora, que registra y gestiona más de medio millón de accidentes de tráfico cada año, el 2,75% de los niños de entre 0 y 6 años que sufrieron un accidente de circulación en los últimos cinco años, tienen secuelas permanentes derivadas del choque. Además, la compañía concluye que más del 27% de los menores accidentados precisan de tratamiento médico tras la colisión, que suele alcanzar una duración media de alrededor de 25 días.

Otro dato interesante aportado por la aseguradora es que la accidentalidad infantil afecta 13,5 puntos más a los coches que circulaban correctamente en el momento del accidente.

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