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¿Cómo elegir los zapatos adecuados?

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Entre el primer y el cuarto año de vida, el pie del niño aumenta anualmente dos tallas y pasa por distintas etapas. ¿Cómo saber que lleva el zapato que más le conviene?

Todos los pediatras están de acuerdo en que utilizar un calzado adecuado desde los primeros años de vida es fundamental para el correcto desarrollo del pie. Evitar futuras deformaciones y problemas, que posteriormente puedan afectar a la salud del niño, está en nuestra mano. En esta primera etapa, se deben evitar francesitas o mocasines que obliguen al niño a esforzarse en exceso al caminar. Conviene decantarnos por materiales naturales como la piel o la tela que permiten transpirar al pie y no abusar de las deportivas ya que favorecen la sudoración.

Cuestión de talla

En los primeros años, los pies de los niños son blandos y flexibles por lo que es importante usar un calzado apropiado y de la talla correcta, que evitará que el niño adopte posturas forzadas. Un zapato demasiado grande no soporta suficientemente el pie, mientras que uno pequeño lo comprime obstaculizando su crecimiento.

Debe haber una distancia mínima entre el dedo gordo del pie y la puntera de 6 milímetros o el equivalente al pulgar de un adulto. El ancho también es importante para que los dedos no queden comprimidos. Una prueba es pellizcar el costado del zapato en la parte más ancha sin tocar el pie del niño.

Los expertos recomiendan medir cada tres meses el pie para comprobar que la talla que usa el niño es la correcta, ya que si se le han quedado pequeños y le molestan no lo dirán. Una forma es tratando de mantenerlos con el pie completamente apoyado encima de una hoja de papel y dibujar su contorno.

Otros factores

Es importante que el zapato proporcione una distribución adecuada del peso del cuerpo sobre el suelo, dando espacio para que los dedos queden bien extendidos y paralelos. El calzado debe ofrecer protección y seguridad, por lo que hay que comprobar periódicamente su estado ya que se deforma con el uso. Puede ocurrir que la suela no se desgaste uniformemente, lo que puede perjudicar el crecimiento del pie e incluso afectar a la columna vertebral.

Zapatos para bebés

Conviene que un bebé utilice zapatos de tela o lona con suela delgada y flexible, nunca zapatos de caña alta. En cualquier caso, no debemos olvidar que en esta etapa el calzado es realmente un complemento, y el bebé hasta los 7 u 8 meses como mejor está es con los pies descalzos o con calcetines de hilo, lana o algodón. Siempre se deben evitar los materiales acrílicos.

Gateo

Cuando el niño empieza a gatear es cuando los pies necesitan la mayor libertad posible para adquirir el control de los movimientos. Por eso, deben estar adecuadamente protegidos con un calzado con suela flexible, antideslizante y con puntera reforzada para facilitar el gateo.

Primeros pasos

La transición del gateo a los primeros pasos depende de cada niño. Al principio es normal que deambule de un lado para el otro, ya que la coordinación de movimientos se adquiere lentamente.

Cuando el niño comienza a caminar es fundamental un calzado que se ajuste a sus nuevas necesidades. Las suelas deben ser sólidas, gruesas y antideslizantes, aunque a la vez tiene que dejar al niño libertad de movimiento y ha de ser ligero y flexible para acompañar la flexión fisiológica del pie. Asimismo, la estimulación en la planta del pie favorece un desarrollo sano y equilibrado. En esta etapa, por tanto, el zapato tiene una doble función. Por un lado, el pie debe estar protegido sin estar apretado y, por otro, es importante ayudarlo a que adquiera sensibilidad y equilibrio a cada paso.

En cualquier caso insistimos que, tampoco en esta etapa, conviene tener cazado a un niño todo el día. Es conveniente que camine descalzo por terrenos de desnivel como playa, césped o arena ya que este ejercicio estimula la planta del pie y tiene un efecto tonificante sobre ella.

A partir de tres años

A partir de los tres años el niño comienza a moverse de forma autónoma, y su pie experimentará un rápido crecimiento. Algo que obligará a cambiar los zapatos cada tres o cinco meses. Si tiene la impresión de que es difícil ponerle los zapatos a su hijo, asegúrese de que sigan siendo adecuados para la longitud del pie. Suele ser la señal de que ha llegado el momento de cambiar de número. Asimismo, controle cómo camina el niño verificando eventuales desviaciones del eje de la rodilla.

Evitar problemas

  • Es importante observar al niño mientras juega o camina para detectar posibles anomalías.
  • Conviene consultar a un pediatra periódicamente, ya que sólo el especialista podrá hacer un diagnóstico adecuado y plantear la solución oportuna.
  • Las uñas de los pies hay que cortarlas con sumo cuidado para evitar problemas de encarnamiento.
  • El uso de calzado de mala calidad favorece también este problema, ya que los pies no transpiran correctamente y el tejido que rodea la uña puede reblandecerse.
  • Cada niño imprime al zapato su propia forma de caminar y lo deforma de un modo diferente. Por eso, nunca deben pasarse los zapatos de uno a otro.

Talla según la edad

nº16 0-3 meses
nº17 4-6 meses
nº18 6-8 meses
nº19 8-10 meses
nº20 10-12 meses
nº21 18-24 meses
nº22 24-36 meses
nº23 +de 3 años

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