CSIF cree que la convocatoria de oposiciones docentes no ataja el problema de la temporalidad

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia en un comunicado un «capítulo más de la batalla política que se libra entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid». En este caso, «con la intención, por parte de la Comunidad, de no aplicar el Acuerdo de Reducción de la Temporalidad que está desarrollando actualmente el Ministerio de Educación, por considerarlo un sistema de acceso injusto». Ante esta situación, la Comunidad pretende convocar en 2022, 1.625 plazas de maestros a ejecutar en junio de 2022. Y para 2023, 1.825 plazas de Enseñanzas Medias, abriendo en breve la convocatoria de instancias para ambas. Todas las plazas saldrán a concurso-oposición con el Decreto 276/07 como reglamento de ingreso.

Con este panorama, CSIF Educación Madrid quiere «dejar claro» varios aspectos: por un lado, «creemos que la culpa de la alta tasa de temporalidad no es del personal interino de nuestros centros, sino que solo y exclusivamente es culpa de las administraciones competentes. Además, solo se pueden convocar plazas de reposición, con lo cual dejaría en el limbo la parte de estabilización. Esto supondría un riesgo de pérdida de plazas para estas convocatorias», dice la central sindical.

Denuncian también que la «incertidumbre es total para los procesos selectivos que vienen: una incertidumbre que sufren nuestros opositores». «No sabemos si en 2023 también habrá un proceso extraordinario de estabilización además de las oposiciones de secundaria. O cómo se gestionarán los dos procesos lanzados, uno de concurso-oposición y otro de concurso de méritos», añaden.

En CSIF creen que de esta manera «no se soluciona el verdadero problema de fondo con el que nos volvemos a encontrar una y otra vez: el abuso de la temporalidad, que seguirá pendiente de solución hasta, por lo menos, 2024». En la reciente Mesa Sectorial celebrada la pasada semana, aseguran que «únicamente fueron informados de los planes de la Consejería de Educación: la decisión ya estaba tomada y, de hecho, fue comunicada a la prensa inmediatamente». «Esto, evidentemente, coarta nuestro legítimo derecho a la negociación colectiva», indica el sindicato de funcionarios.

En CSIF, con este escenario, «queremos hacer una doble reclamación: por un lado, al Ministerio, para que lidere a las comunidades utónomas en este proceso con el fin de evitar diecisiete situaciones y sistema de acceso diferentes para las oposiciones de 2022 y 2023, tramitando con la mayor premura posible la Ley que permitirá terminar, de una vez por todas, con la temporalidad de nuestras administraciones». Por otro lado, también reclama a la Comunidad de Madrid que «explique lo antes posible las condiciones de acceso, tipos de examen, reparto por especialidad, situación de los tribunales de calificación, etc». Todo ello, «para poder terminar de una vez por todas con la angustia de nuestros compañeros opositores e interinos y con las dudas de los funcionarios de carrera interesados en ser tribunal de selección».

«Consideramos –añade CSIF– que la Comunidad de Madrid y su Consejería de Educación no pueden ir por libre y habrán de cumplir lo que regule el Real Decreto, que recogerá el nuevo modelo de oposiciones». Además, «nos volvemos a enterar por la nota de prensa del anuncio de la implementación de un MIR educativo como requisito para ejercer la docencia en la Comunidad de Madrid», critican. «Desde luego, sin conocer más detalles, pensamos que este MIR educativo solo puede aportar una inseguridad jurídica añadida a todo este proceso», añade el sindicato. «Pertenecemos a cuerpos estatales transferidos, cuyo sistema de acceso se basa en una normativa estatal. Todos estos cambios podrían comprometer incluso la forma en la que se realizan los concursos de traslados», indican también en su comunicado.

Por todo ello, exigen a la Comunidad de Madrid que reúna la Mesa Sectorial y concrete el mecanismo de este «supuesto MIR» y aporte otros detalles que pudieran afectar a los nuevos funcionarios que accedan el año que viene. «Por supuesto, no podemos olvidar que nada se dice de cómo recompensar al tutor encargado de la evaluación del alumno MIR asignado, ni, claro está, al propio alumno que accede», señalan. Si el objetivo del MIR educativo es garantizar la calidad de la Educación, CSIF recuerda que «bajar las ratios o la vuelta a las 18 horas en Secundaria y 23 horas en maestros también es sinónimo de calidad: por ello exigimos negociar también cuanto antes estas condiciones laborales que afectan a nuestros docentes», concluye el comunicado.