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¿Cuánto tiempo estás con tus hijos?

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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La cantidad y la calidad del tiempo dedicado a los hijos, especialmente en los primeros años de vida, puede llegar a tener consecuencias importantes en el rendimiento escolar e incluso en la futura integración social y laboral de los menores.

Numerosos estudios empíricos demuestran que hay una relación muy clara entre el tiempo de dedicación de los padres al cuidado de los niños y su desarrollo cognitivo en una edad temprana.

La investigación Cuidado parental en la infancia y desigualdad social: un estudio sobre la Encuesta de Empleo del Tiempo en España, de los profesores de la Universidad Pompeu Fabra María José González y Marta Domínguez y el profesor de investigación de ICREA, Pau Baizán, aporta una detallada descripción sobre el tiempo que dedican los padres a sus hijos pequeños (hasta 10 años de edad).

Sus principales conclusiones son que las parejas en las que ambos padres tienen estudios universitarios dedican más tiempo a los cuidados de estimulación intelectual (“tiempo de calidad”). Asimismo, existen diferencias significativas en el tiempo y actividades realizadas con los hijos menores en función de la clase ocupacional del padre: los profesionales (dirección y gerencia de empresas, arquitectos técnicos, etc.) dedican más tiempo a las actividades consideradas de alta intensidad (cuidados físicos y vigilancia de niños) y, consiguientemente, positivas para el desarrollo del menor.

Y es que la cantidad y la calidad del tiempo dedicado a los hijos en los primeros años de vida está desigualmente distribuida según las características sociales de las familias (nivel educativo y clase ocupacional de los padres). Las jornadas laborales superiores a las 45 horas semanales, las jornadas partidas y sin flexibilidad horaria, así como la ubicación en ciertos grupos ocupacionales (trabajadores autonómos no cualificados (están asociadas a menor tiempo de dedicación y, especialmente, a menor tiempo de “calidad” para interactuar, aprender y compartir espacios de ocio con sus hijos.

Según este estudio, la incorporación de la mujer al mercado de trabajo no repercute negativamente en el cuidado de los menores, ya que las madres suelen compensarlo con un aumento en el tiempo de dedicación a actividades de cuidado de calidad. Se mantienen las diferencias de género en las pautas (tipo de actividad realizada con los menores) y tiempo total de dedicación a los hijos. Según los datos de la Encuesta de Empleo del Tiempo, en 2003 las mujeres con al menos un hijo menor de 10 años dedicaban a los cuidados una media de 452 minutos al día, frente a los 274 minutos de los hombres (7,5 y 4,6 horas, respectivamente). Las mujeres dedican más tiempo que los hombres a los cuidados tanto de alta como de baja intensidad y a los de supervisión. Sin embargo, en lo que respecta a los ciudados de estimulación, no encontramos diferencias de género.

Medidas de intervención

El principal reto que plantea este trabajo a los agentes políticos es evitar la transmisión de las desigualdades sociales de padres a hijos que se generan desde la infancia. En opinión de sus autores, las intervenciones públicas deberían compensar las carencias en los cuidados recibidos por los menores, las carencias en “tiempo de calidad”, de las familias más desfavorecidas por su posición laboral o educativa mediante políticas sociales, así como fomentar la igualdad de oportunidades de la infancia a través de un recurso fundamental: el tiempo de los padres para cuidar y educar a sus hijos.

Las medidas concretas de intervención en la primera infancia que proponen los autores del estudio son las siguentes:

  • Establecer el derecho a acceder a licencias parentales para padres y madres activos laboralmente de hasta ocho meses de duración con una compensación económica del 100% del salario. Se trataría de una excedencia de trabajo para el ciudado de los hijos (biológicos y adoptados), que se disfrutaría tras la finalización del permiso de maternidad o de paternidad.
  • Universalización del primer ciclo de Educación Infantil (de 0 a 3 años), en centros públicos o concertados, con gratuidad para las familias de rentas bajas, con el objetivo de corregir las diferencias en calidad y tiempo total de dedicación de los padres.
  • Establecer el derecho de acceder a horarios más flexibles y jornadas laborales reducidas para los padres y madres con hijos menores de 3 años sin penalización salarial. Así como acciones especiales en áreas socioeconómicas desfavorecidas. Como reducir la ratio entre educadores y niños o promover programas de atención integral a la infancia que involucren a las familias con el objetivo de reconducir conductas que mejoren la calidad de atención y educación de los menores.

Interesa saber que…

  • El objetivo de esta investigación es analizar el tiempo total de dedicación de los padres al cuidado de sus hijos y las diferencias en el tiempo de “calidad” (actividades que contribuyen a fomentar el desarrollo cognitivo de los menores como, por ejemplo, la lectura) dedicado a los menores según grupos sociales.
  • El presente estudio se basa en una muestra de 3.692 padres y 3.692 madres con hijos menores de 10 años.
  • El tiempo de cuidado se analiza en su doble dimensión de cantidad y calidad, puesto que las actividades realizadas con los niños son de gran importancia en la determinación de su desarrollo cognitivo, emocional y social.
  • Actividades de estimulación intelectual: interacción progenitor-niño cara a cara, que implica actividades críticas para el desarrollo de las capacidades lingüísticas, cognitivas y sociales del niño. Estas actividades incluyen enseñar, jugar, leer o conversar.
  • Actividades de alta intensidad: interacción progenitor-niño cara a cara, relacionada con el cuidado físico del niño, como alimentarlo, bañarlo, acostarlo o cuidarlo cuando está enfermo. Este tipo de cuidado es beneficioso para la salud del niño y para su bienestar emocional.
  • Actividades de baja intensidad: tiempo que incluye actividades con el niño en las que los progenitores desempeñan un papel secundario o en las que éstos no intraccionan con los niños de manera explícita, pero que requieren más atención que las actividades de mera supervisión
  • Actividades de supervisión o cuidado pasivo. Todas las actividades incluidas en este grupo ni implican necesariamente interacción con el niño, de acuerdo con la codificación del INE, pero se realizan con el niño presente. Se han incluido las siguientes actividades realizadas por el adulto: dormir, trabajo remunerado, estudios, tareas domésticas, compras y servicios, etc.
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