Decálogo para un buen uso del móvil Familias hiperconectadas
padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
Aprender y enseñar a convivir con un móvil hoy forma parte de la paternidad responsable. Si queremos que nuestros hijos lo utilicen correctamente, nosotros tenemos que ser los primeros en dar ejemplo.
Por Eva R. Soler
El mal uso de un smartphone puede generar conflictos familiares importantes. Desde batallas diarias cuando llega la hora de apagarlo hasta problemas más graves de adicción, ansiedad y depresión. Pero todos estamos expuestos a estos riesgos, no sólo los niños. Las siguientes estrategias elaboradas con los consejos de los expertos entrevistados pueden ayudar a que, llegada la hora de poner en manos de nuestros hijos el teléfono móvil, todo sea más fácil.
- Entrégale el teléfono móvil a la vez que firmas un contrato con él. Es importante fijar una serie de normas por escrito antes de entregar un smartphone a un niño. Según opina, María Guerrero, psicóloga de la plataforma de seguridad Qustodio: “Estoy de acuerdo en que es conveniente entregar el móvil junto a normas pactadas por ambas partes de antemano y por escrito”.
- El control del tiempo es el secreto para erradicar de su vida (y de la nuestra) la tecnoadicción. “Si no establecemos un límite de tiempo estamos poniendo en manos de nuestros hijos algo que es altamente adictivo”, afirma Guerrero. Por tanto, y como también destaca la Guía Aprender a convivir con el móvil publicada por la Comunidad de Madrid en colaboración con la Fundación Aprender a Mirar, “el control del tiempo es el secreto para erradicar de su vida (y de la nuestra) la tecnoadicción”. Para Luis Boza, director general de la Fundación, cuál es el límite de tiempo adecuado, no más de dos horas porque afecta al cerebro.
- Utiliza una herramienta de control parental. Sea el que sea el periodo de tiempo que se haya fijado este tiene que estar supervisado y controlado por los padres, advierte María Guerrero, psicóloga. “Una herramienta de control parental como Qustodio, nos va a permitir controlar en qué se ha usado ese tiempo, para ver un video de su canción favorita, para chatear con sus amigos, para redes sociales…”.
- El móvil, ni en la mesa, ni en la cama. Hay que delimitar los espacios, dónde vamos a poder usar el móvil y donde no. Hay reglas claras, afirma María Guerrero. Por ejemplo, prohibir el uso de dispositivos tecnológicos durante el horario nocturno. Tampoco se debe usar el móvil en la mesa, cuando la familia está comiendo o cenando y es conveniente utilizar los dispositivos en zonas comunes como el salón.
- Hay que educar con el ejemplo.“ Los espacios y tiempos fijados sin pantallas deben ser para todos los miembros de la familia para educar con el ejemplo”, sostiene Elena Flores, psicóloga clínica de la Unidad de Adicciones del Hospital San Joan de De de Barcelona. “Por eso es importante que existan límites de uso de las pantallas para todos los miembros de la familia y pantallas incluye la televisión”, apunta Flores.
- Cómo ser un buen ejemplo cuando un 38% de los padres españoles se considera adicto al móvil.…un 43% cree que pasa demasiado tiempo conectado y ocho de cada diez padres se sienten mal por ello, según el estudio de Qustodio. Además, la misma psicóloga añade: “si un padre hace un mal uso de internet o lo utiliza de forma abusiva, ¿con qué autoridad le va a decir a su hijo que haga un buen uso?.
- Presta atención a como gestionas tu malestar.“También es importante atender como gestionamos nuestra malestar. Uno de los nicarnos y explicar como nos sentimos con el resto de la familia, implicarnos en actividades sociales o comunitarias, son hábitos que nos ayudarán”.
- Ofrece alternativas saludables. Las recomendaciones de hábitos saludables sirven para todos, añade Flores: “Enriquecer el ocio ofreciendo variadas alternativas, cuidar nuestras relaciones, comunicarnos y explicar como nos sentimos con el resto de la familia, implicarnos en actividades sociales o comunitarias, son hábitos que nos ayudarán”.
- Distingue entre mal uso, abuso y adicción. Cuándo debemos preocuparnos y acudir al especialista. Elena Flores explica que en la Unidad diferencian entre mal uso, abuso (sobreuso) y adicción. “Hablamos de mal uso para referirnos al ciberbulling y otros usos delictivos de la red. Al tratarse de delitos, no los tratamos en la Unidad”. La dificultad está en diferenciar sobreuso de adicción: La adicción se caracteriza por generar una dependencia psicológica con elevado deseo de juego (craving), localización atencional limitado al interés, modificación del estado de ánimo e incapacidad de control de la propia conducta”.
- Recuerda que es tu obligación supervisar diariamente el uso que tus hijos menores de edad hacen de los dispositivos tecnológicos. Lo ha dicho el juez de menores de Granada, Emilio Calatayud. “Los padres tienen la obligación de supervisar lo que sus hijos menores de edad hacen en internet».