¿Dónde irás este verano?
Si quieres que tus hijos aprovechen el verano para aprender inglés, francés o chino, nada mejor que empezar a pensar en un viaje que les aporte nuevos conocimientos y experiencias inolvidables, al tiempo que conviven con nativos. No obstante, las opciones son muchas y variadas. Escoge la que mejor se adapte a las preferencias de tu familia. Hay soluciones para todos los bolsillos.
Autor: Ana María SERRANO
El aprendizaje de idiomas ha sido el patito feo del sistema educativo. Una asignatura pendiente de aprobar a pesar de múltiples planes ministeriales o políticas de más horas lectivas en otra lengua. Nada hasta ahora ha conseguido paliar el déficit de los alumnos españoles para desenvolverse fuera de nuestras fronteras.
De hecho, sólo un 27 % de los españoles domina y puede expresarse en un segundo idioma como el inglés, frente al 89% de los suecos o el 87% de los holandeses, según datos de la Agrupación Educativa de Cursos Académicos en el Extranjero (Aecae).
La necesidad de dominar otras lenguas para acceder a un mejor puesto laboral y las mayores facilidades para viajar gracias a ofertas, vuelos de bajo coste, etc., junto a un euro fuerte frente al dólar, por ejemplo, impulsan cada vez a más padres a enviar a sus hijos al extranjero en verano para superar el hándicap de hablar en la lengua de Shakespeare principalmente.
Hasta ahora, el 62% de los alumnos españoles que decidían realizar un curso escolar completo en el extranjero para volver dominando un segundo idioma –inglés en el 95% de los casos– escogían como destino los EEUU. Un 20% se decantaba por Irlanda y un 12% por Reino Unido. A más distancia están los que eligen Canadá, que son un 3%. Otros destinos, entre los que destacan Suiza y Alemania, suponen el 3% restante.
Destinos alternativos
Sin embargo, los destinos también son cambiantes y lugares lejanos y exóticos como Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica son hoy más demandados. Suiza o Malta se mantienen con sus ofertas clásicas, aunque los expertos recomiendan evitar la isla los meses de verano, pues sufre overbooking tanto de estudiantes españoles como de turistas y el aprendizaje se convierte en una tarea difícil.
Por su parte, reclamos publicitarios como “combina tu curso de inglés con el conocimiento de una realidad cultural tan apasionante como la australiana” se ponen cada vez al alcance de más bolsillos con tal de evitar en los meses de julio y agosto ciudades como Londres, Brighton y Edimburgo, en Gran Bretaña, o Dublín, en Irlanda. Según los expertos, lo ideal es buscar localidades más pequeñas y menos conocidas donde la concentración de españoles sea menor.
Algunos destinos interesantes pueden ser Torquay, Plymouth, Cherter, Toronto o Chicago. Asimismo, antes de pensar en un destino exótico conviene consultar la lista de países a los que el Ministerio de Asuntos Exteriores español aconseja no viajar (como Kenia, China o Egipto). Más que desaconsejarlos categóricamente, lo que hace el Gobierno es alertar sobre lugares en los que existen riesgos concretos, caso, por ejemplo, de Polonia, por su abundante delincuencia, o de Sudáfrica, por su inseguridad sobre todo en grandes ciudades como Johannesburgo, que además tiene un alto índice de malaria y sida.
Cruzar el charco
EEUU y Canadá son países muy convenientes para un óptimo aprendizaje del inglés. En muchos lugares, la escasez de españoles y el aislamiento favorecen la convivencia y vida familiar. Precisamente, es esta predisposición del estudiante a la convivencia una de las claves de éxito en cualquier programa de inmersión.
Estados Unidos, aún siendo más caro el billete de avión, supone todo un ahorro por el hecho de que muchas familias no acostumbren a cobrar por acoger en su casa al estudiante extranjero. Allí, eso sí, los adolescentes deberán tener sumo cuidado con el alcohol, tabaco o cualquier tipo de droga, ya que su consumo está prohibido y supone causa de deportación por vía de urgencia, como ya han podido comprobar algunos españoles. En cualquier caso, lo cierto es que la política de inmigración se ha endurecido mucho en los últimos años, incluidos los trámites para obtener visados.
Por su parte, los estados francoparlantes de Canadá (Quebec, Nuevo Brunswick y, parcialmente, Ontario) y, sobre todo, la ciudad bilingüe de Montreal, ofrecen la posibilidad de realizar cursos que combinan el aprendizaje de inglés y francés.
NO BILINGÜE, PERO POR LO MENOS… |
Es importante que los padres sean conscientes de lo que realmente se puede conseguir en las dos o cuatro semanas que dura un programa idiomático. Aunque en ningún caso se garantiza que el chico regrese bilingüe, el programa sí debería aportar: – Pérdida del miedo escénico a hablar otro idioma. – Adquisición de seguridad y confianza en fluidez conversacional. – Manejo inconsciente, directo y natural del idioma sin proceso previo de traducción. – Entendimiento y uso del idioma diario (al menos durante la estancia). – Actitud positiva hacia el aprendizaje y el conocimiento de otras culturas. – Agudeza de oído en idioma hablado y perfeccionamiento de la pronunciación. – Capacidad de comunicación efectiva a distintos niveles estableciendo conversaciones desde el primer día. – Conciencia de progreso cambiando la visión del idioma de asignatura a medio de comunicación útil. – Incremento del nivel de idioma. |
NOVEDADES |
– Programas temáticos para todos. La elección para enviar a nuestros hijos a un curso o a un campamento las próximas vacaciones estará en función de factores como el tipo de alumno. Pero, sin duda, lo último es la oferta de programas temáticos que, además de la inmersión lingüística, ofrecen la posibilidad de practicar el deporte favorito del alumno o alguna de sus aficiones. Por ejemplo, en www.tecs.es se oferta el curso Super English Golf, donde la mañana se ocupa con 5 horas de golf 100% en inglés, a cargo de profesores de la PGA y monitores nativos especializados tanto en el golf como en la lengua inglesa. Esta empresa con su “Little Village” da un paso más para aquellos chicos cuyo nivel de inglés permite un programa formativo más enriquecedor, sin por ello renunciar a diversión y aventura Y así, un largo etcétera de posibilidades. – Australia para los mayores. Para los alumnos más mayores, Australia merece mención aparte como destino que empieza a cobrar enorme popularidad, sobre todo entre los universitarios. El contacto con la naturaleza es permanente y pueden realizar innumerables actividades, entre ellas el buceo y, sobre todo, el surf, que incluso en un estado ha llegado a implantarse como asignatura obligatoria en los institutos. Ventaja añadida es, además, que a los estudiantes extranjeros se les permite trabajar o realizar prácticas remuneradas para financiar su estancia. Puestos a buscar algún inconveniente, no cabe duda que el elevado coste del billete va a ser una carga difícil de asumir para muchas familias. Sin embargo, el precio final cuando las estancias se alargan más de dos meses no difiere mucho de otros destinos, como, por ejemplo, Los Ángeles. No en vano, la afluencia anual de europeos por motivo de estudios, ya sea a tiempo parcial o completo, ha crecido en sólo ocho años desde los 8.000 a los 30.000. Para más información, se puede consultar www.studyinaustralia.org. |
REQUISITOS MÍNIMOS: Tratándose de su hijo, toda información es poca: pregunte |
Si está pensando en enviar a su hijo a uno de estos programas asegúrese de que cubre al menos una serie de requisitos mínimos:
– Detalles de seguridad y seguimiento del menor, dieta equilibrada y suficiente para el ritmo deportivo del programa, control médico, facilidades de higiene (proporción duchas-niño), etc. – Organización sólida y asentada en el mercado, así como sector de procedencia (tratándose de niños, ofrecen más fiabilidad las organizaciones de sectores educativos y formativos). – Instalaciones adecuadas: desconfíe si no le permiten visitarlas antes del comienzo. – Programas diferenciados y orientados en función de diferentes grupos de edad y perfil de niño, que garanticen la integración. – Metodología experimentada. Es una buena referencia que durante el resto del año la empresa que organiza el programa continué su actividad formativa (con presencia a través de centro educativo, ya sea de idiomas o formación reglada). – Adecuado sistema de información y atención previa a la contratación. – Sistema de bienestar que cubra el aspecto afectivo y de interacción social del chico con sus compañeros. – Grupos reducidos en el aspecto académico, impartido por profesionales titulados y con experiencia. En el caso de campamentos, personal nativo y preferiblemente que no hable español. – Posibilidad de certificado de asistencia. |
SIN SALIR DE ESPAÑA: Campamentos de verano intensivos |
Con tantos peligros que acechan en el mundo exterior, siempre habrá españoles que opten por no hacer uso del pasaporte. Y es que en España también es posible realizar inmersiones lingüísticas. Por ejemplo, la organización Pueblo Inglés lleva años enseñando inglés a través de programas de inmersión en Valdelavilla (Soria), La Alberca (Salamanca) y Cazorla (Jaén) con una duración de fin de semana para los que no pueden alargar sus vacaciones. También el público infantil tiene la opción de realizar una inmersión lingüística ajustada a sus necesidades. De hecho, esta misma empresa dispone de una oferta específica –Kid Pack para niños de 8 a 12 años y Teen Pack para los de 12 a 17–. Se trata de programas trimestrales residenciales que combinan fines de semana en su “Villa Inglesa” con clases en grupos reducidos en la sede que esta empresa posee en Madrid.
Y tampoco hay que olvidar los clásicos campamentos de ingles y multiactividades que cada verano recalan en muchas localidades españolas y que algunas organizaciones han rediseñado con la idea de ofrecer actividades más exclusivas. Así, tenemos desde hace unos años un summer camp de fútbol e inglés en Málaga organizado por ESDE y el reputado Charlton Athletic Football Club. Además, la empresa mundoenred.com (tlf. 902 88 57 69) organiza en verano en León un campamento bilingüe donde se mezclarán alumnos españoles con otros de Estados Unidos y Canadá y con monitores nativos tanto en inglés como en español. |